Comunicar es la constatación del bagaje acumulado y cómo está incidiendo en nosotros. La combinación de nuestro carácter con las peculiaridades singulares, contrastada con las impresiones que vamos recibiendo del exterior de todo tipo, hace que pensemos, sintamos y actuemos de acuerdo a unos parámetros propios que se mostrarán según cada contexto y circunstancia.
Cuando comunicamos, sea cual sea la manera, estamos evidenciando quien somos. La grandeza o bajeza, la calidad o su ausencia, se manifiesta a través de las ideas, de las acciones. La cuestión es : ¿ qué queremos comunicar ? ¿ por qué ? ¿ es importante ? ¿ es primordial ? ¿ es útil ? ¿ es necesario ?
Mediante interacciones aprendemos, nos ajustamos al medio, adquirimos recursos, y por experiencias vamos internalizando impresiones que influencian en el pensamiento, en los sentimientos y planteamientos.
Aquello prominente, válido en una época, puede dejar de serlo de acuerdo a los cambios acontecidos, produciendo criterios diferentes y nuevas tendencias. Lo que gustaba puede dejar de hacerlo, y en consecuencia la forma de relacionarse se modificará, y a pesar del mismo fondo la comunicación desde fuera no la recibiremos ni la sentiremos igual.
La gente asocia comunicar a intercambiar palabras, pero comunicar es todo lo que rodea a la propia idiosincracia. El conjunto de factores diversos que exteriorizamos, indican como lo almacenado en el interior nos ha ido modelando.
Deberíamos desear transmitir lo mejor en todo momento, pues si todos lo hicieramos así, en lugar de conflictos reinaria la armonía, en vez de egoismo prevalecería el desinterés, y en vez de instaurar fuertes desigualdades se generaría un trato justo y unas condiciones más favorables. Y si esto no es así es por que prevalece la ignorancia sobre el conocimiento, de aquí el comportamiento chapucero generador de polémicas constantes. Cuando constatamos la sociedad que hemos creado, las condiciones imperantes, los desequilibrios, demuestra que los pensamientos, sentimientos y acciones, son incorrectos, por tanto hay un grave problema de comunicación que se ha de resolver si de verdad queremos revertir la situación a mejor; porqué en definitiva la buena comunicación es entenderse activando el funcionamiento óptimo en el objetivo a perseguir.