sábado, 24 de junio de 2017

DESENGANCHARSE DE LO ESTABLECIDO

¿ Por qué tantas personas tienen miedo al cambio, cuando este es un hecho normal donde no hay dos dias idénticos ?
Lo vemos en la política, defendiendo acaloradamente leyes obsoletas, desfasadas, donde lo importante es permanecer estático, no tocar nada, que todo siga igual como si se tratara de los diez mandamientos.
La sociedad se va transformando y lo consideran normal, pero modificar decretos que en vez de estar al servicio del pueblo lo esclavizan, eso no es posible.
Parejas que se mantienen sin ningun proyecto de crecimiento, sin afinidades que sostenga los cimientos del vínculo, un inmovilismo rígido que no conduce a ninguna parte, con el único propósito de preservar una hipotética seguridad u otros motivos.
Trabajos mal pagados resignándose a tomar riesgos, pues desgraciadamente el abuso del fuerte sobre el débil es la tónica generalizada, y la impotencia de variar las reglas del juego condena a unas condiciones lamentables que se perpetuan por miedo a perder lo poco y que después aún sea menos.
Si hay dia y noche, las estaciones cambian ¿ donde radica el miedo a afrontar nuevas tendencias ? ¿ qué sentido tiene querer preservar lo caduco, lo que ya no funciona, lo que se ha convertido en una molestia por no haberlo substituido ? ¿ se quiere vivir o malvivir ? ¿ avanzar o quedarse estancado ?
Lo que no va hacia adelante incrementando conocimientos, potencial, maneras más enriquecedoras por las prestaciones, va hacia atrás. El miedo a perder o empeorar se fundamenta en una pobreza de espíritu interna, en la ignorancia de un plan universal donde todo está supervisado al milímetro para experimentar lo preciso a cada momento. El progreso o fracaso no depende de unas personas específicas, sino de un conjunto de interacciones que encaja contínuamente lo individual con lo colectivo.
Si a cada momento hacemos hacemos lo correcto, todo será para bien, porque en definitiva los acontecimientos están para introducir mejoras respecto al precedente. Ahora bien, si no queremos dejar ir lo instaurado, a parte de bloquear la entrada a otras posibilidades, la putrefacción de lo inservible acabará por destruir lo que se quiere preservar a capa y espada quedando mucho peor por impedir fluir un orden natural.

sábado, 10 de junio de 2017

ENCARGADOS

Al igual que el encargado de una fábrica que tiene un director, en nuestras vidas particulares tambien somos unos encargados con un director que lo supervisa todo para que se produzcan los encajes adecuados en el momento oportuno.
Vivimos en la tierra impulsados por unos preceptos espirituales que tienen el objetivo de que cada cual descubra y efectue las correcciones que le correspondan a fin de instaurar un entorno armónico. Cuando se producen disonancias o conflictos, señala que no seguimos debidamente las directrices supremas revirtiendo en aflicciones.
Hemos de descifrar el por qué de los esfuerzos, de nuestra presencia aquí, saber clarificar la finalidad ulterior más allá de un trabajo y un servicio social.
Nuestra vida nos pertenece en parte, somos producto de un Creador que escapa a la limitada comprensión humana con la inmensa magnitud que representa. La única tarea a realizar es sacar los velos que nos mantienen en la oscuridad, entendiendo la función individual respecto al colectivo. Somos encargados de la propia vida con la responsabilidad que comporta, pero sobretodo somos encargados de un proyecto celestial que da sentido a las experiencias, a las relaciones, a los cambios, viendo el propósito a largo plazo desde una perspectiva metafísica.
¿ De todo lo que pensamos, sentimos y hacemos, surge de nosotros como distintivo ? Imposible de cuantificar, pues esto está siempre en relación a factores externos. Lo pensado y sentido emerge de dentro, influenciado por unos episodios previos conectados con el exterior.
¿ Hay libre albedrío ? ¿ En qué proporción ? Una gran parte ya está predeterminada por múltiples factores. No obstante, decantarnos hacia condiciones favorables o desfavorables dependerá del nivel de conciencia, discernimiento y voluntad. Antes de actuar estamos en disposición de decantar la balanza, uan vez la acción se lleva a la práctica, quedamos en manos de las directrices supremas; por esto hemos de ser muy prudentes antes de movilizar según qué.
Nos movemos en círculos limitados, el margen de maniobra es reducido, los conocimientos mínimos, pero el abasto de las palabras, pensamientos y acciones afecta todo el conjunto.
¿ Cumpliremos la tarea por la cual hemos venido a través de las leyes cósmicas ? Somos unos encargados y hemos de merecer el crédito otorgado por el director.