domingo, 24 de febrero de 2019

LA LINEA VERTICAL Y LA LINEA HORIZONTAL

La cruz es una de las figuras geométricas más simples : una horizontal y una vertical que se cortan en angulo recto. La dirección horizontal es la de la ostentación, la dispersión, como el agua que se esparce sobre una superficie. La dirección vertical es la de la unificación, como el fuego que se lanza hacia el cielo.
La linea horizontal es la de la materia, la vertical el espíritu. Estas dos direcciones son complementarias. El simbolo de la cruz nos invita a seguir realizando el trabajo en la materia, cogiendo la dirección vertical para volver al espíritu.
Hemos de entender la necesidad de encajar los dos principios que nos acompañan continuamente para desarrollarnos y llevar a cabo cualquier objetivo. El principio emisor que se quiere manifestar desde una concepción de ideas enlazadas a través del principio receptor que hace de canal para absorber los mensajes que capta y ha de saber descifrar para dinamizar los resortes pertinentes que den concreción práctica en el entorno circundante.
No podemos dejar de lado uno de los principios, por que entonces no hay movimiento. La tarea consiste en armonizar contínuamente la función de cada una, activo y pasivo, masculino y femenino para generar la base que sirva de apuntalamiento donde ejecutar los sucesivos planes que permitan pasar de una abstracción a una concreción.
La línea vertical es jerarquica, indica la necesidad de respeto no solo en las relaciones, sino en los recursos que nos ofrece el universo para que desde los más elevados los vayamos bajando a la materia para dar forma a nuestras pretensiones.
La linea horizontal son los contactos establecidos, la dependencia que tenemos de la naturaleza y de otras personas para cubrir demandas, y en esta necesidad radican los esfuerzos que efectuamos. La evolución, la mejora, dependerá de los encajes apropiados con el entorno y los vínculos establecidos.
Vertical y horizontal, tiempo y espacio, conjuntados con el objetivo de un movimiento que de sentido a la existencia con una finalidad. Cada uno de nosotros ha de averiguar su función específica en el lugar que ocupa con las características de que dispone. Enlazar las dos lineas para que nuestra presencia en este plan cumpla el objetivo por el cual estamos precisamente aquí.

domingo, 10 de febrero de 2019

CUESTIÓN DE PROPORCIONES


Todo es una cuestión de proporciones. ¿ En base a qué ? A un contexto, a una singularidad, una necesidad, unos objetivos.
La aplicación de tales proporciones estará en función a criterios que pueden ser idóneos o no. Todo es cuestión de experimentar y ver resultados.
¿ Cuando alguien dice estar contento o triste, qué parámetros lo determinan ?  ¿ A qué hechos, sensaciones ? ¿ Qué pasa en medio entre estar contento o descontento ? ¿ Qué nos gusta o desagrada ? Lo que vemos, oimos, escuchamos, que lo hace agradable o no ? ¿ Unas sensacones ? ¿ De donde provienen estas sensacones ?.
Alguien nos cae bien o mal. ¿ Qué decanta la balanza en una u otra dirección ? ¿ Lo que dice,, lo que hace, como lo dice, como lo hace ?
¿ De todas las personas conocidas cuantas nos han impactado fuertemente ? ¿ Cuantas hemos encontrado interesantes ? ¿ Cuantas simpáticas o antipáticas ? ¿ Con cuantas hemos tenido un vínculo fácil o dificil ? ¿ De cuantas hemos aprendido ? ¿ De todas ellas en qué proporción hemos gozado por lo que nos han transmitido ?
Vamos mesurando mucho o poco en función de múltiples factores teniendo en cuenta la propia idiosincracia, con lo que implica la formación de un código de valores que puede ser diametralmente opuesto por otros.
En la subjetividad que nos rodea, observando desde una visión siempre limitada, tendemos a exagerar o menoscabar, elevar o reducir, a menudo desde una parcialidad. Creemos que estamos en disposición  de efectuar veredictos ecuánimes, viendo solo pequeñas fracciones impregnadas de ideas preconcebidas y sensacionalismo.
Las ganas de experimentar vivencias apoteósicas estan latentes en nosotros, y a la hora de la verdad, la rutina, la repetitividad aburrida, las relaciones de baja calidasd, la mediocridad imperante en todo, nos sumerge en un desencanto que somos incapaces de transformar por que no sabemos como hacerlo. Y entonces de hechos ttiviales les otorgamos categortia de fantásticos por que nuestro nivel no da para más, y las medianías las elevamos a excelencias para no hundirnos en el panorama desolador que nos acompaña diariamente.