Si los acontecimientos se van dejando en el archivo el dia a dia ¿ por qué nos queremos agarrar a unos contextos que ya han hecho su servicio ? ¿ porqué querer convertir lo transitorio en eterno ?
Lo sometido a dualidad es transitorio. Lo eterno forma parte de la unidad. Lo que se puede ver, pesar y medir está sometido a oscilaciones. Lo intangible no se ve ni se puede pesar ni medir, pero siempre podemos acceder en forma de inspiraciones, virtudes y expresiones que pongan de manifiesto un fondo de sensibilidad y inteligencia.
Estamos aquí para aprender de lo que nos rodea, y si las condiciones cambian constantemente, aferrarse a que no cambien es como querer detener el agua que fluye en un rio.
¿ Como se forja el miedo de pensar que lo diferente que pueda venir empeorará o deteriorará lo existente ? Si lo mantenido hasta ahora pide a gritos una transformación, continuar preservandolo acabará en una degradación progresiva que puede ser mucho peor por no actuar cuando la situación lo requería.
Las experiencias y su resultado, nos indican si hace falta efectuar ajustes o no, qué hemos de preservar y qué hemos de dejar. Lo que ha hecho su curso sirve de referente, y a partir de aquí edificar nuevos contextos de la misma manera que nos acoplamos al dia, a la noche y al cambio de estaciones.
La multitud de todo tipo de conflictos que nos acompañan a diario tienen el origen en no querer dejar ir. Intereses económicos, ostentar poder, recayendo siempre en los mismos colectivos, en aquellos más débiles por que no tienen suficiente fuerza para luchar contra el arsenal de recursos de que disponen los dirigentes. La fuerza de una minoría con tentáculos enormes, se impone a una mayoría indefensa que se explota para satisfacer la voracidad de los que controlan y se hacen a medida lo que convenga. Y aunque esto suponga constantes enfrentamientos y tensiones, mientras se vayan imponiendo no piensan dejar ir unos beneficios miserables por cuantiosos que puedan ser.