Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
sábado, 26 de diciembre de 2020
ADIESTRAR LA PACIENCIA ( II )
Encarar asuntos cotidianos con paciencia es un entreno sin final, pues habitualmente se van presentando situaciones que precisan la adopción de posturas serenas. La paciencia depende de muchos factores, y en el encaje entre lo que queremos o querríamos y lo que es, entran en juego múltiples componentes. El temperamento innato es quien facilita incrementar o reducir una respuesta paciente. Hay personas casi inmutables y otras nerviosas con dificultad de encaje ante adversidades.
El ámbito cultural es muy importante según la proporción de comprensión o de ignorancia al afrontar segun que retos. Ver con más amplitud permite un enfoque dotado de más posibilidades, que de no tenerlas puede dar lugar a precipitarse.
No por el hecho de tener más estudios implica más facilidad para mostrar paciencia, en ocasiones es al revés, pues al ver las carencias se puede ser impaciente justamente para enmendarlo con rapidez.
El apartado ricos/pobres, tambien hace tomar las cosas de manera diferente. Los acostumbrados a demoras, servicios deficientes, posposiciones resolutivas, de tanto experimentarlo acaban forjando paciencia a la fuerza. Los ricos con capacidad de selección y elección, son más propensos a impacientarse cuando los hechos no van como quieren.
No todo lo que queremos puede ser ni tampoco conviene en algunos casos. La paciencia es un barómetro de nuestras respuestas, donde hemos de saber hacer restricción si la ocasión lo requiere, no precipitarse en decir o hacer según qué, adecuando los deseos personales al medio y circunstancias.
Aceleración y rapidez no encajan bien con paciencia. El sentido de la medida y precisión pide un ritmo más pausado, porque en definitiva de las acciones pretendemos un beneficio, una utilidad o una satisfacción en algún término.
Más años han de comportar más experiencias, ver más ámpliamnte los pros y contras que en definitiva es la aportación implícita contenida en la paciencia.
sábado, 12 de diciembre de 2020
ADIESTRAR LA PACIENCIA ( I )
Adqurir paciencia es una cuestión de tiempo, que solo se puede lograr cuando aceptamos que lo deseado no depende únicamente de nuestra voluntad, sino de un acoplamiento entre lo aportado individualmente y el medio de acción. Es un reto para el auto centrismo humano acatar que las cosas no pueden ser siempre como queremos. En el momento actual los acontecimientos tal vez no son como nos gustaría, pero siempre forman parte de un engranaje mayor dificil de entender donde no hay más remedio que adaptarnos contínuamente a un sin fin de situaciones fuera de nuestro dominio. Aumentar la paciencia es bajar la voz del ego, entender que hemos de encajar con el colectivo desde las respectivas individualidades, que el entorno no gira alrededor de nuestros caprichos. Y entre lo anhelado y lo que ahora es posible se ha de forjar la paciencia.
El ámbito que más nos pone a prueba la paciencia son las relaciones. Nadie piensa ni siente ni actua de forma idéntica, y en vez de imponer criterios cerrándonos a diferentes alternativas, para el beneficio de ambas partes lo mejor sería contrastar la diversidad para ampliar horizontes.
Es habitual estar convencidos de estar en lo cierto en lo que exponemos, por que de no ser así el discurso y el enfoque sería otro. Y aquí es donde radica principalmente la fuente de conflictos, incapaces de ponernos en el lugar del otro y menos aceptar lo diametralmente opuesto a nuestras convicciones.
Tenemos unos vínculos inevitables por asiduidad, con unos nos entendemos mejor y otros no, pero tanto unos como otros, son justo los que precisamos, y a menudo aquellos que más irritan es donde encontraremos el aprendizaje y beneficio posterior si en lugar de responder desde el ego desgranamos los mensajes aprovechandolos para instaurar posturas más pertinentes.
Paciencia es saber esperar, que cada cuestión tiene un tiempo más o menos largo de desarrollo, que dependemos de otros y el medio de acción, que somos limitados, y si fluimos con el universo y un orden más allá de lo comprensible, entonces la paciencia siempre nos acompanñará.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)