Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
sábado, 30 de enero de 2021
ENTRE LA CERTEZA Y LA INCERTIDUMBRE ( II )
Inmersos en la dualidad vamos encarando el dia a dia entre la certeza y la incertidumbre. Tenemos la certeza que hemos de afrontar unas tareas específicas, sabemos como hacerlo, pero mientras el hipotético futuro no se convierte en presente, se mantendrá la incertidumbre de como se desarrollarán los hechos.
La certeza es unidad, lo verificado, conocido. La incertidumbre es dualidad, puede ser que si puede ser que no porque no ha culminado o no se ha comprobado.
Queremos seguridad, pero lo sometido a movimientos y cambios no se puede asegurar. Lo que es permanente, indestructible, refuerza la confianza por que es previsible. Lo sometido a oscilaciones, no controlable por nosotros, dependiendo de la naturaleza u otras personas, inevitablemente nos mantiene en la incertidumbre.
Empezamos la jornada con unos propósitos, un dia nuevo para llenar, pero no sabemos que pasará, qué imprevistos se pueden presentar, y de lo planificado qué se ejecutará y qué no.
Las condiciones del momento se ajustan y reajustan contínuamente. En un segundo aquello que era firme, sólido, consistente, puede deteriorarse o desaparecer. Nuestra vida está hecha para efectuar enlaces constantes entre lo dejado atrás y la novedad siguiente no garantiza una perdurabilidad. Ahora estamos aquí presentes y mañana no sabemos si seguiremos en este mundo. Todo es transitorio, provisional, pero hemos de proceder de acción a acción, de un ámbito a otro en un eterno presente cambiante.
La certeza adquirida por conocimientos y experiencias son los recursos utilizados en los propósitos, y a medida llenamos los vacíos, la incertidumbre pasa a certeza.
Los preceptos espirituales son intangibles, y los constatamos mediante las vivencias y los resultados. Sirven de referente, son permanentes y eternos, siendo un puntal de certeza al comprobarlos una y otra vez.
Las acciones cometidas con finalidades materiales se han de apoyar en principios espirituales. Los principios nos dan la certeza, el proceso en marcha es incierto, con la certeza de que el resultado estará en consonancia al acercamiento o distancia respecto a los principios básicos.
sábado, 16 de enero de 2021
ENTRE LA CERTEZA Y LA INCERTIDUMBRE ( I )
Por más planificaciones en mente, hemos de ir llenando el dia mediante conocimientos y recursos previos, Vamos a buscar lo que no tenemos por lo que tenemos, la incertidumbre por la certeza de como proceder.
La certeza la obtenemos de lo experimentado y el resultado acontecido. Los precedentes sirven de apoyo. La incertidumbre puede ser un proceso en marcha inacabado con factores externos no controlables, los cuales comportan no saber como puede terminar aunque se tengan claras las directrices.
Así como la certeza son evidencias de un pasado observadas en el presente, la incertidumbre es lo no culminado y el futruro. La verificación nos permite la certeza, y lo contrario la incertidumbre.
Tengamos más o menos conciencia, todos sabemos que hay unas directrices que sirven de referente para poder actuar de la mejor manera en el acoplamiento entre la individualidad y colectividad. Si seguimos los postulados procurando ser correctos, entonces la certeza de que la ley nos acompañe prevalecerá. Por el contrario, las transgresiones tanto materiales como espirituales, tarde o temprano supondrán consecuencias adquiriendo una deuda a pagar. La incertidumbre es que no sabemos cuando ni como ni en qué proporción.
La certeza pide pruebas : pesar, medir, ver, pues de no ser así entramos en el terreno de las suposiciones, y si no se concretan en hechos se queda en especulaciones.
La certeza quiere demostraciones tangibles, saber con que se cuenta y como acoplarse en cada caso. La incertidumbre pasará a certeza a base de concreciones. Por más conocimientos y dominio en algun tema, si el contexto precisa la intervención de terceros o el medio, la incertidumbre siempre estará al acecho.
La dependencia de factores externos nos hace vulnerables y nos mantiene en la incertidumbre sobre lo que obtendremos a corto o largo plazo. Nos debatimos contínuamente entre la certeza y la incertidumbre por que estamos inmersos en la transitoriedad, y no es posible escapar de esta dualidad entre lo que está claro y lo que no.
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