¿ A qué responde el afán de hacerse notar ? ¿ Qué importancia tiene que miles de personas sepan qué decimos y qué hacemos ? ¿ A quien queremos impresionar ? ¿ Por qué ? ¿ Nos convertimos en mejor persona por el hecho de ser visualizado por un público ? Esta es la sociedad de la banalización. Cualquier tonteria se puede hacer viral, y una vez vista seguimos igual sin mejorar la propia vida o la de otros por la insubstancialidad de fondo. La desconexión interna y la atención exclusiva en asuntos externos, genera un vacío que se pretende cubrir a través de supuestas dosis entusiastas que no aportan nada por su valor infundado. Qué mal estamos si la satisfacción depende de estas operaciones narcicistas que ponen de manifiesto la falta de objetivos y propósito vital dirigido a avanzar como individuos. Para saber si es acertado lo que queremos esparcir para la multitud, la pregunta a formular es : ¿ que la gente sepa esta acción es importante ? Cuanto más importante sea para nosotros que alguien sepa qué hacemos, menos verdadera es esta acción. Y en sentido inverso, a menor reconocimiento más verdadera es. Hacemos acciones impulsados por deseos, pero según estos revelaremos la verdadera esencia de nuestra alma. La motivación no ha de aflorar para satisfacer al ego que supone una desconexión del global, sino guiarnos por la voz interior que conducirá a una sensación de bienestar que no depende de alabanzas, exaltaciones ni el beneplácito de otros. Una experiencia reservada sin duda a un pequeño grupo muy minoritario enfrente de esta mayoría inconsistente que lo reduce todo a simplismos faltos de relevancia y ausencia de calidad.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
domingo, 27 de abril de 2025
TECNOLOGIA Y BANALIZACIÓN
domingo, 13 de abril de 2025
VIDAS DE MÓVIL
Desde el siglo XIX la sociedad se ha modernizado continuamente incorporando electrodomesticos y maquinaria diversa para mejorar las condiciones laborales y vitales. Todas cumplen funciones específicas, haciendo uso cuando se requiere su contribución, y una vez la función ha hecho su cometido se aparca. El móvil es actualmente una herramienta preponderante por los diversos servicios que ofrece.Y como todo es cuestión de medidas que pueden favorecer o perjudicar, hay dos caras con sus respectivas influencias. La cara favorable son las opciones, la rapidez, comodidad, las posibilidades operativas impensables décadas atrás con las facilidades y protección en caso de peligro. La cara perjudicial es mantenerse enganchado al aparato durante horas cuando no es preciso ejecutar ninguna actividad justificada. La función de todas las herramientas creadas ha sido dinamizarlas cuando era pertinente, y una vez ejercida su aportación se desconectaba. Ahora con el móvil se ha roto el procedimiento que ha incidido en cada máquina o aparato manual. La persona dirige el encendido y el apagado, y si se deja seducir por el aparato es este quien controla. ¿ Qué es lo que cautiva para quedar atrapado ? ¿ El tiempo enganchado de más sin una finalidad práctica, acaba reportando algún beneficio demostrable al final del dia ? ¿ Ensancha horizontes, incrementa el aprendizaje, facilita discernir mejor y con más claridad ? ¿ Mejora nuestra conducta y las relaciones ? Ocupados en cuestiones insuibstanciales dejamos de lado lo que deberíamos potenciar como por ejemplo descubrir qué queremos realmente, saber que nos conviene y qué debemos evitar. Multitud de horas improductivas diluidas como agua evaporada, así un dia y otro sin salir de un circulo que persistirá mientras no seamos capaces de romperlo. ¿ Cómo administraríamos el tiempo actualmente sin disponer del móvil ? ¿ En tareas edificantes ? ¿ Incrementando la lectura y el ejercicio ? Consagrados a un móvil estamos desconectados de lo que nos rodea al fijar la atención en una pantalla. Estamos en un medio concreto desconectados de este abducidos por unas sensaciones adictivas que condicionan horarios, acciones y la organización diaria. Los vacíos, las carencias, no las llenará un móvil. Hemos de trabajar sobre nosotros para desarollar el potencial que facilite dotarnos de condiciones óptimas, y todo el tiempo extra sin fundamento absortos por una pantalla, seran oportunidades perdidas de mejora personal.