viernes, 24 de junio de 2016

ESTANCAMIENTO

La mayor parte de nosotros estamos estancados, cuando no en un ámbito en otro, a menudo en diversas áreas. El estancamiento es un mal negocio para nosotros, para con quien nos relacionamos y para el mundo, pues ir ofreciendo las imperfecciones de siempre es un camino sin salida.
Nuestra ocupación no tiene nada que ver con nuestra verdadera misión. Los servicios ofrecidos para obtener recursos solo son un medio, detrás de esto cada uno ha de descifrar su singularidad y propósito existencial más allá del ejercicio laboral.
Inmersos en lo más básico a fin de preservar la presencia física, nos hemos desconectado del interior y el objetivo de nuestra estancia terrena. Limitados en la capacidad de maniobra, al enfocarnos en lo más elemental limitamos aún más el potencial que queda pendiente de descubrir y desarrollar.
Actuamos igual durante décadas sin introducir pautas que aporten una mayor calidad en el fondo y en la forma. Un estilo de vida que a parte de subsistir no conduce a ninguna parte. Parados en el tiempo con parámetros adquiridos en un momento del pasado, sin ampliar horizontes, siempre con los mismos puntos de vista, repitiendo patrones que condicionan la posibilidad de avanzar. Estar cerrado a nuevas vias, a probar variantes diferentes.
Haber hecho un pequeño proceso de aprendizaje hasta la juventud, y no moverse de aquí donde el entorno va reacondicionandose. El miedo de probar, de arriesgarse, de experimentar otras sensaciones.
Decir reiteradamente lo mismo, constata la falta de nutrición, haberse quedado en un punto sin introducir nuevos referentes, un deambular sin sentido, insatisfactorio, triste, donde tan solo se aspira a ir haciendo resignadamente.
Nos vamos quejando, criticandolo todo, ¿ pero qué hacemos para introducir condiciones más óptimas ? ¿ Qué hacemos para corregir los defectos ? ¿ Qué hacemos para proceder con una mejor conducta ? ¿ Qué hacemos para terner relaciones más armónicas ?
Si no cambia nada significativo en nosotros, en lo que pensamos, sentimos y hacemos, nos hemos quedado estancados, y por desgracia este panorama está presente en todas partes. Pasa el tiempo pero de manera infructuosa, pues las oportunidades no paran de presentarse para poder ir a un nivel más elevado, donde la falta de conciencia, la esclavitud de las condiciones de mantenimiento y las miras estrechas, perpetuan inevitablemente en lo individual y colectivo, permanecer estancados por la incapacidad de romper la inercia.

viernes, 10 de junio de 2016

LAS DOS VERTIENTES DE LA CRÍTICA ( III )

¿ Podemos demostrar que la crítica es mejor de lo que se dice o hace ? El afán de perfección siempre ha de estar presente, nunca hemos de conformarnos en el nivel donde estamos, pues desconocemos las posibilidades de lo que podemos llegar a concienciar y realizar.
Los humanos, con un comportamiento a menudo chapucero y ignorante, nos atrevemos a censurar muchos factores cuando nosotros mismos hacemos errores descomunales. La crítica parece que diga esto es bueno y esto no, esto está bien y esto no, tal como si el crítico dispusiera de la verdad absoluta, donde a menudo lo expresado no deja de ser una de tantas expresiones egoicas.
¿ Por qué fallamos ? ¿ Por qué nos equivocamos ? Por estar desconectados de la luz. La oscuridad acerca al caos, la luz acerca al orden. Lo más pesado no obstante, es que buena parte de los críticos acostumbran a estar más cerca de la oscuridad que de la luz, con lo cual sus expresiones son dudosas y poco creibles.
Cuando todo está bien no hay crítica. ¿ Y cómo podemos saber que todo está bien ? Observando su incidencia en las partes y el todo.
¿ Qué diferencia hay entre hacer una observación o una crítica ? La observación vendría a ser como un toque de atención, a veces de prevención según hayan acontecido los hechos o todavía no. La crítica es sobre hechos consumados donde se considera que se ha cometido algún error.
¿ Qué diferencias hay entre censura y crítica ? La crítica es habitualmente por discrepancias en el fondo y en la forma sin pretender que el autor haga lo que nosotros queremos. La censura, a parte  de no gustar el contenido, lo quiere suprimir, recortar o manipular para que al final quede com un vestido hecho a medida del gusto del censurador.
Con la inconsistencia imperante que nos rodea, sin duda hay infinidad de factores criticables, y justamente estan por que solo podemos ofrecer lo que tenemos, y si la calidad es ínfima, se pondrá de manifiesto en la expresión.
De forma innata el anhelo es instaurar lo idóneo en todo momento, por esto hay leyes, reglamentos y multas a la búsqueda de lo correcto. Lo que necesitamos es fijar la atención de manera constante para preveer las consecuencias en nosotros y en otros de palabras y acciones, pues aquí es donde radica la clave de todo para inclinar la balanza en un sentido u otro.