sábado, 29 de octubre de 2016

RENDIMIENTO

Rendimiento es uno de los principales retos a afrontar contínuamente. Todo lo existente en la naturaleza cumple una función y ha de hacer un servicio, de lo contrario seria inutil, y no hay nada creado al azar, siempre hay un propósito implícito.
En cualquier acción hay una pretensión, alguna cosa nos mueve en la búsqueda de obtener un fruto, una ventaja. Esforzarse sabiendo que será sin resultados sería absurdo, de una forma u otra en mayor o menor medida, detrás de los movimientos efectuados hay un fin a lograr.
Ya sea estudiar o trabajar, lo hacemos para conservar o incrementar recursos. La acción, con la capacidad ejecutora es la base, el rendimiento es lo que dará sentido a la preparación prévia.
El centro de operaciones es mental. A partir de una idea nos ponemos en movimento, interaccionando de forma diversa según cada caso con la finalidad de conseguir un objetivo.
El rendimiento es el acoplamiento entre lo ofrecido y lo obtenido, lo dado y lo recibido, aplicándose a cualquier ámbito de nuestro interés al que atorguemos valor.
Estamos diseñados para superarnos sin límites dentro del margen de maniobra individual de cada uno con las respectivas peculiaridades. A nivel físico hay un porcentaje reducido, pero el pensamiento es libre, y a partir de aquí es donde hemos de elaborar estrategias para extraer el máximo rendimiento de las facultades latentes en beneficio própio y de la sociedad.
Si nos acomodamos el ritmo se ralentiza, y al mismo tiempo las posibilidades realizadoras. El inconformismo ha de ser el motor dinamizador para ir un poco más allá cada dia. El rendimiento no se aplica solo a factores tangibles, tambien se hace extensible a factores intangibles mejorando la actitud y las formas de expresión conducentes a una armonia general creciente.
Estancarse es atascarse, y estar atascado es una obstrucción que impide avanzar, y si no avanzamos no hay rendimiento, por tanto hemos de buscar contínuamente la fluidez en todas las áreas, y la mejor manera es fijar el listón más alto actuando en consecuencia para que sea así.

domingo, 16 de octubre de 2016

AUTO EXIGENCIA

¿ El nivel de auto exigencia es alto, medio, bajo o inexistente en nosotros ? ¿ Qué consideramos necesario exigir ? ¿ Tendemos más a la exigencia o la indulgencia ? ¿ Porqué a menudo somos más exigentes con otros y más condescendentes con nosotros ?
La exigencia ha de tener como objetivo hacerlo bien, mejorar, introducir calidad, superarse. El desarrollo en cualquier área ha de llevar implícitamente un grado de exigencia, pues aprendizaje más esfuerzo, es lo que aporta resultados, y que estos sean más óptimos pide que vayan acompañados de exigencia, en definitiva disciplina y perseverancia.
No tenemos derecho a exigir maneras impecables a otras personas si nuestra actitud es laxa con expresiones mediocres. Si queremos pulcritud del exterior hacia nosotros, los primeros a crearla hemos de ser justamente nosotros.
La exigencia es como una cuerda en tensión. La cuerda floja no hará servicio, pero el exceso de tensión la puede romper, y esto significa encontrar la medida óptima entre poco y mucho que sirva al fin deseado.
Hay personas indolentes y voluntariosas, conformistas y inconformistas, líderes y seguidores. Para cada uno el término exigencia es relativo de acuerdo al propio carácter, gustos, aptitudes y aspiraciones. La diferencia entre la gente de éxito y la que no, a parte del talento que es básico, es la exigencia de introducir un refinamiento constante en lo que se hace.
La exigencia es un hecho natural. De pequeños se nos va educando gradualmente, primero somos muy tolerantes por la inmadurez y inconciencia de la infancia, y a medida crecemos en años, ciertos consentimientos anteriores ya no se pueden mantener, pasando a pedir responsabilidades, lo que supone exigir unas maneras de comportamiento respetuoso y armónico.
Sin exigencia no haríamos nada, no habría ambición para renovarnos, para introducir nuevas vertientes con mejores prestaciones. Querer más, ser mejor, ha de estar siempre presente, haciéndose extensible en todos los ámbitos, saber alimentarse, introducir métodos cada vez más saludables, estar en forma mental y física, instruirse constantemente ampliando las facultades sin límites, substituir déficits por superávits, vicios por virtudes.
Según la exigencia, acoplada a las habilidades y recursos dinamizadores, nos dotaremos de las prestaciones que nos acompañarán. La calidad o ausencia de ella en lo que nos rodea depende estrechamente de la exigencia aplicada en cada caso.