Estamos inmersos en un marco entre imposiciones y libertad. Nuestras capacidades pueden ser ilimitadas, pero siempre estamos mostrando nuestras limitaciones, moviéndonos en un campo de operación restringido.
Disponemos de unas aptitudes y unas carencias. Las carencias hacen surgir determinadas imposiciones, y las aptitudes la libertad para instaurar lo correcto.
El ámbito de acción contiene diversas imposiciones. La naturaleza, el clima, nos ofrecen unas prestaciones, y nosotros hemos de acoplarnos a estas lo queramos o no. Las imposiciones vienen del exterior en relación al colectivo, la libertad reside en el interior en relación a la individualidad, y en esta dualidad hemos de encontrar las medidas óptimas para no quedar supeditados a excesivas imposiciones que condicionen la libre elección.
Hay imposiciones generales dirigidas al bien común con la finalidad de un orden, una concordia, una prestación de servicios. Y tambien hay imposiciones personales con un afán de dominio sobre otros, y es aquí donde pueden surgir los conflictos. Querer satisfacer deseos en base a ideales, intereses, creencias, haciendo uso de la fuerza en vez del diálogo y el respeto para instaurar un modelo, unas pautas, diluyendo las del contrincante por que no gustan y molestan, nunca es eficaz.
¿ Todos estos dictadores dogmáticos como saben que sus criterios son los buenos y los idóneos ? ¿ Lo pueden demostrar en la práctica ? ¿ Cual es el fin a conseguir ? ¿ Es necesario y verdaderamente útil lo que se pretende imponer ? ¿ Aporatará unas condiciones más justas ?
La inmadurez, el incivismo, el vandalismo de unos cuantos solo hace que reducir la libertad individual incrementando cada vez más las imposiciones como método de prevención por la incapacidad de aniquiliarlas. Y los estados con sus dirigentes al mando, aprovechan la situación para ir recortando derechos en virtud de excusas diversas, donde el margen de maniobra está supeditado a un encotillamiento más grande.
Los que imponen son como unos padres que les dicen a los hijos qué han de hacer y por donde han de ir, cuando las evidencias ponen de manifiesto que estos supuestos " padres " salvadores, muestran constantes incoherencias, mucha incompetencia y mucha ceguera, pero desgraciadamente esto es lo que hay, asistiendo con impotencia ante situaciones absurdas incapaces de enderezarlas desde la ciudadania.