domingo, 27 de mayo de 2018

ENTRE LA SABIDURIA Y LA IDIOTEZ

En hebreo la palabra MELEJ significa " rey ", y si cambiamos el orden y escribimos LEMEJ significa " idiota " ¿ Qué expresan estas diferencias ? En la palabra MELEJ la letra MEM inicial está asociada a la cabeza, indicando que el " rey " antes de emitir un dictámen reflexiona para ver en perspectiva la situación y decidir como actuar con coherencia, rectitud y justicia.
La letra LAMED inicial está asociada a las emociones. Si alguien antes de pensar se deja arrastrar por el aspecto emocional a causa de unos hechos o palabras, no puede ver con claridad el contexto con imparcialidad, y en vez de un razonamiento lúcido se manifiesta la vertiente instintiva de aquello que se ve amenazado.
Los que estan bajo la influencia de la MEM no pretenden ganar ni imponerse a la fuerza, quiren debatir ideas, argumentar, intercambiar posiciones civilizadamente a fin de encontrar alternativas que permitan mejorar áreas que necesiten una transformación cuando se constata que el contexto actual no sirve, y seguir igual no solo no lleva a ningun lado, sino que va degradando y empeorando más la situación.
Los que estan bajo la influencia de la LAMED solo se enfocan en desprestigiar a cualquier adversario que no diga ni haga como ellos quieren. Es una actitud de rabieta constante de niño pequeño consentido que ha de hacer siempre lo que quiere y los demás existen para servirle en sus caprichos.
Mientras la MEM muestra buenas maneras, respeta las diferencias, quiere soluciones pacíficas y democráticas, la LAMED se dedica a descalificar sistemáticamente, hace aflorar la versión más primaria, distorsiona y lo adapta todo a su gusto con tal de conseguir satisfacer un deseo insaciable de imponer su voluntad aunque suponga pisar derechos y lo que se ponga por delante.
La eterna lucha entre civilización y barbarie, entre sabiduria y necedad, entre conocimiento e ignorancia, entre luz y oscuridad, entre los que quieren armonía y los que para satisfacer como sea unos privilegios conseguidos con violencia, no dudan en mantener la tensión, el enfrentamiento y el caos, bajo la premisa de unos objetivos miserables.

lunes, 14 de mayo de 2018

LOCURA NORMALIZADA

Sea cual sea la época a través de la historia, siempre estamos inmersos en alguna especie de locura, cuando no de una manera de otra, y por más avances sociales a lo largo de los siglos, nunca desaparece este comportamiento alocado en forma de caos, malestar y constantes polémicas.
En este contexto de Sodoma y Gomorra donde el bueno es malo, el malo es bueno, donde los justos pasan por injustos, y los injustos por justos, donde los inocentes van a la carcel y los culpables estan fuera, donde los gangsters campan a su aire instaurados en lugares de poder, y los que deberían protegernos se convierten en un peligro, donde llevar la contraria al amo expone a un via crucis que se puede convertir en una pesadilla, resulta que esto es secundado por miles de personas que lo encuentran plenamente normal y consideran que estos disparates tendrian que ser más grandes.
Una locura que se esparce progresivamente sin freno, donde sus artífices parecen totalmente desbocados deseando incluso incrementarlos hasta llegar al éxtasis. Personas universitarias que deberian manifestar coherencia y una formación, y cuando observas lo que dicen y hacen te preguntas si es que han bebido.
La locura ha llegado a tal nivel, que un delincuente común a su lado es un auténtico aristócrata. Una vez perdido el sentido común es como abrir la compuerta de un pantano, ya no es posible regresar de nuevo el agua donde estaba, y se lo lleva todo por delante con fuerza.
El inepto es el que manda cuando debería ser mandado. Quine tiene talento está arrinconado, y el mediocre ocupa cargos por los cuales no está capacitado. La gente honrada es observada con lupa, y se hace la vista gorda con los infractores. Las buenas maneras estan bajo sospecha, y la agresividad se premia.
Los verdugos tergiversan los hechos convirtiéndose en victimas, y las victimas reales se convierten en culpables para que la barra libre nunca se pare. Los que cortan el bacalao tienen impunidad, y un ciudadano cualquiera que no se ajuste a sus postulados más vale que se prepare en este contexto de abuso y de indefensión permanente.