domingo, 26 de junio de 2022

LAS CONSECUENCIAS DE LOS ESTALLIDOS EMOCIONALES

 Las reacciones recibidas por comentarios o hechos  si desembocan en formas airadas puede comportar consecuencias nocivas para el emisor y el receptor. La no conformidad, el no agrado, según la valoración y el carácter de quien se siente ofendido, puede generar un clima crispado y el tono de de quien ha pronunciado unas determinadas palabras o ha ejectuado unas acciones, lo que podía acabar en un episodio más o menos acertado se convierte en tensión y agresividad dificil de calmar y liquidar.                             Se ha de observar cada caso, no obstante es habitual que el sujeto que se considera maltratado lo es a causa de una auto importancia. Si se trata de elogios adelante, si se trata de críticas o simplemente observaciones discrepantes ya se organiza un terremoto. Es lo que pasa cuando persiste la inmadurez y todo aquello que desagrada resulta insufrible.                                                                                                 Demasiada gente está inmersa en una vida superficial, centrados en banalidades improductivas donde falta un verdadero conocimiento de uno mismo que permita ver, entender y nos ponga en contacto con nuestra singularidad. Pendientes solo de unas supuestas sensaciones gratificantes, con unos objetivos materiales limitados, no nos hemos de extrañar de las locuras diarias que van arrastrando a su paso caos y desgracia.  La sofisticación técnica que nos rodea no frena el incivismo y la falta de educación ni saber tratar o otros respetuosamente. La raíz de todo es la baja formación y el culto al ego, un riesgo potencial que conduce  a menudo a los diversos dramas cotidianos.                                                                                                       Unas palabras o unas acciones que pueden ser acertadas o no, pero son una oportunidad para observar y contrastar visiones diferentes. La reacción decidirá el desenlace. Lo podemos recibir con interés, indiferencia o menosprecio, y después del estallido emocional no hay ni satisfacción ni aprendizaje, solo malestar para defensar un ego herido.

domingo, 12 de junio de 2022

ESTALLIDOS EMOCIONALES : no gusta lo que dicen o hacen otros

Es lamentable observar los episodios habituales de rabietas por tonterias. Lo más irrelevante se eleva a gran ofensa para quien lo recibe, y así en cualquier ámbito, no solo en los constantes episodios políticos esperpénticos, tambien en las relaciones familiares, de pareja, de amistad o con quien sea.                          La etapa infantil vinculada a la Luna rige las emociones.Cuando somos pequeños todo lo queremos deprisa, de forma egoista y a nuestro gusto, pero hemos de tener en cuenta la dependencia, la inconciencia y la inmaduez que lo rodea. A medida se incrementa la edad tambien lo ha de hacer el conocimiento y la responsabilidad, y estas reacciones de la primera fase vital no pueden mantenerse indefinidamente con el paso del tiempo.                                                                                                                                                Estamos capacitados para lograr un desarrollo mucho mayor de lo que conseguimos, y si no es así no es a causa de tal o cual cosa, de este o del otro, es por el auto centrismo egoico incapaz de una visión de largo alcance que facilite el encaje entre las pretensiones personales y las colectivas para que desemboque en un beneficio recíproco. Es un reflejo de sociedad inmadura las reacciones propias y ajenas cada vez que no se produce lo que nosotros deseamos. Pretender que los demás digan o hagan a nuestro gusto es más bien una actitud dictatorial. Y desgraciadamente todos los problemas de relación tienen origen en esta postura egoica inmadura.                                                                                                                                             Los deseos se vinculan al cuerpo astral, ubicado entre el cuerpo físico y el cuerpo mental. Si los deseos forman parte de la naturaleza inferior nos focalizaremos en nuestros intereses desentendiendonos del bien común, y las consecuencias seran las que conocemos sobradamente en forma de disputas, peleas, polémicas y un fuerte malestar. Si los deseos provienen de la naturaleza superior, la parte mental nos indicará la postura idónea a adoptar para que el enfoque, el desenlace y el resultado desemboquen en una armonía entre lo particular y lo colectivo. Para lograr este nivel hemos de trascender el infantilismo que hace reaccionar airadamente perpetuando las disonancias de todo tipo, y convertirse en auténticos adultos no solo por edad, sino por comportamiento propiciado por la visión de conjunto pensando en lo que sea mejor en cada contexto  y no en la gratificación personal.