Nos quejamos irritados fácilmente por insignificancias que elevamos a una categoria descomunal, reflejo de la estrechez imperante de unos conceptos valorados desmesuradamente por falta de amplitud. Todo se reduce a lo que pienso, creo y valoro desde una óptica del ego. ¿ Qué es punible ? ¿ Qué se considera impuro ? ¿ Quien sabe distinguir perfectamente entre lo correcto y lo incorrecto ? Lo que puedo hacer y lo que no, lo aceptable y lo inaceptable. Unas palabras, unos gustos, una forma de vestir. ¿ Qué ofende ? ¿ Qué es inapropiado ? ¿ Por qué motivo ? Cada palabra, cada expresión, cada acción, se examina con lupa, donde lo insignificante toma medidas descomunales. Se reacciona exageradamente a tonterias, y después se pasan dias y dias dando vueltas a anécdotas puntuales tratando el caso y los supuestos infractores como demonios. Estamos desvariando, inmersos en la época del puritanismo exacerbado. Todo puede ser puesto en entredicho, y es igual que sea comedido, si no gusta lo que decimos o hacemos enseguida el dedo acusador apunta y quiere dictar sentencia, y esta ha de ser ejemplar, lo más dura posible. Hay policias de la moral vigilando la vestimenta, y tambien los que velan por la santidad de formas y esencias patrias. Es mejor guardar distancias, no poner la mano en según que sitios ni que se pueda interpretar que forzamos a alguien a hacer lo que no quiere. De un lado no se está dispuesto a tolerar lo que se considera una infraccción, y de otro los que son del mismo lado ideológico pueden mostrar auténticas barbaridades pero estas son apropiadas donde la libertad de expresión es su aval, y si los oponentes hacen como ellos, entonces censura, querellas y petición de castigo severo. Hay personas que traspasan límites cuando la conducta es intimidatoria, invade el terreno del otro, pone en riesgo la integridad física, y cada caso se ha de observar individualmente para extraer conclusiones y emitir veredictos con fundamento. Nunca será posible una unanimidad cuando detrás el punto de mira los criterios y valores se sostienen por la moral, la ética o una determinada religión. Cuesta mucho ser ecuánime y imparcial cuando se está impregnado hasta lo más profundo de unos conceptos arraigados con una visión a menudo reduccionista incapaz de ampliar la perspectiva y mostrar más misericordia en lugar de la máxima severidad.. ¿ Todas las leyes son justas ? ¿ Todos los jueces son infalibles ? Los perseguidores de las buenas maneras, en todo momento, ahora y siempre, lo que dicen y hacen es perfecto ? Si las leyes tienen carencias o son incorrectas. Si los jueces acostumbran a moverse por las propias valoraciones. Si los integristas no son impecables, entonces ¿ como se ha de proceder para instalar la pureza ?
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
domingo, 17 de septiembre de 2023
PURITANISMO EXACERBADO
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