jueves, 29 de agosto de 2024

LOS DELITOS SON DESEOS ERRÓNEOS DEL EGO

Delinquir supone transgredir las leyes dirigidas a instaurar orden y justicia creadas para evitar el caos. Todo lo que nos rodea está sometido a unas leyes para que impere la armonía, y si se vulneran la discordia rompe esta armonía.                                                                                                                                         Todos tenemos lo que necesitamos a cada momento. Pretender más es decir que hay un error en la supervisión individual asignada a cada uno. Es un deseo que surge de la ignorancia creyendo en unos derechos a disponer de ciertas gratificaciones. Nada más lejos de la realidad, por que conseguir unos objetivos está en función de unos méritos. Queremos cosas de alguien utilizando métodos coercitivos, agrediendo, perjudicando o deteriorando valores o la integridad física, son actos despreciables que denotan bajeza rompiendo reglas básicas de convivencia. Empezando por apropiacion indebida siguiendo con falta de respeto y perturbación de la paz. En la búsqueda de apoderarse de lo que no es suyo deteriora al sujeto perdiendo virtudes diversas por el camino más valiosas que cualquier botín conseguido a la fuerza para saciar unos instintos.                                                                                                                                         Una caracteristica punible es que el delincuente busca el beneficio personal a costa de la pérdida de otro. ¿ Puede haber un fondo más miserable que este ? El máximo exponente de egoismo y desconsideración instaurador de negatividad por lo que comporta el deseo, la acción y el resultado.                                        ¿ Qué se quiere obtener ? Satisfacer un deseo primario. Puede ser sexo, dinero, afán de dominio, venganza. Lo que no entienden o desconocen estos individuos es que si no se tiene lo anhelado es por que no les corresponde, por que si fuese lo contrario de una forma u otra les llegaría.                                          Se dice que un espíritu de locura se introduce en la persona que le impulsa a delinquir. Y realmente es así, por que no solo transgreden diversas leyes, sino que el peaje posterior a pagar es mucho mayor que la supuesta ganancia. No solamente pone en peligro la pérdida de libertad, multas u otras disposiciones, es la deuda a reparar con las personas, medios o el entorno que haya perjudicado, a parte del karma acumulado a pagar en la forma y tiempo que no sabemos cuando se presentará.

jueves, 15 de agosto de 2024

LA APORTACIÓN MÍNIMA DE CADA UNO ES QUIEN NOS PERMITE VIVIR

Dentro del inmenso universo del cual solo conocemos una parte ínfima, estamos rodeados de diversos reinos con su evolución y  aportación. Cada uno tiene unas funciones que participan en el intercambio para una alimentación retroactiva. Cómo se han forjado las peculiaridades y las prestaciones de cada especie es un misterio como muchos otros, pero observando en una inmensidad desconocida, constatamos que nuestras carencias y dependencias que no podemos cubrir individualmente, las obtenemos gracias a la contribución de todos en conjunto.                                                                                                                   Personalmente solo somos capaces de ofrecer aportaciones minúsculas, y el resto depende de múltiples conexiones que nos nutren en la obtención de recursos. Para mantenernos físicamente y actuar solo lo podemos hacer por nosotros mismos, pero respirar, comer y beber lo conseguimos por que el entorno lo proporciona. Se puede decir que nosotros hacemos el mínimo esfuerzo, por que el máximo esfuerzo en nuestra continuidad proviene del exterior. Somos como una gota de agua en medio del océano, evidenciando que las pretensiones de grandeza son una muestra de ignorancia y de inconciencia para hinchar el ego. Deberíamos percatarnos de lo que hacemos, de qué queremos, a donde nos conduce, constatando lo poco que somos capaces de conseguir detrás de las banalidades mientras se nos escapa la substancia de lo que deberíamos buscar.                                                                                                         Nuestra insignificancia dentro de la inmensidad se manifiesta en la incapacidad de mostrar una evolución paulatina. Invirtiendo tiempo en tareas vacías de contenido no ampliamos conocimientos, impidiendo mejorar en las áreas donde tenemos déficits a corregir. Y así acumular dias que tiene el objetivo de substituir lo prosaico por lo refinado, no entra en los planes de la mayoría. Vamos contribuyendo a mantener unas condiciones dirigidas a seguir vivos, pero esto es solo el envoltorio. El propósito es la transformación cualitativa haciendo uso de los recursos y la capacidad ejecutora que desvele de contenido los esfuerzos de nuestra peculiaridad y función en medio del resto de contribuyentes diversos, donde cada uno hace su papel y servicio lo veamos o no.