jueves, 19 de diciembre de 2013

VIGILANCIA

Vigilar es una necesidad de prevención. Los animales movidos por el instinto captan señales que les permiten pasar al ataque o a la defensiva. Nosotros, como humanos, utilizamos más la parte mental, nos apoyamos en el discernimiento para efectuar los pasos oportunos que nos aporten seguridad.
La mayoria enfoca la vigilancia únicamente a los movimientos corporales, pero la vigilancia empieza en el interior. Las impresiones las recibimos del exterior impactando en nosotros, y según lo encajamos expresaremos a continuación una determinada actitud.
Hemos de estar atentos a los movimientos que se producen en nosotros, observar si nos calman o alteran, si nos hacen sentir bien o mal, si es un enfoque egoista o altruista. Como sea la base será la acción, por lo tanto si el origen es armónico así será lo acontecido, pero si la raiz tiene connotaciones conflictivas, el resultado tambien lo será.
De la abstracción a la concreción. Primero se produce un pensamiento, a continuación una fase intermedia que sospesa si lo queremos o no, si nos gusta o no, si nos conviene o no, y una vez decidimos, la acción ha de concretar en hechos.
Vigilar pide concentración, agilidad en decidir, en moverse oportunamente. Lo que nos rodea ejerce una función, esto limita el espacio, y en los vacíos es donde hemos de encajar con otras personas, animales, objetos, etc.
Cuando nos metemos en problemas, del tipo que sean, es consecuencia de no haber vigilado debidamente lo que pensábamos, lo que sentíamos y lo que hacíamos con las connotaciones que acaban reportando. Esto nos ha de servir de aviso, revisar la causa y ver donde hemos fallado.
Los peligros pueden aparecer en cualquier momento, de la manera más insospechada, bien por los propios movimientos o por factores externos, vigilar es fundamental para preservar la integridad. Y exactamente lo mismo trasladado a pensamientos y sentimientos, si dejamos que entre suciedad, las experiencias estaran también en consonancia a lo almacenado internamente.
Mucha gente no toma conciencia de lo que dice, de lo que hace, de lo que desencadena a continuación, de aquí el ambiente caótico y las constantes polémicas.
Ya se dice en las Escrituras " vigilad, porque el diablo, como un león rugiente, está dispuesto a devoraros "
En la vertiente interna hemos de vigilar, donde podemos estar en peligro, pues si no hay atención podemos ser devorados.

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