miércoles, 30 de diciembre de 2015

PRODUCIR Y SERVIR

En un entorno de intercambios y dependencias, para que no se pare el proceso de mantenimiento nos hemos de dotar de unas facultades para producir, y con estas disponer de recursos como un medio para efectuar transacciones.
Cada uno ofrece unas singularidades, en una cadena de conexiones constantes, las partes nutren al conjunto y el conjunto a las partes. No podemos escapar del círculo, las mermas son la clave para esforzarnos, para relacionarnos, aportando unos servicios a quien lo pida o necesite para acceder desde las respectivas individualidades a las prestaciones deseadas.
Estamos aquí para ser útiles, y para serlo es preciso adquirir una formación que facilite ofrecer lo que otros no hacen aportando un provecho, para nosotros y el interesado.
Y exactamente el mismo proceso se aplica en el trabajo interior. En la vertiente mundana es clara la interacción a través de oferta y demanda, y en el ámbito particular la producción la hemos de forjar dentro, mejorando contínuamente las bases. La manera de pensar, de sentir, de hacer, se han de revisar a diario para generar cada vez unas vibraciones más refinadas a fin de mostrar una visión más favorable en los resultados derivados de la conducta.
Más producción no es sinónimo de más servicio. Servir es una cuestión de calidad, donde puede haber una completitud considerable entre lo considerado mucho o poco, pero siempre ha de aportar algun tipo de bien.
Pasamos una etapa formativa, una activa y una contemplativa o de retiro. Cada una de ellas nos prepara de acuerdo a las exigencias del momento, tratando de aflorar el potencial latente para que reporte beneficios y satisfacción. La realización se extrae de la capacidad de producir y servir, es nuestra función y el medio para desarrollarnos. Por tal motivo hemos de procurar preservar las condiciones óptimas físicas y mentales para que de una u otra forma siempre nos acompañe el anhelo de seguir produciendo y seguir sirviendo.
Cuando se deja de producir y de servir nos retiran, dejamos de hacer la función por la cual estamos aquí, y entonces para que no se pare el ritmo vital se produce la transformación en forma de reciclaje.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

LLENAR VACIOS SABIAMENTE

¿ Cual es el detonante de nuestros movimientos ? Una necesidad o un deseo. La necesidad puede ser primordial, el deseo en ocasiones básico y otras secundario. Se deberá observar cada caso para dilucidarlo.
No lo sabemos todo ni lo tenemos todo, solo sabemos alguna cosa de algunos temas, y tenemos algunos recursos de la inmensidad circundante. Acceder a este mínimo conocimiento y dotarnos de unos bienes, supone llenar unos vacíos para cubrir lo que queremos.
Estamos inmersos en una especie de círculo obligatorio, donde cada dia recomenzamos nuevamente un poner y sacar para seguir presentes, y en el medio es donde hemos de descifrar nuestra función individual para integrarla en el colectivo. Las nuevas adquisiciones, extraídas del aprendizaje o las ganancias económicas, son intermediarios que sirven de apoyo para el objetivo de desarrollo personal y contribución social.
Nunca hay plenitud en nada en esta dimensión material. Podemos ejecutar grandes obras una vez tras otra si estamos dotados de talento para hacerlo. El abasto de hasta donde podemos llegar es inimaginable, siempre hay vacíos pendientes de cubrir, si no es en el conocimiento es en algun tipo de actitud a mejorar, en ser más cuidadoso en determinadas áreas, tener un trato más correcto con ciertas personas, substituir debilidades, corregir defectos.
Contínuamente sigue el proceso que se encadena entre lo dejado atrás y lo pendiente de ejecutar. Ir llenando vacíos momentáneamente para mantener el presente con garantías, pero esto es una rueda imparable donde descansamos solo cuando dormimos.
Se trata por tanto de generar calidad con lo extraido de las experiencias pasadas, y así las nuevas situaciones nos podrán dotar de más facilidades realizadoras.
¿ De verdad que lo que pensamos que necesitamos es necesario ? ¿ Todos los  deseos son naturales y benéficos ? Hemos de tenerlo claro para dirigir los esfuerzos en la dirección oportuna. Mantener vicios, tener ciertas dependencias, señala vacíos que queremos compensar; pero esto no eliminará la raíz de fondo que lo genera.
Hemos de llenar vacíos aprendiendo constantemente, haciendo más de lo que se ha hecho, exigiéndonos más pulcritud, más corrección, más precisión; pues en definitiva el tiempo de que disponemos es justamente para lograr una mejor versión de nosotros en todos los apartados. Este es el propósito y los esfuerzos se han de encaminar en este sentido.