miércoles, 27 de diciembre de 2017

JUICIOS ( II )

¿ Qué juzgamos ? ¿ El hecho, la persona, el resultado, o las tres cosas ? ¿ El qué, el como, el fondo, la forma ? ¿ Bajo qué parámetros se pueden considerar justas las apreciaciones de acuerdo al lugar, costumbres, cultura, con las peculiares valoraciones de cada idiosincracia ?
¿ Hay algun método que asegure un juicio justo ?  ¿ Porqué unos quieren dureza y otros son condescendientes ante el mismo hecho ? ¿ Por qué unos ven infracción y otros inocencia ?  ¿ Quien está en lo cierto ? ¿ Quien discierne correctamente ? ¿ Quien ve las cosas con claridad, sin influencias partidistas y es ecuánime en la observación y conclusiones ?
Todo lo que pasa es exactamente lo que ha de ser en este momento, y partiendo de esta premisa, lo que " vemos " como actos punibles, posiblemente solo es una parte de un plan más largo entre un inicio y un desenlace para ir a un contexto mejor. ¿ Entonces, podemos asegurar que lo incorrecto es realmente incorrecto, y lo que en ocasiones puede parecer injusto es realmente injusto de acuerdo a una película mayor que las simples apreciaciones del momento ?
Todos opinan, todos critican, todos ven cosas mal hechas desde su óptica, sus ideas, criterios, conciencia. ¿ Cuantos de estos son capaces de emitir veredictos sensatos, ecuánimes ?
¿ El género humano acostumbrado a moverse por intereses, puede ser fiable en juzgar cuestiones que son opuestas o se alejan de sus gustos y deseos ?
Quien no predica con el ejemplo no está capacitado para juzgar, sólo aquel que es recto tiene la fuerza moral para hacerlo.
" No juzgueis y no sereis juzgados " es el exponente de que todos hemos de velar por la pulcritud, y todos estamos aquí para corregir impurezas.
Juzgar correctamente requiere tres factores : rigor, compasión y el equilibrio entre ambos. Si prevalece el rigor sin compasión, al final no se puede ser justo.
Juicio representa ocultamiento de misericordia. Esto significa que detrás de los hechos hay un propósito que nos conduce a una expansión de conciencia y a unos cambios que aporten mejoras en el pensamiento y en la acción.


martes, 12 de diciembre de 2017

JUICIOS ( I )

Si hay alguna cosa en común entre todos es el impulso a juzgar cuando escuchamos comentarios o vemos ciertas acciones consideradas incorrectas desde nuestra óptica individual.
¿ Por qué juzgamos ? Por el anhelo de perfección. ¿ Cómo alguien imperfecto puede saber lo que es realmente perfecto ? Imbuidos por el ego que cree estar en lo cierto, guiados por unos deseos e intereses personales, limitados y condicionados por numerosas influencias, nos atrevemos a emitir veredictos de un todo cuando ni tan solo tenemos acceso a todas las partes.
Leyes, decretos, reglamentos, se instauran para establecer un orden, ya que de lo contrario seria un caos. No obstante, estas mismas leyes no son totalmente impecables, y en diversas ocasiones se constata lo injusto de lo que en un papel puede parecer justo.
Juzgamos hechos a través de acciones y/o palabras, que pueden derivar en unas consecuencias que pongan en peligro, causar daño o romper la armonìa. Pero, ¿ que pasa cuando el juez especula o distorsiona la realidad de acuerdo a su óptica visual, a sus gustos, a sus criterios, y en vez de ser ecuánime es parcial ?
¿Qué credibilidad puede tener alguien que manipula los hechos y lejos de poner remedio a un situación la empeora ?
¿ Cómo se puede pretender instaurar lo correcto cuando el veredicto no se ajusta a lo acontecido constatando claramente su incorrección ? ¿ Cómo alguien que ostenta un cargo de gran responsabilidad para distinguir claramente lo que es una infracción o no, puede errar de manera que el defensor de la ley incumpla la misma ley ?
En un caso demostrado con pruebas irrefutables, la finalidad de juzgar no ha de ser escarmentar o vengarse, sencillamente que el infractor tome conciencia y sirva de enmienda cara al futuro para no sufrir ni el ni los involucrados directamente o indirectamente las consecuencias de las acciones.
Los encargados de impartir justicia deberían tener conocimientos sociológicos para contrastarlo con sus ideas y ampliar la visión sobre lo que han de valorar para ser equitativos en el diagnóstico.
Las leyes se redactan de forma generalista com si todos fueran iguales, pero cada caso es diferente, debiendo sintonizar el espíritu de la letra con la persona implicada, las circunstancias, la intención y el resultado que haya comportado. No ceñirse estrictamente a lo que dice la ley, sino a la verdadera eficacia de esta teniendo en cuenta todos los factores.