¿ Qué queda de todo lo experimentado ? Sea lo que sea, de todo solo se preserva una mínima esencia.
De los alimentos ingeridos solo lo indispensable para el buen funcionamiento orgánico es lo que se mantiene, y lo que no sirve se elimina.
Si asistimos a una conferencia, al final solo recordaremos algunos matices, y al cabo de unos dias aun se desvaneceran más.
De lo aprendido en un curso por más dominio que lleguemos a obtener, retendremos solo una parte, el resto se olvidará por el camino.
¿ Qué guardamos en la memoria de un viaje ? Por más que nos haya gustado, finalmente solo destellos de un paisaje, un monumento, un restaurante. Muy poco comparado con todo lo visto.
De un encuentro amistoso, de debates enriquecedores, por más que en su momento los hayamos disfrutado, una pequeña fracción es la que permanecerá si es que queda alguna cosa al cabo de un tiempo.
¿ Qué hemos aprovechado realmente del dia ? ¿ Qué rendimiento hemos obtenido ? ¿ Es más lo derrochado inutilmente en ocupaciones banales o en acciones edificantes ?
Ni sacamos provecho de nuestro potencial ni de todo aquello que está a nuestro alcance. Persiguiendo trivialidades estamos desconectados de lo esencial. Poniendo el secundario como objetivo, por el camino perdemos el primordial.
Solo se preserva lo sutil de lo que vivimos, lo que es o puede ser útil. Tambien recuerdos desagradables, y justamente si se mantienen es para desvelar la conciencia y descifrar el mensaje para que pase a formar parte de la sutileza.
Vamos malgastando lo valioso como si no lo fuera, volcándonos en lo que es prescindible por la superficialidad imperante, y al final todo quedará diluido si no hemos sabido alimentar y cultivar lo esencial.
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