viernes, 27 de diciembre de 2019

TODO QUEDA ATRÁS PERO DEJA HUELLA

En el universo nada queda en el olvido, todo se graba en el registro akáshico desde tiempos inmemoriales. Esto nos indica que desde lo más insignificante a lo más relevante es importante. Esto debería hacer aflorar en nosotros una prudencia inmensa antes de decir o hacer según qué por las consecuencias posteriores. Es la inconciencia y la ignorancia quien nos hace ser temerarios. Solo hace falta comprobar el dia a dia para constatar como de unos temas de bajo calado acaba desembocando en autenticas barbaridades.
Tenemos libre albedrío antes de ejecutar una acción o pronunciar una palabras. Una vez expresadas o movilizadas, ya no es posible hacer marcha atrás como tampoco lo es volver el agua donde estaba si se han abierto las compuertas que la retenían.
Los atracadores, estafadores, asesinos, pueden estar tranquilos antes de actuar, pero una vez los hechos se han desencadenado la tranquilidad se ha terminado.
Si aquellos que quieren delinquir saben perfectamente a que se exponen ¿ vale la pena arriesgar la vida o coartandola en la prisión ? 
Se dice que es un espíritu de locura que se instala en la persona la que impulsa a transgredir, y es cierto si comparamos lo poco que se puede ganar temporalmente y lo mucho a perder a largo plazo, es sin duda producto de un desequilibrio.
En cuestión de segundos se puede pasar de la normalidad a una pesadilla, todo por un impulso y unos deseos perjudiciales.
Somos responsables de lo que hacemos. Lo manifestado tiene consecuencias y se han de asumir, y sabiendolo hemos de pensar muy bien qué decimos y qué hacemos por que dejará huella, y esto afectará positivamente o negativamente.

jueves, 12 de diciembre de 2019

SOCIEDAD EN JAQUE

Rodeados de inmensas posibilidades resulta que millones de personas viven precariamente o en la pobreza. Dotados de unas herramientas altamente sofisticadas, las hacemos servir en muchos casos en tonterias perdiendo el tiempo inutilmente.
Unos cuantos con una codicia desmesurada, pretende vivir con los máximos placeres y comodidades, poniendo en peligro el planeta, y estos anhelos desbocados se pueden convertir en su propia destrucción.
Todos deseamos un bienestar, y esto pide un equilibrio entre la acción y el resultado. Queremos una cosa y generamos la opuesta por que el planteamiento es erróneo desde el origen. Pensar y hacer centrados únicamente en los propios beneficios particulares ha sido y es la causa de desaveniencias y problemas de todo tipo.
Cada época ha tenido sus dificultades, hemos podido pulir ciertos aspectos al cabo de muchos años, porque los humanos son especialistas en repetir errores hasta la extenuación.
Recursos que se degradan, y mientras los depredadores luchan afanosamente por unos bienes materiales que deberán dejar, impera el malestar en todos los ámbitos por que no sabemos comportarnos con la debida corrección.
Los gobernantes son escogidos por el pueblo. ¿ Y cual es el nivel imperante ? De mediocridad, que es el reflejo de los electores, con algunas excepciones. Si desde la base es esto lo que prevalece, no nos hemos de extrañar de los dirigentes en consonancia con sus electores.
Protestamos, nos quejamos, nos sentimos víctimas, hacemos reclamaciones de casi todo, y a menudo no sirve de nada o en todo caso a muy largo plazo después dee una insistencia persistente. Hemos de tener claro que hay una causa y un efecto, y si no vamos a la raíz modificando lo preciso, solo pondremos parches que es la opción habitual.
No sabemos encontrar las medidas óptimas por los intereses personales, por la inconciencia, por no percatarnos de las consecuencias en uno mismo y en el entorno, y por lo tanto no es de extrañar que vayamos de conflicto en conflicto por la incapacidad resolutiva producto de una visión estrecha y limitada enfocada únicamente en la vertiente material.
Una sociedad en jaque si no despertamos de la ilusión que nos mantiene en la letargia. Algunos tal vez no formen parte, pero el resto está condenado si no se hacen los cambios indispensables para salir del círculo vicioso.