sábado, 12 de septiembre de 2020

PALABRAS Y ACCIONES ( I )

Nos expresamos mediante palabras y acciones. El origen es el pensamiento, y este es posible gracias a las palabras, encontrandonos con el dilema de quien fue primero si el pensamiento o la palabra. Las palabras se encargan de identificar, relacionar y enlazar lo que nos rodea, y el pensamiento es quien ordena.
Pensamos a través de palabras, sin estas no seria posible establecer conexiones entre nosotros y el entorno. Las palabras conectan la semilla y el fruto. En lo que se dice hay un componente mental y uno de sentimental según de lo que se trate.
En primera instancia nos puede atraer alguien por la belleza, y caso de establecer una relación, las palabras y las acciones son quien finalmente nos acercaran o alejaran, por que las interacciones se hacen por la combinación de ambas.
Hombres y mujeres se enamoran por unas palabras y unas acciones que otorgan un valor según cada cual. Y observando lo que nos rodea, se pone el listón muy bajo si constatamos la conducta de estas personas. Y a pesar de todo emerge el ensueño.
La clave de sentirnos cómodos o incómodos, relajados o tensos, estriba en la afinidad que se establece entre los implicados. Acercarnos o alejarnos depende del encaje entre lo que pensamos y lo que queremos, con lo que se dice y se hace.
A la hora de escoger parejas o amistades, hemos de aspirar a un entendimiento, a una calidad de fondo, y viendo lo que predomina ¿ cómo es posible unas aspiraciones tan pobres ?
La mediocridad se constata en lo que se dice y hace, y a pesar de las evidencia, mucha gente se entusiasma por nada y se forman parejas sin que aporten intercambios enriquecedores. Los vínculos pueden durar años sin ir a ninguna parte, donde no hay ni desarrrollo ni beneficio por el vacío de base, ausencia de proyecto y la incapacidad de transmitir valores cualitativos.
Palabras y acciones significativas para unos pueden ser lo contrario para otros. Entonces no son las palabras o las acciones, son nuestras concepciones, nuestros ideales, que determinan su importancia o no.
Las palabras han de servir para clarificiar, instruir, empujar a mejorarnos. Las acciones han de ejecutar en hechos el aprendizaje previo para edificar nuevos presentes que expandan constantemente el potencial. Las palabras son el motor, las acciones la puesta en marcha.

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