Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
jueves, 12 de noviembre de 2020
PEDIR PERDÓN. ¡ Y DESPUÉS QUÉ ! ( I )
Cuando alguien pide perdón es por que se ha producido un error, una negligencia, un golpe, palabras desacertadas u otros motivos donde el infractor reconoce el malestar o perjuicio tomando conciencia con empatía que impulsa al sujeto a excusarse. Hay incidencias menores, de tamaño medio o grande, de acuerdo a la particular valoración de cada uno. El mucho o poco o nada depende de lo considerado importante y/o significativo Al no poder hacer marcha atrás no se puede restituir lo dicho o hecho con lo que haya comportado. Si hemos caído por un empujón, si nos han roto un vaso, si nos han humillado, diciendo perdón no modifica la experiencia. La pregunta es : ¿ se habría podido evitar ? Si todo lo que pasa tiene un propósito, seguramente el agredido y el agresor necesitaban hacer este papel de víctima y verdugo para tener la oportunidad de observar en profundidad donde puede estar el origen, desvelarlo y poder enmendar lo preciso. ¿ Acción de ida o de retorno ? ¿ Karma pagado por el agredido o karma nuevo para el agresor ? Deberemos averiguar comportamientos precedentes, formas de actuar, relaciones, que nos hayan llevado al episodio. Hay un doble reconocimiento cuando se dice perdón. La incorrección y la afectación de quien lo recibe. Si era para liquidar deudas pendientes, en vez de enojarnos por la molestia deberíamos agradecer al infractor la oportunidad de liberarnos de cargas de las cuales tarde o temprano de una u otra manera era conveniente deshacerse. ¿ El agresor lo es realmente ? ¿ El agreddo lo es realmente ? ¿ O es restablecer una armonía ? La duda puede planear, y es cuestión de seguir un proceso de acontecimientos de lo que hayamos manifestado. Incidentes insignificantes o relevantes, son señales. Hemos de estar atentos a los movimientos y a las posibles consecuencias. Los desajustes han de servir para tomar medidas de precaución gracias a la experiencia. Las formas chapuceras se han de aprovechar para reconducir expresiones o acciones. Pedir perdón es un buen sintoma que el infractor reconoce el error y su incidencia. Enmendarse es la aportación de concienciarse, pasando de la incorrección a la corrección. Cada episodio no impecable es una oportunidad para incrementar la atención, aprender y calcular mejor lo que decimos y hacemos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario