sábado, 26 de febrero de 2022

GRATIFICACIÓN PERSONAL PERJUICIO AJENO

 Todo lo que rompe la armonía es la consecuencia de no encajar adecuadamente lo que emerge del interior con el exterior, de no acoplar apropiadamente los deseos o pretensiones individuales respecto a alguien o el colectivo.                                                                                                                                                      Las aberraciones diarias diversas comportando efectos devastadores tienen origen en la ignorancia y en la inconsciencia, pues de no ser así ya no se procederia de dicha manera. Se quiere gratificar al ego imbuidos por las demandas de la naturaleza inferior instintiva y primaria al estar focalizado en tener, en recibir, centrados únicamente en uno mismo, desconsiderando al prójimo, causa la afectación de tales acciones con diversas repercusiones según cada caso.                                                                                                   Lo que rompe la unidad, la concordia, el fluir natural, introduciendo métodos distorsionadores, es la derivada de los conflictos personales y sociales. Hay muchas maneras de perturbar el orden y la paz : asesinar, blasfemar, robar, engañar, jurar en vano, hacer lo que no toca, difamar, corto circuitos que alejan la conexión con la vertiente espiritual. Esta diversidad si nos fijamos en observar la finalidad que se pretende en cada una, vemos claramente el anhelo de una gratificación personal y el perjuicio ajeno derivado de la acción cometida.                                                                                                                     Satisfacción temporal insatisfacción duradera es lo que tarde o temprano comporta transgredir las normas básicas de civilidad. Perseguir un supuesto goce o beneficio a corto plazo sin preveer los desencadenantes de no proceder correctamente, es la manifestación de una inconsciencia y una ignorancia en la búsqueda de unos fines miserables. Son conscientes de estar efectuando actos delictivos, no ignoran los peligros, pero si persisten adelante impregnados de la oscuridad instintiva cegados para saciar un deseo inmediato, tarde o temprano lo acontecido desemboca en una larga purga que limita y condiciona con un gran desequilibrio entre la gratificación de un momento y lo que acontecerá posteriormente.                              Las gratificaciones personales apropiadas son las que nos introducen en mejoras, suponen un avance y no repercuten negativamente en otros, sino más bien al contrario si es producto de un incremento potencial de virtudes al servicio social.

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