Es necesario una semilla, una base y un terreno adecuado, y que esta semilla contenga unos bienes a desarrollar reportando un fruto cuando sea el tiempo oportuno. Esto nos indica que la calidad no viene de la nada, es preciso una substáncia con un valor interiorizado y saber darle el tratamiento pertinente para que en su momento aporte un beneficio. Esto lo hemos de hacer extensible en todos los frentes. A nivel de pensamiento dotarnos de amplitud y ecuanimidad. En el aspecto emocional observar con desapego para que las pretensiones y actitud no sean perjudiciales. Y las acciones han de conducir a la utilidad, por que todo lo improductivo es inutil. Según sean las ideas y lo expresado, acercará o alejará de la calidad. La crítica es buena si mejora a la persona o al contexto, si no es así en ninguno de los dos casos es estéril y el ambiente queda impregnado de negatividad. Las conversaciones han de ser atrayentes, dotarlas de substancia, por que si solo es parloteo para no ir a ninguna parte es aburrido. Hay demasiada repetitividad, un estancamiento generalizado producto del estilo de vida y la no ampliación del potencial, y así dificilmente se puede acercar la calidad. Hemos de hacer caso al principio de " si tus palabras no son mejor que mi silencio es mejor callar ". En relaciones afectivas podemos estar implicados pero no dependientes. Mostrarnos cercanos y tambien desapegados. No hemos de estar a disposición de lo que otros digan o hagan de acuerdo a nuestros deseos. La calidad la obtendremos con una actitud madura de saber estar por alguien si nos necesita sin quedar atrapados. Encontrar en todo momento las medidas óptimas entre lo interno y externo, lo propio y lo ajeno, lo personal y colectivo, atentos a lo que nos rodea, procediendo con atención, considerando al prójimo, así estaremos en disposición de lograr equilibrio y la calidad derivada del proceso.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
viernes, 25 de octubre de 2024
LA CALIDAD O NO DE LO QUE COMPARTIMOS ( II )
viernes, 11 de octubre de 2024
LA CALIDAD O NO DE LO QUE COMPARTIMOS ( I )
Todos queremos calidad, y esto implica que hay unos instrumentos, unos ingredientes dotados de unas peculiaridades y aportaciones que se han de saber combinar para extraer un propósito, y este ha de comportar un beneficio y un bienestar. Lo más puro, resistente, duradero, són sinónimos de calidad, presentes en todos los ámbitos, por tanto hemos de diferenciar entre lo que es óptimo y lo que no. Si disponemos de elementos cualitativos hemos de saber como tratarlos, como aplicarlos para conseguir el mejor rendimiento en su uso. De forma voluntaria o forzada compartimos, y el carácter, la sensibilidad y el tipo de vínculo nos inclinará a mostrarnos de una manera específica según el caso. La mayoría asocia calidad a factores materiales, y sin duda son valiosos. No obstante, la verdadera calidad emerge del interior en forma de virtudes para transmitir evidenciadas en el comportamiento. Mostrar bondad, amabilidad, afectuosidad, ecuanimidad, espíritu servicial, rectitud, persiguiendo la armonía individual y social, son factores generadores de calidad. ¿ Qué compartimos ? ¿ Qué estamos dispuestos a compartir ? Lo podemos hacer mediante palabras, bienes y acciones. El presente actual es producto de interacciones pasadas. Lo que tenemos lo hemos recibido por intercambios. Lo que hemos aprendido ha sido por transmisiones que han propiciado bases para incrementos posteriores. Lo que compartimos son herencias de otros derivados de conocimientos o recursos, con sucesivos enlaces para nuevos comienzos. ¿ Donde radica la calidad de lo compartido ? En lo que muestra, en las sensaciones que deja. Calidad son prestaciones óptimas en los materiales, en lo que se dice, se hace y queda. ¿ Por qué cuesta tanto tener relaciones de calidad ? Por que prevalecen los intereses egoistas y no hay un verdadero anhelo de conocoer características del otro para un encaje satisfactorio. No hay calidad por que no la hemos interiorizado en nosotros por un estilo de vida superficial auto centrados en deseos personales de bajo perfil comparado con lo que podríamos obtener con un desarrollo espiritual. Si no hay suficiente calidad dentro se reflejará fuera. La calidad depende de la materia prima y/o externa y el desenlace con el resultado.