La naturaleza es orden, y hemos de aplicarlo tambien a nosotros, de aqui que nos organicemos la jornada en compartimentos. Necesitamos unas horas de acción y unas de descanso, realizando unas cuantas comidas para restablecernos de la energia consumida, y un tiempo de ocio para disponer de el como nos parezca. Tal vez en este margen estrecho donde escapamos de las obligaciones y de las diferentes inercias cotidianas, es donde hemos de imprimir trazos distintivos que doten de alicientes el cometido en momentos de distracción y refuercen tambien la reiteración de acciones diarias con mas entusiasmo, atención y valorando las variadas aportaciones que nos reporta cada una en forma de recursos, reposición de fuerzas, y una vida en la cual hemos de imprimir sentido, propósito y dirección.
No podemos reproducir los mismos pasos de la misma manera de forma mecánica, pues esto reduce el valor de lo que estamos haciendo. Es conveniente efectuar modificaciones a fin de inyectar vitalidad. Introducir novedades, cambiando combinación de alimentos, variar horarios si se puede en la ejecución de ciertas tareas, substituir viejos hábitos por otros de nuevos, incorporar facetas atrayentes de acuerdo al propio carácter y gustos, procurar librarse de ocupaciones estériles por otras actividades edificantes. Ir deshaciéndose de elementos insubstanciales mientras llenamos diversos departamentos con aquello que se avenga realmente con nuestras características.
Se ha de trabajar para tener dinero, comer y dormir, pero a excepción del trabajo es una vida que hacen los animales. Y como humanos, dotados de más conciencia y facultades creadoras, hemos de utilizarlas en imprimir las acciones en algo significativo a pesar de la repetitividad a que estamos sometidos. Que vayan forjando el destino con una huella que ponga de manifiesto los avances particulares y globales entre lo que hacíamos y lo que hacemos, lo que éramos y lo que somos.
A lo largo de los años rompemos muchas rutinas anteriores y adaptamos nuevas, porque no podemos estar haciendo siempre lo mismo porque no iríamos adelante, y a la vez tambien es necesario mantener una disciplina que consolide los esfuerzos cara a la consecución de objetivos. Encontrar el equilibrio entre unas bases permanentes que nos sostienen, y la introducción de sucesivos cambios que doten de utilidad y motivación dentro de un ámbito de constantes repeticiones.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
jueves, 29 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
MOTIVACIÓN
La motivación es el impulso que nos empuja a actuar, gracias a ver atrayente el proceso en el mismo o bien por lo que aporta.
Hay dos tipos de motivación : la forzada y la voluntaria. La forzada es aquella en que en primera instancia querríamos evitar, pero lo acabamos haciendo ya sea por necesidad, compromiso o por que hay personas involucradas y tenemos cierta responsabilidad.
La motivación voluntaria es inteligencia en acción. Ver claro que queremos, que nos conviene y delinear un plan para conseguirlo.
No hay nada casual, todo pasa por un encadenamiento de hechos. En el dia a dia no hemos de lanzarnos a la acción sin un objetivo definido, detrás ha de haber un propósito que lo fundamente. La motivación es exactamente esto : fijarse metas. Grandes o pequeñas, de larga o corta duración, pero que estén, pues si no es asi no hay movimiento, y sin movimiento nos estancamos.
El intelecto ha de ser la guia, quien dirija por los caminos que acerquen a sucesivas mejoras dinamizando los resortes oportunos, ya que si nos dejamos llevar por la indolencia en vez de progresar retrocedemos.
Es curioso constatar como muchas personas las desmotiva hacer esfuerzos, y en cambio no parece importar caer en acciones futiles o perjudiciales. Ante esta evidencia deberia preguntarse : porque dejo que se imponga la inercia si lo que hago o experimento es de inferior calidad a lo que podria darme lo ejecutado solo que la motivación movilizara lo pertinente obteniendo unos resultados más satisfactorios ?
Falta de motivación es falta de conexión, de conexión con el propio interior que priva de percatarse de los beneficios de un cierto esfuerzo. Y cuando la temática es más secundaria, la desmotivación puede derivarse de no estar en sintonía con el tema.
Si dejamos que se imponga la pereza a la voluntad es visión insuficiente cuando la inacción comporta peores resultados. Vivir requiere moverse, y si aceptamos como un hecho natural comer varias veces al dia, trabajar unas horas ¿ porque ha de parecer un sacrificio dedicarse a tareas que contienen oportunidades realizadoras ?
Estudiar, hacer ejercicio, una dieta saludable, no se ha de ver como un esfuerzo. Esta concepción es errónea. Lo que nos acerca al bienestar se ha de ver como un placer porque es exactamente esto.
Los grandes campeones o gente relevante de todos los ámbitos se ha entrenado a fondo, han conjuntado actitud y aptitud, y la perseverancia ha llevado al éxito. Lo que está claro es que no decidirse a hacer más de lo que podríamos condena a una vida gris, insulsa, faltada de sustancia, donde el paso de los dias llevan a una muerte lenta que va lanzando el potencial por el camino por la incapacidad de imprimir vitalidad y entusiasmo.
Hay dos tipos de motivación : la forzada y la voluntaria. La forzada es aquella en que en primera instancia querríamos evitar, pero lo acabamos haciendo ya sea por necesidad, compromiso o por que hay personas involucradas y tenemos cierta responsabilidad.
La motivación voluntaria es inteligencia en acción. Ver claro que queremos, que nos conviene y delinear un plan para conseguirlo.
No hay nada casual, todo pasa por un encadenamiento de hechos. En el dia a dia no hemos de lanzarnos a la acción sin un objetivo definido, detrás ha de haber un propósito que lo fundamente. La motivación es exactamente esto : fijarse metas. Grandes o pequeñas, de larga o corta duración, pero que estén, pues si no es asi no hay movimiento, y sin movimiento nos estancamos.
El intelecto ha de ser la guia, quien dirija por los caminos que acerquen a sucesivas mejoras dinamizando los resortes oportunos, ya que si nos dejamos llevar por la indolencia en vez de progresar retrocedemos.
Es curioso constatar como muchas personas las desmotiva hacer esfuerzos, y en cambio no parece importar caer en acciones futiles o perjudiciales. Ante esta evidencia deberia preguntarse : porque dejo que se imponga la inercia si lo que hago o experimento es de inferior calidad a lo que podria darme lo ejecutado solo que la motivación movilizara lo pertinente obteniendo unos resultados más satisfactorios ?
Falta de motivación es falta de conexión, de conexión con el propio interior que priva de percatarse de los beneficios de un cierto esfuerzo. Y cuando la temática es más secundaria, la desmotivación puede derivarse de no estar en sintonía con el tema.
Si dejamos que se imponga la pereza a la voluntad es visión insuficiente cuando la inacción comporta peores resultados. Vivir requiere moverse, y si aceptamos como un hecho natural comer varias veces al dia, trabajar unas horas ¿ porque ha de parecer un sacrificio dedicarse a tareas que contienen oportunidades realizadoras ?
Estudiar, hacer ejercicio, una dieta saludable, no se ha de ver como un esfuerzo. Esta concepción es errónea. Lo que nos acerca al bienestar se ha de ver como un placer porque es exactamente esto.
Los grandes campeones o gente relevante de todos los ámbitos se ha entrenado a fondo, han conjuntado actitud y aptitud, y la perseverancia ha llevado al éxito. Lo que está claro es que no decidirse a hacer más de lo que podríamos condena a una vida gris, insulsa, faltada de sustancia, donde el paso de los dias llevan a una muerte lenta que va lanzando el potencial por el camino por la incapacidad de imprimir vitalidad y entusiasmo.
viernes, 9 de marzo de 2012
APROVECHAR - DESAPROVECHAR
Es ahora que que hemos de encarar los acontecimientos, demorarlo solo lo pospone, sin moverse de como lo dejamos o incluso peor segun de que se trate.
Mucha gente no tiene suficiente valentía, decisión o confianza cuando se presentan situaciones tensionales. Lo querrían todo llano, sin complicaciones de ningun tipo ni fricciones, pero es justamente en los dilemas donde estamos obligados a dar más de si.
El momento actual es donde siempre estamos inmersos, y no es cuestión de irnos cargando con temas anteriores no resueltos apropiadamente, pues el peso cada vez será mayor. Con lo que hemos de afrontar dia a dia es suficiente, y no liquidar asuntos pasados está condicionando formas de actuación presentes.
Hemos de hacer las paces con familiares, amigos o quien sea en vida, dejar de banda el orgullo y una sensibleria perjudicial que no resuelve nada. Las polémicas que se presentan no son para fastidiar a nadie, son para aprender unos de otros, pero si en lugar de mirarlo positivamente lo miramos auto centrados en lo que nos dicen o hacen que nos desagrada, a parte de perder la oportunidad de ensanchar horizontes, pulirnos y corregir lo que convenga, perderemos relaciones por una visión pequeña de lo acontecido.
Si no es posible entendernos por que las diferencias de criterio y manera de ser son muy diferentes, lo mejor es separarse amistosamente y liberarse de cargas inútiles para centrar la energia en actividades y relaciones más adecuadas.
Trabajos que no satisfacen, parejas que a parte de limitar fastidian, rutinas improductivas, se han de dejar o transformar. Hemos de aprovechar el tiempo en actividades edificantes y no derrocharlo en futilidades, porque van pasando los años y en vez de forjar condiciones de bienestar más bien son de malestar.
A diario hemos de edificar nuestro edificio, que no es otro que progresar sin limites como seres. Si en lugar de conectar con el centro para saber como actuar desviamos la atención en banalidades, siempre permanecermos insatisfechos y avanzar será imposible.
Las relaciones son la clave para mejorar o empeorar. Si a través de ellas desarrollamos más cualidades y establecemos concordia, estaremos aprovechando las oportunidades que suponen las interacciones. Si es al revés, con peleas y tensiones, desaprovecharemos lo que nos enseñan.
En algun u otro momento todos lamentamos o lamentaremos haber tirado la vida a la basura, infravalorandola en ocupaciones improductivas y un proceder que ha ocasionado más pérdidas que ganancias.
En algun u otro momento todos lamentamos o lamentaremos no haber hecho las paces por polémicas absurdas cuando no estemos a tiempo, quedando una especie de gusto amargo.
Es ahora que nos hemos de entender, aclararnos, reconciliarnos, enfocarnos en lo positivo, consagrar los esfuerzos en realizar las respectivas misiones vitales, pues lo que no sea esto es desaprovechar las experiencias y los recursos que se nos dan para acabar perdiéndolos todos.
Mucha gente no tiene suficiente valentía, decisión o confianza cuando se presentan situaciones tensionales. Lo querrían todo llano, sin complicaciones de ningun tipo ni fricciones, pero es justamente en los dilemas donde estamos obligados a dar más de si.
El momento actual es donde siempre estamos inmersos, y no es cuestión de irnos cargando con temas anteriores no resueltos apropiadamente, pues el peso cada vez será mayor. Con lo que hemos de afrontar dia a dia es suficiente, y no liquidar asuntos pasados está condicionando formas de actuación presentes.
Hemos de hacer las paces con familiares, amigos o quien sea en vida, dejar de banda el orgullo y una sensibleria perjudicial que no resuelve nada. Las polémicas que se presentan no son para fastidiar a nadie, son para aprender unos de otros, pero si en lugar de mirarlo positivamente lo miramos auto centrados en lo que nos dicen o hacen que nos desagrada, a parte de perder la oportunidad de ensanchar horizontes, pulirnos y corregir lo que convenga, perderemos relaciones por una visión pequeña de lo acontecido.
Si no es posible entendernos por que las diferencias de criterio y manera de ser son muy diferentes, lo mejor es separarse amistosamente y liberarse de cargas inútiles para centrar la energia en actividades y relaciones más adecuadas.
Trabajos que no satisfacen, parejas que a parte de limitar fastidian, rutinas improductivas, se han de dejar o transformar. Hemos de aprovechar el tiempo en actividades edificantes y no derrocharlo en futilidades, porque van pasando los años y en vez de forjar condiciones de bienestar más bien son de malestar.
A diario hemos de edificar nuestro edificio, que no es otro que progresar sin limites como seres. Si en lugar de conectar con el centro para saber como actuar desviamos la atención en banalidades, siempre permanecermos insatisfechos y avanzar será imposible.
Las relaciones son la clave para mejorar o empeorar. Si a través de ellas desarrollamos más cualidades y establecemos concordia, estaremos aprovechando las oportunidades que suponen las interacciones. Si es al revés, con peleas y tensiones, desaprovecharemos lo que nos enseñan.
En algun u otro momento todos lamentamos o lamentaremos haber tirado la vida a la basura, infravalorandola en ocupaciones improductivas y un proceder que ha ocasionado más pérdidas que ganancias.
En algun u otro momento todos lamentamos o lamentaremos no haber hecho las paces por polémicas absurdas cuando no estemos a tiempo, quedando una especie de gusto amargo.
Es ahora que nos hemos de entender, aclararnos, reconciliarnos, enfocarnos en lo positivo, consagrar los esfuerzos en realizar las respectivas misiones vitales, pues lo que no sea esto es desaprovechar las experiencias y los recursos que se nos dan para acabar perdiéndolos todos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)