Las partes trabajan para el todo, y el todo sustenta las partes en un intercambio permanente que da propósito a las acciones.
La inmensidad es un conjunto de grandes medios y pequeños bloques. La diversidad surge de la unidad, y a pesar de las diferencias, el objetivo es fusionarse con la unidad.
Las familias son estructuras grupales que sirven para organizarnos dentro de un ámbito determinado con unas condiciones para que nuestro potencial pueda abastecerlo.
Nos movemos en un medio específico, con unas características culturales, meterológicas, de ubicación geográfica, marcando nuestra concepción del universo, con un peculiar código de valores y carácter, y esto solo es posible desde unas áreas delimitadas.
Hay muchas singularidades, muchas maneras de hacer, cada una se identifica con las suyas, las que ha visto a los ancestros que las han ido transmitiendo. Unas ponen énfasis en unos aspectos, otras pueden ser totalmente diferentes, la cuestión es que forman parte de sus criterios formados de la propia identidad. Lo que catalogamos como " pueblo ", cultura, son familias con quien nos sentimos identificados, tenemos un sentido de pertenencia. Y aunque hayamos adquirido una ámplia formación, hayamos viajado alrededor del planeta, la manera de pensar, de vivir, responde a las raices del pais, del continente donde hemos crecido.
Los padres son el primer referente, la organización en pequeños grupos, aqui aprendemos a interactuar con los demás, a adquirir responsabilidades, que se han de reflejar en el exterior en la vida social.
El medio circundante influido por unos parámetros distintivos forjados durante siglos, nos impregna de unas costumbres que las adquirimos como propias formando parte de nuestra singularidad en relación a grupos que traspasan el límite de la estricta familia biológica. Y despues está el gran bloque que somos todos nosotros, independientemente de creencias, costumbres e ideas, por diferentes que seamos, concebidos de igual manera y con las mismas necesidades básicas, desde los respectivos lugares y peculiaridades, hemos de velar por el bien común, pues la fuente subministradora que nos permite vivir, depende del comportamiento particular hacia el planeta.
Todos somos individuales, cada uno solo puede vivir por el mismo, nadie puede hacerlo por otros, pero en este objetivo somos dependientes de las aportaciones de terceros que contribuyen a la subsistencia, por tanto, percatemonos que somos una gran familia inmensa y en vez de mirar únicamente por el propio interés hagamoslo por el colectivo, que en realidad es mirar por el propio interés pero con una perspectiva más inteligente.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
sábado, 29 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
FAMILIA ( I )
La familia es el punto de partida, la puerta de entrada al mundo. La base de sostenimiento que sirve de referencia, extrayendo la provisión de lo esencial para pasar del estado inicial de dependencia a la autonomia individual posterior.
Las formas de vida conocidas en la tierra se organizan mediante grupos. Desde los minerales, vegetales, plantas, animales y las diferentes razas humanas, dotandolos de un nombre, conociendo las características, peculiaridades y aportaciones en cada ámbito que hacen de señales de identificación.
La familia es análoga a las raices, los cimientos, el origen de la manifestación. Todo empieza con una idea, y a partir de aqui sigue un proceso de la abstracción a la concreción. Y así, es preciso un terreno donde afianzarse para cumplir su propósito, un terreno que ya existia préviamente, el origen del origen.
La estructura familiar se concentra en pequeños núcleos, como factor de reconocimiento y ordenamiento, pues si no fuera así se produciria una dispersión, y en el caso del género humano no se aprovecharían los talentos particulares si no se produjera la contracción en parcelas reducidas en la fase de crecimiento. Una vez se consigue un grado de desarrollo óptimo y suficiente autonomia, entonces estamos en condiciones de acoplarnos a la estructura colectiva gracias a la formación.
La familia ha de ser como un laboratorio de experimentación que nos proporciona las herramientas para integrarnos en la sociedad. El soporte que necesitamos para sentirnos seguros, de lo contrario deambulariamos de un lado a otro como una brújula estropeada.
La estructuración de clan sirve de entreno en dar y recibir, para hacerlo extensivo en el ámbito externo fuera del contorno parental.
A través del padre y la madre hemos de aprender a integrar el principio masculino y femenino en nosotros, a fin de extraer las cualidades ajustándolas en nuestras pautas de conducta.
Antes de ser padres se ha de pensar en la responsabilidad que comporta, dotándose del máximo bagaje formativo para el papel de educador y nutridor, teniendo en cuenta además, que concebir un hijo no es una decisión exclusiva de los posibles futuros padres. Tener un hijo es un acto social, pues cada uno individualmente efectuamos una aportación al conjunto, y esto se refleja en el buen o mal funcionamiento de la sociedad.
Los hijos son la extensión de los padres para garantizar la continuidad de la especie, la mano de obra que permite cubrir las diferentes y variadas ocupaciones que se encargan de hacer funcionar el engranaje de una compleja maquinaria de la cual todos somos dependientes para acceder a las necesidades básicas y otras pretensiones desde el nivel de independencia condicionada que todos tenemos en mayor o menor medida.
Nos sentimos identificados por grupos colectivos cercanos, profesionales, linguisticos u otros, que son pequeñas familias. Tanto da la distancia que pueda haber por ocupación o por ubicación, pues hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos, todos bebemos de la misma fuente inmensa que nos permite vivir.
Las formas de vida conocidas en la tierra se organizan mediante grupos. Desde los minerales, vegetales, plantas, animales y las diferentes razas humanas, dotandolos de un nombre, conociendo las características, peculiaridades y aportaciones en cada ámbito que hacen de señales de identificación.
La familia es análoga a las raices, los cimientos, el origen de la manifestación. Todo empieza con una idea, y a partir de aqui sigue un proceso de la abstracción a la concreción. Y así, es preciso un terreno donde afianzarse para cumplir su propósito, un terreno que ya existia préviamente, el origen del origen.
La estructura familiar se concentra en pequeños núcleos, como factor de reconocimiento y ordenamiento, pues si no fuera así se produciria una dispersión, y en el caso del género humano no se aprovecharían los talentos particulares si no se produjera la contracción en parcelas reducidas en la fase de crecimiento. Una vez se consigue un grado de desarrollo óptimo y suficiente autonomia, entonces estamos en condiciones de acoplarnos a la estructura colectiva gracias a la formación.
La familia ha de ser como un laboratorio de experimentación que nos proporciona las herramientas para integrarnos en la sociedad. El soporte que necesitamos para sentirnos seguros, de lo contrario deambulariamos de un lado a otro como una brújula estropeada.
La estructuración de clan sirve de entreno en dar y recibir, para hacerlo extensivo en el ámbito externo fuera del contorno parental.
A través del padre y la madre hemos de aprender a integrar el principio masculino y femenino en nosotros, a fin de extraer las cualidades ajustándolas en nuestras pautas de conducta.
Antes de ser padres se ha de pensar en la responsabilidad que comporta, dotándose del máximo bagaje formativo para el papel de educador y nutridor, teniendo en cuenta además, que concebir un hijo no es una decisión exclusiva de los posibles futuros padres. Tener un hijo es un acto social, pues cada uno individualmente efectuamos una aportación al conjunto, y esto se refleja en el buen o mal funcionamiento de la sociedad.
Los hijos son la extensión de los padres para garantizar la continuidad de la especie, la mano de obra que permite cubrir las diferentes y variadas ocupaciones que se encargan de hacer funcionar el engranaje de una compleja maquinaria de la cual todos somos dependientes para acceder a las necesidades básicas y otras pretensiones desde el nivel de independencia condicionada que todos tenemos en mayor o menor medida.
Nos sentimos identificados por grupos colectivos cercanos, profesionales, linguisticos u otros, que son pequeñas familias. Tanto da la distancia que pueda haber por ocupación o por ubicación, pues hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos, todos bebemos de la misma fuente inmensa que nos permite vivir.
domingo, 9 de septiembre de 2012
PREGUNTAS A HACERNOS
Preguntar supone no saber con afan de saber. Hacer comprensible alguna cosa que aun no se ha descifrado.
Desde lo más insignificante a lo más trascendente, el objetivo es clarificar, traer luz a lo no visto, que se manifieste lo oculto. Nos podemos auto-preguntar sobre la motivación real detrás de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que queremos y donde nos llevará antes de movilizar los resortes pertinentes, porque una vez el proceso está en marcha debermos afrontar las consecuencias.
Preguntar implica algun tipo de inquietud, curiosidad, de encontrar soluciones, y el interlocutor es quien ha de responder, siendo libre de hacerlo como considere oportuno. Tanto la pregunta como la respuesta se ejercen desde la libertad, pero es el preguntado quien domina la situación, el que sabe o puede saber y decide si quiere contestar y con que palabras.
La cuestión es : importa saberlo ? con que finalidad ? me ayudará en algun sentido ?.
Si fueramos capaces de conectar con nuestro interior no habría necesidad de hacernos ciertas preguntas, pues la claridad ya nos daría la respuesta. Solo haría falta consultar a los especialistas en aquello que no dominamos, el resto lo descubriríamos por nosotros mismos a base de percepciones, de estudio, de observar y experimentar teoria y practica como el mejor y auténtico conocimiento.
La limitación general hace vivir en un contexto de inconciencia, motivo por el cual se producen tantos episodios caóticos. Y la incapacidad de salir de este circulo reducido hace dar vueltas contínuamente sobre los mismos puntos de vista y conceptos, siendo imposible romper la inercia y lo que comporta. A pesar de repetir episodios similares, la gente no se para a reflexionar para averiguar los motivos, es más fácil quejarse y culpar a otros en una cadena infinita de experiencias desaprovechadas por no ver ni entender el fondo de lo que origina todo en conjunto.
La pregunta ha de servir para pasar de lo desconocido a lo conocido, de la obstrucción a la solución, de la duda a la certeza. Y a cada respuesta ir ampliando nuestras facultades sin limitaciones gracias a un afan de querer mejorarlo todo en nosotros.
Desde lo más insignificante a lo más trascendente, el objetivo es clarificar, traer luz a lo no visto, que se manifieste lo oculto. Nos podemos auto-preguntar sobre la motivación real detrás de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que queremos y donde nos llevará antes de movilizar los resortes pertinentes, porque una vez el proceso está en marcha debermos afrontar las consecuencias.
Preguntar implica algun tipo de inquietud, curiosidad, de encontrar soluciones, y el interlocutor es quien ha de responder, siendo libre de hacerlo como considere oportuno. Tanto la pregunta como la respuesta se ejercen desde la libertad, pero es el preguntado quien domina la situación, el que sabe o puede saber y decide si quiere contestar y con que palabras.
La cuestión es : importa saberlo ? con que finalidad ? me ayudará en algun sentido ?.
Si fueramos capaces de conectar con nuestro interior no habría necesidad de hacernos ciertas preguntas, pues la claridad ya nos daría la respuesta. Solo haría falta consultar a los especialistas en aquello que no dominamos, el resto lo descubriríamos por nosotros mismos a base de percepciones, de estudio, de observar y experimentar teoria y practica como el mejor y auténtico conocimiento.
La limitación general hace vivir en un contexto de inconciencia, motivo por el cual se producen tantos episodios caóticos. Y la incapacidad de salir de este circulo reducido hace dar vueltas contínuamente sobre los mismos puntos de vista y conceptos, siendo imposible romper la inercia y lo que comporta. A pesar de repetir episodios similares, la gente no se para a reflexionar para averiguar los motivos, es más fácil quejarse y culpar a otros en una cadena infinita de experiencias desaprovechadas por no ver ni entender el fondo de lo que origina todo en conjunto.
La pregunta ha de servir para pasar de lo desconocido a lo conocido, de la obstrucción a la solución, de la duda a la certeza. Y a cada respuesta ir ampliando nuestras facultades sin limitaciones gracias a un afan de querer mejorarlo todo en nosotros.
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