Esperanza es aquello que ahora no está y queremos que esté, y tambien alguna situacion presente de nuestro agrado que deseamos preservar.
El concepto de esperanza por el fondo que contiene es una llamada al optimismo, a la confianza. Lo bueno para mantenerlo, y las dificultades o adversidades que pueden cambiar hacia mejor.
Inyectar positivismo está muy bien para atraer las vibraciones que faciliten la consecución de lo pretendido, pero tambien hemos de ser ecuánimes observando cada tema concreto con sus pros y contras, el margen de maniobra, constatar de que se dispone, que hace falta y si se puede conseguir, la preparación individual y/o colectiva segun de que se trate para afrontar con garantias el propósito; pues por más esperanzas que tengamos si no se está capacitado, no disponemos de los recursos indispensables, y las condiciones adversas pesan más que las favorables, la esperanza en si misma no modificará el panorama.
Hay factores donde el éxito que perseguimos recaerá en nosotros, en las propias acciones y facultades, y a pesar de tener que encajar con el medio, la responsabilidad será nuestra.. Despues hay cuestiones donde dependemos de la intervención de otras personas para su resultado, adoptando una postura pasiva, expectante, así como en la primera hemos de estar activos.
Que las cosas vayan bien, funcionen en cualquier aspecto, es normal que lo pretendamos. Sometidos como estamos a las leyes universales, solo será posible si se produce la confluencia pertinente. Lo que ahora nos rodea se formó en un pasado, es la causa. Y lo que vamos ejecutando en cada presente tendrá un efecto. Por tanto, si de verdad queremos la armonia, el bienestar constante, la causa las ha de contener.
Si lo que nos circunda actualmente es caótico, sencillamente es consecuencia de haber procedido con maneras erróneas, entonces la esperanza de transformarlo recae en la habilidad de imprimir orden en el planteamiento y en la ejecución, constatando si los recursos con que contamos ahora y los que podemos generar pueden hacer viable el cambio deseado.
La otra ley de la atracción donde igual atrae a igual y lo opuesto repele, significa que si actuamos con corrección el resultado reportará corrección, pero si actuamos con negligencia la réplica tambien estará en consonancia.
La esperanza de conservar, de adquirir o de cambiar segun cada caso, dependerá de sintonizar las leyes y lo que estas nos piden.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
sábado, 29 de junio de 2013
miércoles, 19 de junio de 2013
VALORES Y COMPORTAMIENTO ( II )
¿ Qué tiene valor ? Aquello catalogado como importante, pero en esta apreciación en ocasiones es posible que no sea así.
¿ De verdad tiene valor lo que condiciona, limita, esclaviza, proporciona ganancias de un lado a cambio de pérdidas en otro ?
Hemos de tener en cuenta que las valoraciones se efectuan a título personal, y esto depende de la edad, de la formación, de los recursos, de las inquietudes, el tipo de objetivos y el ámbito de acción.
La incidencia de lo valorado nos dará la respuesta. Si aporta beneficios, mantiene o conserva, es motivo de expansión, de mejora, será positivo. Si el supuesto valor restringe, vacía más que llena, es más un deseo utópico que real, será negativo.
El comportamiento responde a una motivación, a un interés, a unas obligaciones o necesidades. No se puede medir el equivalente entre el valor y el comportamiento. La relatividad de un valor dependerá de diversos factores, del propio código de prioridades, de lo que representa o puede representar, del contenido ideológico, del componente afectivo.
Para conseguir lo pretendido se ha de proceder con corrección, considerando la posible repercusión en otros, en el colectivo, donde la ética es primordial, moviéndonos para unos fines nobles teniendo en cuenta al prójimo para no abusar ni perjudicar.
Valor es lo que no caduca, que es inalterable, con lo que se puede contar, lo que une, lo que es capaz de despertar en nosotros la mejor versión, que hace emerger un comportamiento pulcro por el reconocimiento de los bienes inmensos a nuestro alcance.
Vivir es un potencial a desarrollar, donde su constatación dependerá de la actitud, de las capacidades adquiridas y propósitos.
Hay valores internos y externos. Los externos pueden fluctuar, pero los internos siempre estaran si estamos en equilibrio y el afán de superación tiene en nosotros el revulsivo indispensable para incrementarlos. Con los valores internos efectuamos los intercambios para acceder a los valores externos.
Tiene valor lo que nos permite ser cada vez más pulidos, más íntegros, proceder con más armonía, incidir más positivamente en nosotros y el entorno por lo que expresamos; pues todo esto es consecuencia del comportamiento. Y cuando la habilidad de encajar los valores y el comportamiento impera, se desvanecen las dudas sobre lo que tiene valor o no.
¿ De verdad tiene valor lo que condiciona, limita, esclaviza, proporciona ganancias de un lado a cambio de pérdidas en otro ?
Hemos de tener en cuenta que las valoraciones se efectuan a título personal, y esto depende de la edad, de la formación, de los recursos, de las inquietudes, el tipo de objetivos y el ámbito de acción.
La incidencia de lo valorado nos dará la respuesta. Si aporta beneficios, mantiene o conserva, es motivo de expansión, de mejora, será positivo. Si el supuesto valor restringe, vacía más que llena, es más un deseo utópico que real, será negativo.
El comportamiento responde a una motivación, a un interés, a unas obligaciones o necesidades. No se puede medir el equivalente entre el valor y el comportamiento. La relatividad de un valor dependerá de diversos factores, del propio código de prioridades, de lo que representa o puede representar, del contenido ideológico, del componente afectivo.
Para conseguir lo pretendido se ha de proceder con corrección, considerando la posible repercusión en otros, en el colectivo, donde la ética es primordial, moviéndonos para unos fines nobles teniendo en cuenta al prójimo para no abusar ni perjudicar.
Valor es lo que no caduca, que es inalterable, con lo que se puede contar, lo que une, lo que es capaz de despertar en nosotros la mejor versión, que hace emerger un comportamiento pulcro por el reconocimiento de los bienes inmensos a nuestro alcance.
Vivir es un potencial a desarrollar, donde su constatación dependerá de la actitud, de las capacidades adquiridas y propósitos.
Hay valores internos y externos. Los externos pueden fluctuar, pero los internos siempre estaran si estamos en equilibrio y el afán de superación tiene en nosotros el revulsivo indispensable para incrementarlos. Con los valores internos efectuamos los intercambios para acceder a los valores externos.
Tiene valor lo que nos permite ser cada vez más pulidos, más íntegros, proceder con más armonía, incidir más positivamente en nosotros y el entorno por lo que expresamos; pues todo esto es consecuencia del comportamiento. Y cuando la habilidad de encajar los valores y el comportamiento impera, se desvanecen las dudas sobre lo que tiene valor o no.
domingo, 9 de junio de 2013
VALORES Y COMPORTAMIENTO
El comportamiento ha de ir en consonancia a lo que valoramos y tambien a lo que no valoramos.
Los valores en cada uno dependen de un conjunto de factores, similares en algunos y diferentes en otros, en función de las diferentes influencias recibidas, las propias inquietudes y objetivos.
Lo que puede ser motivo de gran valor en una zona concreta del planeta, puede ser intrascendente en otra por riqueza de unos y pobreza de otros. La importancia es relativa si esta oscila en más o en menos tratándose del mismo tema.
¿ Por qué tiene valor tal o cual cosa para nosotros ? ¿ Que requisitos son necesarios para dotar de valor un objeto, una idea, un recurso ? Es un concepto abstracto donde individualmente consideramos valioso o no, incluso la vida valorada como el principal punto a preservar ¿ lo es realmente si la persona malbarata la salud, talentos, y en vez de generar condiciones satisfactorias lo hace en pérdidas ?
Es un tema complejo por que es subjetivo, y dificilmente se produce una unanimidad de criterios. El lugar de residencia, los bienes de que se dispone, la idiosincracia del pais, hacen decantar hacia unos ítems, donde lo interesante es ver que impulsa a dar valor a según que; pues este mismo valor puede ser nocivo para implicados directos, lo que pondría en duda su validez.
¿ De que somos capaces o seríamos capaces para conseguir lo deseado ? ¿ Valdría la pena según que esfuerzos ? ¿ Con que finalidad ? ¿ Estamos seguros de antemano que si obtenemos lo pretendido será para una situación mejor a la actual ?
Hay valores transitorios y valores eternos, valores materiales y valores espirituales. Siempre estamos en medio de todos ellos, y si bien se ha de velar por aquello considerado primordial, también hemos de dar un objetivo elevado a los propósitos para no quedarnos en simples animales a la búsqueda de cubrir las necesidades físicas de subsistencia. Y en este apartado influyen decisivamente los condicionantes económicos y las propias inquietudes interiores para otorgarle un valor poco presente o muy presente.
El exterior tiene su origen en el interior, y la búsqueda de valores fuera se encaran por los valores que disponemos dentro. Esto nos indica que hemos de encontrar las medidas oportunas que permitan el equilibrio entre lo interno y externo para que lo " valorado " acabe reportando un beneficio satisfactorio.
Los valores en cada uno dependen de un conjunto de factores, similares en algunos y diferentes en otros, en función de las diferentes influencias recibidas, las propias inquietudes y objetivos.
Lo que puede ser motivo de gran valor en una zona concreta del planeta, puede ser intrascendente en otra por riqueza de unos y pobreza de otros. La importancia es relativa si esta oscila en más o en menos tratándose del mismo tema.
¿ Por qué tiene valor tal o cual cosa para nosotros ? ¿ Que requisitos son necesarios para dotar de valor un objeto, una idea, un recurso ? Es un concepto abstracto donde individualmente consideramos valioso o no, incluso la vida valorada como el principal punto a preservar ¿ lo es realmente si la persona malbarata la salud, talentos, y en vez de generar condiciones satisfactorias lo hace en pérdidas ?
Es un tema complejo por que es subjetivo, y dificilmente se produce una unanimidad de criterios. El lugar de residencia, los bienes de que se dispone, la idiosincracia del pais, hacen decantar hacia unos ítems, donde lo interesante es ver que impulsa a dar valor a según que; pues este mismo valor puede ser nocivo para implicados directos, lo que pondría en duda su validez.
¿ De que somos capaces o seríamos capaces para conseguir lo deseado ? ¿ Valdría la pena según que esfuerzos ? ¿ Con que finalidad ? ¿ Estamos seguros de antemano que si obtenemos lo pretendido será para una situación mejor a la actual ?
Hay valores transitorios y valores eternos, valores materiales y valores espirituales. Siempre estamos en medio de todos ellos, y si bien se ha de velar por aquello considerado primordial, también hemos de dar un objetivo elevado a los propósitos para no quedarnos en simples animales a la búsqueda de cubrir las necesidades físicas de subsistencia. Y en este apartado influyen decisivamente los condicionantes económicos y las propias inquietudes interiores para otorgarle un valor poco presente o muy presente.
El exterior tiene su origen en el interior, y la búsqueda de valores fuera se encaran por los valores que disponemos dentro. Esto nos indica que hemos de encontrar las medidas oportunas que permitan el equilibrio entre lo interno y externo para que lo " valorado " acabe reportando un beneficio satisfactorio.
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