¿ Cómo nos llenamos ? ¿ De cualquier cosa ? ¿ Somos selectivos ? ¿ Vemos las consecuencias de lo que creemos necesitar o nos puede satisfacer ? ¿ Estamos seguros del valor ? ¿ Lo hemos contrastado ?
Queremos vivir con satisfacción, con bienestar, con experiencias gratificantes, es natural. La cuestión es : ¿ el supuesto goce nos deja a continuación paz, serenidad, sensación de plenitud, o un estallido momentáneo de joya seguido de vacío ?
Cuando nos decantamos a satisfacer los deseos del ego, en facetas externas, sin un verdadero compartir, lo recibido llena fugazmente y el efecto desaparece en seguida. Si otras personas participan en los intercambios armónicos, cuando queremos aportar algun provecho al prójimo, cuando anhelamos ser útiles, entonces la sensación de bienestar no tiene precio y perdura en el tiempo.
El llenar vacío es aquel que al final no genera una ganancia ni las sensaciones agradables son las imaginadas.
El llenar lleno es cuando establecemos conexiones queriendo dar lo mejor de nosotros por el gusto de querer traspasar conocimientos, recursos o lo que sea pensasndo en otros como destinatarios.
Podemos llenarnos por dentro y/o por fuera. Los valores intangibles no ocupan espacio y siempre nos acompañan y podemos hacer uso medinte acciones o palabras. Aunque los vayamos acumulando, al ser infinitos las posibilidades tambien lo son.
Los valores tangibles que se ven, que tienen forma, peso, son limitados, sometidos a pérdidas, deterioros y substituidos por otros al cabo de un tiempo.
La mayoría solo piensa y se vuelca hacia bienes transitorios, se quieren llenar de cosas convencidos que esto les proporcionará bienestar. Lo externo a nosotros es fluctuante, y si anhelamos una estabilidad y una autonomia lo más extensa posible, lo que nos hemos de procurar son valores que nos llenen dentro para hacer uso fuera.
Hemos de tener bienes en ambas vertientes, para nutrir las diversas necesidades vitales, y la habilidad consiste en encontrar el equilibrio de lo que se ha de verter en cada una para no descuidar lo que es realmente importante, y esta es una tarea diaria de sospesar, afinar y decidir como llenarnos en una sensación de plenitud y no un llenar que conduzca al vacío.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 19 de mayo de 2014
BENDICIONES POTENCIALES
Entre lo hecho y lo que está pendiente, entre lo aprendido y lo que podemos aprender, hemos de saber generar nuevas oportunidades destinadas a la expansión contínua. Desconocemos el abasto de nuestro potencial porque siempre nos estamos limitando a unas pocas parcelas, actuando mecánicamente viviendo situaciones repetitivas con contadas novedades que rompan la inercia imperante.
Inmersos en las pretensiones diarias, no prestamos atención a diferentes señales que se van presentando en el camino, en forma de palabras, actitudes, conversaciones y otros.
De entre los diversos mensajes para entender, para percatarse de la función específica de ciertas relaciones, de errores necesarios para modificar patrones nocivos introduciendo formas más óptimas, si estamos absortos en lo más superficial no podremos captar el entramado oportuno que tenemos reservado para cada uno de nosotros con las respectivas condiciones a experimentar.
De la misma manera que las aportaciones individuales al conjunto son exclusivas con su sello particular distintivo, tambien lo es la visión, los valores y los objetivos perfilados a título personal. En la acción del dia a dia con todo lo que interviene es donde radican las bendiciones, pero primero las hemos de ver, y continuación ejecutar los movimientos apropiados para que se conviertan como tales.
Vamos tropezando por acciones incorrectas y falta de claridad, y si los planteamientos siguen igual, no será posible salir del circulo vicioso.
Conflictos, tensiones, crisis, se mantendran en un contexto atascado mientras no constatemos la raíz que lo genera, y en ver en lo invisible expresado en lo visible, es lo que contiene las bendiciones potenciales para erradicar pensamientos y conductas nocivas transformandolas.
El universo nos proporciona las configuraciones ajustadas a cada uno de acuerdo al bagaje del pasado, la evolución actual y la determinación de pretensiones. La comprensión de los hechos y la voluntad de mejorar, son decisivos para aprovechar las bendiciones que el camino nos va presentando, o de lo contrario se van diluyendo irremediablemente.
Inmersos en las pretensiones diarias, no prestamos atención a diferentes señales que se van presentando en el camino, en forma de palabras, actitudes, conversaciones y otros.
De entre los diversos mensajes para entender, para percatarse de la función específica de ciertas relaciones, de errores necesarios para modificar patrones nocivos introduciendo formas más óptimas, si estamos absortos en lo más superficial no podremos captar el entramado oportuno que tenemos reservado para cada uno de nosotros con las respectivas condiciones a experimentar.
De la misma manera que las aportaciones individuales al conjunto son exclusivas con su sello particular distintivo, tambien lo es la visión, los valores y los objetivos perfilados a título personal. En la acción del dia a dia con todo lo que interviene es donde radican las bendiciones, pero primero las hemos de ver, y continuación ejecutar los movimientos apropiados para que se conviertan como tales.
Vamos tropezando por acciones incorrectas y falta de claridad, y si los planteamientos siguen igual, no será posible salir del circulo vicioso.
Conflictos, tensiones, crisis, se mantendran en un contexto atascado mientras no constatemos la raíz que lo genera, y en ver en lo invisible expresado en lo visible, es lo que contiene las bendiciones potenciales para erradicar pensamientos y conductas nocivas transformandolas.
El universo nos proporciona las configuraciones ajustadas a cada uno de acuerdo al bagaje del pasado, la evolución actual y la determinación de pretensiones. La comprensión de los hechos y la voluntad de mejorar, son decisivos para aprovechar las bendiciones que el camino nos va presentando, o de lo contrario se van diluyendo irremediablemente.
viernes, 9 de mayo de 2014
MÁS EXIGENTE, MÁS RESPONSABLE
Cuando somos pequeños se nos exige poco y las responsabilidades empiezan en la escuela. La auto exigencia y responsabilidad supone hacerse cargo de uno mismo para que las acciones reporten resultados favorables.
¿ Para qué se nos da tiempo ? Para adquirir una conciencia creciente del propósito por el cual estamos aquí en este momento preciso. Cada uno tiene unas peculiaridades, unos retos a asumir, unas lecciones a aprender, determinados aspectos a corregir, y si solo estamos pendientes de las rutinas habituales no será posible descubrir si estamos haciendo realmente lo que corresponde.
Siempre hemos de aspirar a más, saber más, subir el listón en todo lo que se pueda. Si nos conformamos se acaba la fluidez y la opción a nuevas oportunidades, y entonces el factor tiempo es un simple deambular sin objetivos que empujen a superarnos, un hacer sin sentido para mantener el organismo funcionando.
Hemos de averiguar que talentos tenemos, que aptitudes se nos dan mejor, porque este es el fuego interno que nos ha de empujar a dotar la existencia con nuestro propio sello particular, lo que marca la diferencia entre unos y otros. Somos únicos, en el aspecto físico, en la voz, huellas, por tanto hemos de imprimir unas características distintivas, y para no ser únicamente un número irrelevante en la multitud, hemos de anhelar con fuerza dotar los propósitos de contenido.
Cuando escogemos voluntariamente ser más exigentes y más responsables, es una muestra de comprensión madura que nuestras posibilidades y condiciones dependen de nosotros, que no nos podemos apoyar en otros ni ir culpando o quejandonos de factores externos diversos.
Rodeados de protestas asiduas de todo tipo, manifestaciones a la más mínima, proyectamos en otros nuestras carencias y incapacidades convirtiéndonos en efecto de aquellos que se convierten en la causa.
Todo lo que pasa tiene una razón, y si se presentan situaciones catalogadas de " injustas ", lo que hemos de hacer es encontrar las vias y los medios para enderezarlo, pasar a la acción y ser los constructores de lo que queremos y no unos comparsas en manos de aprovechados. Por eso hemos de ser exigentes y responsabilizarnos, en lo estrictamente individual y en el ámbito social, para que las facultades y los esfuerzos reporten beneficios y bienestar.
¿ Para qué se nos da tiempo ? Para adquirir una conciencia creciente del propósito por el cual estamos aquí en este momento preciso. Cada uno tiene unas peculiaridades, unos retos a asumir, unas lecciones a aprender, determinados aspectos a corregir, y si solo estamos pendientes de las rutinas habituales no será posible descubrir si estamos haciendo realmente lo que corresponde.
Siempre hemos de aspirar a más, saber más, subir el listón en todo lo que se pueda. Si nos conformamos se acaba la fluidez y la opción a nuevas oportunidades, y entonces el factor tiempo es un simple deambular sin objetivos que empujen a superarnos, un hacer sin sentido para mantener el organismo funcionando.
Hemos de averiguar que talentos tenemos, que aptitudes se nos dan mejor, porque este es el fuego interno que nos ha de empujar a dotar la existencia con nuestro propio sello particular, lo que marca la diferencia entre unos y otros. Somos únicos, en el aspecto físico, en la voz, huellas, por tanto hemos de imprimir unas características distintivas, y para no ser únicamente un número irrelevante en la multitud, hemos de anhelar con fuerza dotar los propósitos de contenido.
Cuando escogemos voluntariamente ser más exigentes y más responsables, es una muestra de comprensión madura que nuestras posibilidades y condiciones dependen de nosotros, que no nos podemos apoyar en otros ni ir culpando o quejandonos de factores externos diversos.
Rodeados de protestas asiduas de todo tipo, manifestaciones a la más mínima, proyectamos en otros nuestras carencias y incapacidades convirtiéndonos en efecto de aquellos que se convierten en la causa.
Todo lo que pasa tiene una razón, y si se presentan situaciones catalogadas de " injustas ", lo que hemos de hacer es encontrar las vias y los medios para enderezarlo, pasar a la acción y ser los constructores de lo que queremos y no unos comparsas en manos de aprovechados. Por eso hemos de ser exigentes y responsabilizarnos, en lo estrictamente individual y en el ámbito social, para que las facultades y los esfuerzos reporten beneficios y bienestar.
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