sábado, 27 de junio de 2015

MEDIDAS Y VALORES ( II )

¿ Qué tiene valor realmente ? Lo que es indestructible, lo que siempre nos acompaña y nadie nos lo puede quitar, lo que expresa virtudes, lo que nos hace ser mejores como personas, las maneras cuidadosas que nunca caducan, el tratar a todos con dignidad, velar por el bien común en vez de mostrarse egoista, procurar ayudar a quien podamos, ser atento, amable, servicial, todo lo que genere concordia.
Se puede medir lo visible y pesable, pero no lo que es visible por expresión y forma parte de los valores abstractos como la inteligencia, bondad o generosidad. Los valores pueden ser éticos, morales, sin rigidezas ni impulsados desde la religiosidad; sencillamente como la necesidad de adoptar un comportamiento dirigido a instaurar buenas maneras para una convivencia armónica.
Ahora bien, en nombre de una doctrina, de fanatismos, de ideales políticos, de la patria, engrandecer unas peculiaridades personales de un colectivo reducido, es una auto valoración exagerada que en el fondo es un complejo de inferioridad que quiere ser compensado.
Quien es fuerte, sensato, ecuánime, respetuoso, no necesita instrumentos externos qie reafirmen, por que el valor de alguien, de un pueblo, no radica ni en el idiona, ni en la bandera ni el himno; sino en el comportamiento digno hacia otros y en la humildad constante.
Cada uno a nivel individual o social, tiene unas peculiaridades, pareciendose a unos y diferenciandose de otros, y esto no nos hace mejores ni peores. Lo que somos capaces de transmitir y la huella que deja, aquí es  donde hay elementos de valor o ausencia de ellos.
Creerse grande es la señal más clara de que se es pequeño; pues la grandeza es sencillez, ser conscientes de las propias limitaciones, y la consideración hacia todos tejiendo conexiones de proximidad valorando la aportación de todos, sin ser más o menos que por ningún motivo específico.

sábado, 13 de junio de 2015

MEDIDAS Y VALORES ( I )

Las medidas y valores nos acompañan contínuamente, ya sea para incrementar o reducir, dar o recibir, ganar o perder. Los números, a parte de indicar una posición , se encargan de medir, donde según el contexto y un múltiple de variantes nos pueden acercar o distanciar de objetivos.
Lo que es tangible se puede medir, como los aspectos externos físicos. Lo intangible en forma de ideales, de símbolos, a pesar de que puedan tener una visibilidad o aplicación, entraria en el apartado de valores, y a diferencia de las medidas que son objetivas, los valores son subjetivos.
Podemos calibrar la riqueza o pobreza de acuerdo a lo que se tiene, el ámbito de acción y posibilidades, la cobertura de necesidades. Perfilar el peso adecuado por altura y complexión con mucha proximidad. La cantidad óptima de comida en consonancia a las caracteristicas personales y el tipo de actividad a realizar.
Los esfuerzos o rendimiento a través del estado de forma, edad y entrenamiento. Todo esto son directrices generales demostrables y evidentes constatado en resultados.
¿ Cómo se han de observar los valores ? No es lo mismo oriente que occidente, el norte o el sur, un clima frio o tropical. Cada uno cree estar en lo cierto, pero si los conflictos persisten y no hay unanimidad, señala unas bases débiles fundadas en dogmas interesados.
¿ Qué tiene valor ? ¿ Por qué ? ¿ Qué ha de ser sagrado y qué profano ? ¿ Quien lo determina ? Hay demasiada veneración por unos símbolos que representan paises según unos colores puestos en una bandera. Solo son una combinación de colores que se asocian a unos o a otros y ya está, de aquí a otorgarle valor de sagrado, a parte de desmesurado es demencial; y el resto de símbolos exactamente igual, tienen el valor que se les quiera dar, mucho o ninguno. Lo único a hacer es respetar las diferentes posturas en señal de consideración recíproca.
Nadie ha de imponer símbolos a la fuerza, ni ideologias, ni querer someter a quien es diferente obligandole a ser como el. Aquellos que se creen mejores, superiores, como por gracia divina, a parte de perturbar la armonía, lo que manifiestan es una locura irracional primitiva producto de un delirio de grandeza que indica justamente lo contrario.