De una forma u otra el hecho de moverse comporta algún tipo de interés, la cuestión es observar que lo impulsa y la finalidad.
Es lógico querer incrementar los conocimientos, la mejora de condiciones, disponer de más recursos. Se trata de saber qué haremos a continuación una vez obtengamos lo pretendido. El objetivo del deseo de querer más, a donde nos conducirá y el beneficio que se supone ha de comportar.
Hay ambiciones nobles y ambiciones innobles, el procedimiento y los resultados con que se vea involucrado en el trayecto, determinan uno u otro. ¿ Lo proyectado y acciones posteriores muestran virtudes o defectos ? ¿ Un trato considerado o indigno ? ¿ Prevalece la verdad o la mentira ? ¿ Hasta donde somos capaces de llegar con tal de satisfacer los intereses ?
¿ De verdad que gozan intensamente estas corporaciones que ganan miles de millones a costa de unos usuarios que viven muchos de ellos bajo mínimos y otros precariamente ? Las riquezas obtenidas con medios deshonestos estan manchadas, y en el plano material nada puede garantizar la seguridad de preservarlas. Además, lo ganado con un trasfondo de suciedad, comporta pérdidas en algún u otro sentido.
En realidad aquellos que se esclavizan en la persecución de bienes mundanos son prisioneros de los mismos. Pueden ser ricos en materia, pero si lo único que los mueve es esto, son pobres espiritualmente, olvidando el sentido y el objetivo de su presencia terrenal.
Creyéndose hábiles y astutos por las múltiples ganancias, lo que son es ignorantes, donde todos los esfuerzos y posesiones se perderán sin haber realizado el trabajo de corrección que es lo importante y lo que puede otorgar verdaderas riquezas.
Cuantas miserias humanas en el trato, en las maneras detrás de grandes fortunas. Lo que creen es un beneficio es un maleficio que en su momento la justicia cósmica les pasará factura en la forma que crea pertinente.
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