lunes, 25 de junio de 2018

LENTITUD RESOLUTIVA

Todos queremos un buen funcionamiento de lo que hace referencia a cada uno en las necesidades y pretensiones. Los intercambios han de estar sincorinizados : entre nosotros y las herramientas de uso habitual con el servicio que nos ofrecen, y las interacciones con otras personas con las respectivas aportaciones de fondo.
Cuando alguna cosa no se ajusta en la manera que debería hacerlo, deja de efectuar su función. La solución es arreglarlo o substituirlo. Esto es válido en lo relativo a máquinas o personas. El dia a dia es una sucesion de conexiones con instrumentos mecánicos y personas. La tecnologia es para servirnos, y los humanos para servirlos y tambien para que nos sirvan en las respectivas dependencias.
Hemos de velar por el buen funcionamiento de lo particular y lo que nos rodea, y si se produce una averia, un deterioro, un accidente, se han de buscar soluciones con rapidez. Lo que no se puede hacer es dejar que se enquiste lo que está obstruido, desde un fregadero atascado pasando por aparatos estropeados o relaciones estancadas.
Tantas cosas se demoran indefinidamente por la avaricia de los poderosos, por la debilidad de la masa ante la fuerza del establishment, y tambien por la inmadurez de buena parte de la población que aplaude discursos embaucadores dejándose engatusar con todo lo perverso que hay detrás del telón
Ir posponiendo la resolución de lo que necesita atención por intereses ocultos o evidentes, por incompetencia, por falta de recursos, por miedo a según qué consecuencias posteriores, por preferir lo malo conocido a un hipotético peor surgido de la imaginación y una visión miedosa., por informalidad o por mediocridad que ralentiza el ritmo demorando la solución. Muchos pueden ser los motivos, y posiblemente en tantas cosas que se mantienen obturadas permanentemente, sean producto de varios aspectos al mismo tiempo. Cuando aparece un problema entre sujeto y objeto, entre una persona y otra, entre una posición y otra, entre colectivos, entre estados, si solo estamos pendientes de lo que afecta al yo para salir triunfantes sin considerar debidamente al tu, es evidente que así lo que ha conducido al dilema no se resolverá.
Hasta no aprender a conjuntar la diversidad con un tracto acorde donde el objetivo sea la búsqueda de armonía, nunca podrá haber resoluciones definitivas poniendo solo parches.

domingo, 10 de junio de 2018

PARA MANTENER UNOS PRIVILEGIOS

¿ Para mantener unos privilegios hasta donde se es capaz de llegar ? ¿ Cuantas normas elementales de respeto y convivencia se pueden transgredir ? ¿ Hasta donde se puede degradar el comportamiento ? ¿ Para defender unos intereses egoistas se ha de alterar la paz y el orden ? ¿ Para preservar unos fines mezquinos vale la pena degradarse con acciones imperdonables ?
En la persecución de unas ganancias ilícitas por el camino se pierde mucho más, pues cuando se instaura la ira el alma abandona el cuerpo quedando desprotegido. Pero claro, quien se mueve por estos deseos no tiene conciencia de este hecho por que la ignorancia lo mantiene en la ceguera, de aquí las acciones chapuceras una detrás de otra.
Cuanto más persevera en la dureza, en la intransigencia, más se ensucia, y el problema de fondo crece, porque no es con la visceralidad que se resuelven los dilemas, sino con la inteligencia. Captar el mundo sin entender que lo que tenemos es un préstamo, puede hacer pensar que se tiene derecho a dominar y abusar, cuando en realidad forma parte de un plan.
Obsesionados en preservar unos bienes, incapaces de ver más allá de la propia parcela interesada, no se percatan que cunado las acciones afectan negativamente a otros bloquean el sostenimiento. O sea, lo que creen efectuar para que vaya a favor, en realidad tarde o temprano irá a la contra. Si se quiere conseguir unos privilegios aportados por un lugar determinado o unos recursos, se han de ganar por méritos. Utilizar todo tipo de trampas, de juego sucio para el propio beneficio, perjudicando aquellos que actuan correctamente, a parte de corromper las normas elementales de relación, contaminan el ambiente tanto con palabras como acciones nocivas, y buscando la satisfacción instintiva inmediata los efectos devastadores se alargaran indefinidamente hasta que no se cambien las formas obstructivas por las armónicas.
El egoismo y la ignorancia desvian del recto camino una y otra vez, y todas las problemáticas de alrededor siempre derivan de estas. Querer unos privilegios que no nos corresponden es ir contra el orden cósmico, y al no apreciar lo que se nos tenia asignado deseando lo que pertenece a otros, al final lo perderá y tambien se le quitará lo que era suyo.En la búsqueda de unos fines miserables se pierde la oportunidad de lograr fines refinados.