domingo, 10 de junio de 2018

PARA MANTENER UNOS PRIVILEGIOS

¿ Para mantener unos privilegios hasta donde se es capaz de llegar ? ¿ Cuantas normas elementales de respeto y convivencia se pueden transgredir ? ¿ Hasta donde se puede degradar el comportamiento ? ¿ Para defender unos intereses egoistas se ha de alterar la paz y el orden ? ¿ Para preservar unos fines mezquinos vale la pena degradarse con acciones imperdonables ?
En la persecución de unas ganancias ilícitas por el camino se pierde mucho más, pues cuando se instaura la ira el alma abandona el cuerpo quedando desprotegido. Pero claro, quien se mueve por estos deseos no tiene conciencia de este hecho por que la ignorancia lo mantiene en la ceguera, de aquí las acciones chapuceras una detrás de otra.
Cuanto más persevera en la dureza, en la intransigencia, más se ensucia, y el problema de fondo crece, porque no es con la visceralidad que se resuelven los dilemas, sino con la inteligencia. Captar el mundo sin entender que lo que tenemos es un préstamo, puede hacer pensar que se tiene derecho a dominar y abusar, cuando en realidad forma parte de un plan.
Obsesionados en preservar unos bienes, incapaces de ver más allá de la propia parcela interesada, no se percatan que cunado las acciones afectan negativamente a otros bloquean el sostenimiento. O sea, lo que creen efectuar para que vaya a favor, en realidad tarde o temprano irá a la contra. Si se quiere conseguir unos privilegios aportados por un lugar determinado o unos recursos, se han de ganar por méritos. Utilizar todo tipo de trampas, de juego sucio para el propio beneficio, perjudicando aquellos que actuan correctamente, a parte de corromper las normas elementales de relación, contaminan el ambiente tanto con palabras como acciones nocivas, y buscando la satisfacción instintiva inmediata los efectos devastadores se alargaran indefinidamente hasta que no se cambien las formas obstructivas por las armónicas.
El egoismo y la ignorancia desvian del recto camino una y otra vez, y todas las problemáticas de alrededor siempre derivan de estas. Querer unos privilegios que no nos corresponden es ir contra el orden cósmico, y al no apreciar lo que se nos tenia asignado deseando lo que pertenece a otros, al final lo perderá y tambien se le quitará lo que era suyo.En la búsqueda de unos fines miserables se pierde la oportunidad de lograr fines refinados.

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