El punto esencial para que un nexo reporte provecho es el encaje. Lo comprobamos en el interior de un reloj, en un circuito, o la llave y la puerta. Cada uno tiene una singualaridad, no encontraremos a nadie exactamente igual manifestandose en todo como nosotros, por tanto en las diferencias radica el esfuerzo si pretendemos conjuntar las aportaciones de cada parte. Si queremos intercambios fluidos hemos de indagar el propio carácter para saber donde se encuentran los puntos fuertes y los débiles a efectos de proceder adecuadamente en cada relación y contexto que permita la postura más ajustada para los objetivos perseguidos. Siempre ha de haber un interés que empuje a salir de nosotros y tejer puentes de proximidad con alguien. ¿ Qué buscamos ? ¿ Qué queremos exactamente ? ¿ Qué puede proporcionarnos el otro que própiamente no podemos ? ¿ Y nosotros qué podemos ofrecer en el intercambio ? Para efectuar un planteamiento idóneo el auto conocimiento cuanto más ámplio sea mejor puede ser el resultado favorable en el objetivo. Si no sabemos definir por qué somos así ni distinguir si vamos bien encaminados o no, acoplarse con alguien tendrá pocas posibilidades de prosperar. Desgraciadamente es lo constatado una y otra vez. De forma inconsciente adquirimos ataduras por alguna característica que nos gusta, retrotrayendose a un margen muy estrecho respecto al conjunto, y una vez inmersos en la aventura del compromiso, el dia a dia nos desvela la ilusión con " el lote " de cada uno, el paquete completo de lo que somos, aflorando las desavenencias, tensiones y malestar, y aquello que parecía tan bonito nos hace aterrizar de golpe. La sensación de bienestar no la hemos de esperar del exterior de una sola persona con sus impurezas y carencias, por que los bienes más preciados son intangibles, y la paz, el silencio, la tranquilidad y recogimiento provienen del propio interior. ¿ Qué progreso real han experimentado parejas después de varias décadas de convivencia, individualmente o en común ? ¿ Hemos descifrado lo que teníamos que aprender, pulir, enmendar a través del otro para mejorar nuestras expresiones ? ¿ De las imaginaciones prévias de supuesta satisfacción, qué porcentaje se ha evidenciado ? ¿ Cuantas veces hemos pensado deshacer el vínculo por aburrimiento, estancamiento y sin un propósito que justifique la continuidad ? Es el cómputo de varios factores lo que impide la fusión y el progreso de los intercambios. La superficialidad que impregna la relación priva de experimentar calidad, y si además añadimos la parte egoista y una inmadurez considerable, no es posible lograr la finalidad que ha de aportar el encaje de dos identidades diferenciadas trabajando unitariamente.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
viernes, 26 de mayo de 2023
¿ PARA QUÉ QUEREMOS ATADURAS ? ( II )
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