jueves, 9 de enero de 2014

REACCIONAR O RESISTIR ( I )

Asiduamente se van presentando situaciones tensas, donde no se trata de molestarnos cada vez por que nos desagraden. Cuando se rompe la armonia a raiz de un acontecimiento y sus consecuencias, cuando alguien perturba la tranquilidad con palabras o acciones inadecuadas, no nos hemos de dejar absorber por las circunstancias, ya que la respuesta emocional puede estar exenta de la claridad indispensable, y en vez de solventar empeorar lo existente.
Según el propio carácter, el particular código de valores, muchas cosas pueden ser desagradables, pero esto no radica en el interlocutor y sus emisiones, más bien es la impresión recibida y lo que remueve en nosotros. Se pueden cometer acciones realmente punibles, expresiones duras sintiéndonos atacados, pero detrás de los hechos hay un motivo para que se introduzca un contexto diferente, o bien mediante revulsivos sacamos unas conclusiones para modificar algunas pautas.
Los otros son intermediarios para potenciar nuestro desarrollo, y a pesar de experimentar fricciones y polémicas, éstas solo son envoltorios de unas posibilidades de ampliar la conciencia mejorando la actitud.
Los que parecen enemigos en realidad son amigos disfrazados, la diferencia es que nos fuerzan a movilizar el fondo de reserva guardado para emergencias, y gracias a ellos podemos superar obstáculos y fortalecernos si lo sabemos afrontar.con firmeza.
Demasiada tranquilidad no permite crecer, es necesario de tanto en tanto nuevos desafíos para acceder a niveles más altos. Y lo que al principio es pesado, que supone un handicap, si resistimos las molestias iniciales y esperamos a responder con el tono y momento oportuno, entonces lo que parecía negativo se convierte en positivo. Lo malo es que la mayoría en seguida se siente ofendida, replicando heridos sin dar tiempo suficiente a la lógica en la búsqueda de soluciones conciliadoras.
Si reaccionamos irreflexivamente el fuego se incrementa y el conflicto se alarga. Si resistimos sin vernos o sentirnos víctimas, podremos descifrar el mensaje de lo que se ha dicho o se ha hecho para encontrar vías esclarecedoras que conduzcan a la adopción de posturas más útiles respecto a nosotros y sobretodo la manera de tratar con dignidad y corrección al prójimo aunque ellos no hagan lo mismo con nosotros.

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