miércoles, 9 de abril de 2014

CÓDIGO DE VALORES

¿ Qué tiene valor ? ¿ Cuales son los parámetros para medirlo y decidirlo ? Los valores son subjetivos porque estan en función de cada uno, su singularidad, posición, recursos y muchos factores diferentes.
Todo puede tener valor y todo tambien no tenerlo, y escoger el listado de las cosas importantes es estrictamente personal, pues no nos podemos poner dentro de nadie más que no seamos nosotros.
Acostumbramos a magnificar ideas, posesiones, situaciones que consideramos idóneas, y después  constatamos que nada de todo lo supuesto en el ámbito externo es la piedra filosofal. Por descontado que necesitamos preservar los bienes básicos de subsistencia, donde a parte de esto se debería indagar cada caso para dilucidar el valor contenido en aspectos concretos.
Alguien con muchos conocimientos no es el mismo que un analfabeto. Alguien muy rico no es igual que el muy pobre. Alguien con muy buena salud no se puede comparar con un enfermo. La evolución individual, formación, contexto de acción, son decisivos en los respectivos códigos de valores, pues las características y las circunstancias determinan las convicciones de lo que es valioso.
Hay valores tangibles y valores intangibles. Los que vemos como objetos materiales ofreciendo unas prestaciones, y los no vistos en la densidad que son evidenciados a través de palabras y hechos.
Los valores transitorios tienen un valor relativo, a menudo cubren una parcela, hacen un servicio temporal, y una vez agotado el potencial se reparan si es posible o se substituyen por otros en buenas condiciones.
Los valores personales son las cualidades adquiridas que nos facilitan los intercambios y nos proporcionan oportunidades en diversos estamentos.
Los valores colectivos es la suma de aportaciones particulares para el bien común, donde la dependencia necesita crear condiciones para la nutrición global.
Los materiales de uso, las variadas relaciones con sus numerosas singularidades y lo que damos y recibimos en las interacciones, son valores que nos ayudan a vivir en la edificación diaria.
El valor ha de sumar por el resultado que comporta. Si el supuesto valor implica pérdidas, peligros o malestar, no lo será si a continuación no extraemos un beneficio gracias a una expansión de conciencia y la modificación de factores obstructivos.
Los únicos valores indestructibles son los espirituales, siempre vigentes, siempre favorables, siempre con nosotros para generar paz, armonía y bienestar sin distinciones de ningun tipo.

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