domingo, 28 de agosto de 2022

VIDA PERDIDA O VIDA GANADA ( ii )

El instinto de supervivencia es innato y sabemos qué hemos de hacer para preservarlo. La cuestión es para qué. Todos somos iguales en lo más esencial y todos somos diferentes, y desde las apariencias no podemos responder a la singularidad de cada uno y como se han forjado estas diferencias.                                         No podemos dar una respuesta argumentativa al por qué hemos nacido en un país determinado, un continente, en una familia concreta, en un tiempo específico. Hay cosas que se mantienen ocultas, pero que dan paso a lo visible que nos acompaña.                                                                                                   Solo nos relacionamos con una cantidad reducida de personas entre millones, las precisas para enseñar y aprender recíprocamente siempre y cuando seamos capaces de aprovechar los mensajes emitidos y recibidos para seguir con el progreso persistente en todas las áreas. Si no vamos más allá de lo aparente velando únicamente para mantenernos, desconociendo nuestra idiosincracia y la tarea personal a realizar, no podemos ampliar horizontes por años que pasen, y el estancamiento nos acompañará persistentemente. Si no incrementamos conocimientos y instauramos un deseo de refinamiento, tal vez subsistiremos pero no trascenderemos.                                                                                                                                          Hacemos muchas cosas que no deberíamos hacer, y muchas que deberíamos hacer y no hacemos. Queremos salud, pero los hábitos y la ignorancia dificulta pensar en la forma apropiada, donde sentimientos, emociones y acciones acaban conduciendo a enfermedades. Queremos una vida de calidad, y los acontecimientos diarios van en una dirección diametralmente opuesta. No tenemos en cuenta la causa y el efecto, y las semillas plantadas darán el fruto en consonancia.                                                               Estamos capacitados para un gran potencial siempre y cuando elevemos los ideales y la conciencia. Si escogemos los patrones instintivos de sobrealimentar el ego como si fuera lo más preciado desconectados de los preceptos espirituales, estaremos condenados a una vida permanente de tribulaciones.                      La bondad, el amor, velar por el bien común, el espíritu de sacrificio pensando en otros, mostrarse justo, estos son los objetivos que hemos de buscar si queremos estar rodeados de bienestar y armonía internamente y externamente. La prueba es que al desviarnos de estos propósitos solo hacemos que generar lo contrario que es lo observado a diario con todo tipo de problemáticas y complicaciones. Ganar con la vida o perder con la vida depende de la actitud y todo lo que hay detrás de esta.

domingo, 14 de agosto de 2022

VIDA PERDIDA O VIDA GANADA ( I )

¿ A qué se reducen las preocupaciones de la mayoría ? A asegurar la subsistencia, tener una casa, familia y alimentarse. Estos objetivos y propósitos hacen seguir una inercia donde no nos preguntamos el valor de los esfuerzos y la fragilidad de enfocar los anhelos en lo transitorio siempre cambiante y inevitable donde no sabemos que garantias hay de continuidad. Así, la existencia escapa a la voluntad. Vamos pasando de una fase a otra : nacer, crecer, reproducirse, fragilizarse y marchar. ¿ Donde está el sentido ? ¿ La finalidad ? La verdadera existencia empieza con el desarrollo de la consciencia, y a partir de aquí aprendemos a controlar acciones y reacciones puliendo las expresiones para un refinamiento que se esparza en todos los frentes, desde la forma de pensar, en el sentir y en la acción.                                         Vivir para tener o vivir para ser, la clave que inclinará hacia la pérdida o la ganancia. El exterior que se nos escapa, o lo que incorporamos internamente y persiste. De una etapa a otra, de una actividad a otra, sin preguntarnos el objetivo de los esfuerzos o según que relaciones, un ir hacia adelante atrapado por un conjunto de circunstancias y la persecución de unos propósitos que creemos son apropiados o por que no hay más remedio por el margen de maniobra.                                                                                                Cuantos se preguntan ¿ por qué somos como somos y no de otra manera ? ¿ Qué papel ejercen unas relaciones específicas ? De todo lo realizado solo queda la esencia que sirve de base para apuntalar el presente y proyectar lo venidero. Vivir solo para preservar la presencia inconsciente de nuestra función individual, del por qué de las experiencias y resultados, no sabemos descifrar el motivo de la finalidad de nuestra vida aquí y ahora. Es preciso averiguar el por qué de nuestras caracteristicas particulares y el contexto que tiene que ver con nosotross, por que si solo cuentra nutrir el cuerpo y asuntos materiales, nunca sabremos si lo ejecutado aporta un provecho o no. La batalla entre lo primario y lo secundario, es el reto diario que cada uno desde su posición y posibilidades ha de descubir para que el sentido, el significado y el provecho estén detrás de lo manifestado.