Desde pequeños nos preparan para que cada uno adquiera una formación que permita un mínimo de autonomia en un máximo de dependencias. Del clan familiar a la singularidad individual requiere pasar años de estudio para saber operar en el medio circundante, y con esta base prepararnos para un oficio como medio de intercambio a fin de obtener recursos. Conocer el qué, como y por qué en los diferentes ámbitos donde nos encontremos, es primordial para que los propósitos desenboquen en un resultado favorable. Ir descubriendo nuestras características y circunstancias, y saber como encajar en cada contexto es la tarea a afrontar que requiere un conocimiento extenso, paciencia, observar, archivar la influencia de experiencias, y con múltiples ensayos procurar modelar el tono adecuado segun situación, persona, objetivo u otras peculiaridades. Todos anhelamos bienestar y armonía, y la hemos de generar en el encaje continuo entre nosotros y los vínculos establecidos, nosotros y el medio. Hemos de saber como, y esto supone haber adquirido aptitudes préviamente. La voluntad movida por el deseo, ha de ser guiada por un pensamiento ecuánime, una visión en perspectiva donde tambien participa la vertiente emocional afectiva. Si prevalece el equilibrio en los tres frentes mental, emotivo y físico, entonces la armonía será el resultado. Si lo creado por nuestras pretensiones y forma de proceder comporta malestar y discordia, es el claro exponente de no ver claro, obnubilación en las ideas, emociones perjudiciales y acciones contraproducentes. Tal vez tenemos aptitudes profesionales, pero tambien es imprescindible forjarlas respecto a la salud, al trato con otros y al discernimiento correcto respecto a lo que hacemos, a lo que queremos y las consecuencias que se puedan desencadenar. Desde tiempos inmemoriales cada dia suceden desgracias, atrocidades, hechos aberrantes, donde el deseado bienestar y armonía no se acerca ni de lejos. Y si no somos capaces de revertirlo es por que somos ineptos, y las causas radican en los planteamientos e intereses egoistas junto con una relevante ignorancia producto de la inconciencia privando de ver claro. La sofisticación tecnológica actual no mejora la conducta ancestral. Las máquinas facilitan la acción en el exterior, pero lo que de verdad importa solo se consigue desarrollando cualidades internas, lo que supone tener un anhelo de vida espiritual que es la proporcionadora de las aptitudes, y mientras no aflore este deseo continuaremos inmersos en los conflictos, insatisfacción y la incapacidad de mejorar donde deberíamos focalizarnos.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
domingo, 30 de octubre de 2022
LA ETERNA INEPTITUD
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