De una forma u otra todo es una inversión. No sólo en cuanto a tiempo y dinero, sino en como vivimos la vida.
Disponemos de un estrecho margen de maniobra que viene condicionado por el nivel evolutivo, status social, conocimientos y recursos. Todo esto es parte de nuestro haber, la cuestión es qué hacemos con estos bienes. Qué enfoque le damos, qué propósito, por cuales motivos, y según el desarrollo podremos constatar si las inversiones efectuadas son rentables o no.
Estamos inmersos en un medio donde la información es inmensa, y en cambio nosotros tenemos un almacenaje mínimo. Podemos vivir miles de dias, pero solo unos cuantos se aprovechan realmente. Las relaciones abarcan sólo unas decenas, y de éstas muy pocas son realmente significativas y inspiradoras.
El entorno nos ofrece el máximo de posibilidades, y nosotros sólo aprovechamos unos mínimos, ya sea por esclavitud horaria de las obligaciones diarias, por conformismo, por inercia o por inconciencia.
Nos deberíamos preguntar constantemente : ¿ estoy invirtiendo bien hoy ? Desde el inicio del dia hasta su culminación, hay un cúmulo de actividades a afrontar, mucha rutina, pero tambien tenemos momentos libres que son los que han de marcar la diferencia.
¿ A donde me lleva lo que hago ? ¿ Me gusta ? ¿ Es lo que debo hacer ? ¿ Mi potencial se expresa altamente, medianamente o escasamente ?
Inmersos en cubrir el expediente de subsistencia, no hay tiempo para observar, reflexionar y efectuar los cambios oportunos para una vida más satisfactoria. De esta manera habremos pasado por la vida, pero la vida no habrá pasado para nosotros, sin descubrir qué hemos venido a hacer, si lo hemos hecho o no y si marchamos siendo mejores.
Hemos de invertir en nuestro desarrollo espiritual, pues es lo único que perdura, lo que no sea esto se irá perdiendo por el camino. Bienes materiales, dinero, esfuerzos para ocupar cargos, responsabilidades laborales, estas cosas sólo son simples intermediarios para poder mostrar el verdadero potencial del ser a través de valores personales indestructibles eternos como saber amar, ser generosos, amables, atentos, serviciales, ayudar a los necesitados. Por tanto ¿ queremos invertir en lo que acabaremos perdiendo ? ¿ o queremos hacerlo en lo que persiste ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario