La dualidad comporta fluctuaciones, y el movimiento implica cambiar. Nada se mantiene estático a nivel externo sometido a ritmos oscilantes, y la tarea consiste en aplicar unos preceptos eternos en lo transitorio.
Los patrones arquetípicos de conducta son inalterables para tener unos referentes permanentes, y hemos de aplicarlos en un contexto de variables constantes. Si todo fuera estático siempre, no habría evolución, en el cambio es donde radica el progreso de abarcar nuevas posibilidades.
A nivel físico y espiritual la norma es ir pasando por diferentes etapas, donde cada una es preparatoria de las que vendran a continuación. Una vez llegamos a un máximo en el ámbito que sea, hemos de pasar a nuevas fases que permitan avanzar en otras formas y expresiones.
Aprovechar el tiempo es extraer un provecho, y esto pide una actividad mental y física. De la idea a la acción vamos forjando el dia a dia, donde el resultado irá indicando si rendibilizamos o no los esfuerzos. Incrementar el potencial ha de ser el objetivo, y si no se produce entonces significa que no hay cambios, por lo tanto estancamiento.
¿ Donde estriba el aliciente vital ? En hacer mejor las cosas que realizamos, y hacerlo diferente es cambiar maneras rudimentarias o poco elaboradas por otras más sofisticadas, consistentes y más gratificantes.
¿Qué sentido tiene hacerlo todo igual sin modificar nunca nada ? ¿ Qué goce se puede experimentar viendo todo de la misma manera sin dar opciones a alternativas diferentes que ensanchen la conciencia y permitan acceder a nuevas variantes ?
Hemos de encontrar el equilibrio entre lo valioso a conservar y lo apropiado a transformar. Hay elementos que desaparecen y otros se quedan, y nosotros hemos de saber distinguir entre lo útil a preservar y lo prescindible para que podamos dar entrada a nuevas tendencias con sus aportacioens.
Siempre hay una base a preservar, unos cimientos donde apoyarnos, y a continuación hemos de edificar la propia vida y el entorno. Pensamiento y acción han de encajar, sintonizarse para extraer el rendimiento óptimo de los diferentes propósitos, y mientras procuramos el encaje idóneo, el trayecto en si va configurando cambios que hemos de aprovechar para ir a niveles más elevados. El objetivo del cambio es justamente este.
Este blog no pretende emular a los grandes pensadores clásicos, sino sólo unas breves exposiciones que puedan llegar a todo tipo de personas.
sábado, 27 de diciembre de 2014
sábado, 13 de diciembre de 2014
LAS DIFICULTADES DE CAMBIAR ( I )
Múltiples son las causas del porqué nos cuesta tanto cambiar. Ya sea una falta de auto conocimiento profundo, sin observar a fondo qué decimos o qué hacemos con las consecuencias que se derivan. Estar convencido de ser correctos en las diversas expresiones y manifestaciones, y por tanto no hace falta modificar nada. No querer perder privilegios o ventajas, aunque esto a menudo va en detrimento de otros, agarrándose a cargos o a posiciones por unos determinados beneficios.
También está la vertiente indulgente donde nos dejamos ir en vicios o actividades perjudiciales, excusándose asiduamente con el famoso " no se puede ser perfecto " como si esto ya lo exculpara y diese el visto bueno para seguir satisfaciendo unos placeres maléficos por lo que reportan finalmente.
Evitar esfuerzos, prefiriendo la mediocridad perpetua antes que la calidad y la satisfacción de lo conseguido con tenacidad. Conformarse en subsistir en vez de intentar vivir, sin aspiraciones para superarse, haciendo del dia a dia un aburrimiento que solo conduce al mantenimiento físico sin objetivos ni sentido.
Los humanos, a excepción de una minoría, acostumbran a hacer lo indispensable, y una vez conseguido, el tiempo y recursos de que disponen lo malgastan en futilidades. La ausencia de anhelos para ir más allá de una rutina constante los limita a una parcela reducida.
Los defectos, las impurezas, las formas incorrectas, se repiten hasta el infinito, pero esto parece que importa poco teniendo en cuenta la pasividad y la minimización que se hace a pesar del estancamiento evidente. No considerar como negativos actos perjudiciales, es el mayor impedimento para transformarnos, manteniendo patrones inadecuados desde la infancia hasta la vejez. La perpetuación de hacerlo todo siempre igual es lo que eterniza los confictos individuales, proyectándolo en el colectivo en problemáticas que permanecen perennes durante décadas o siglos.
Estamos aquí para aprender y enmendar todo lo que se deba pulir. Si no nos corregimos es como ir suspendiendo el exámen contínuamente. A mucha gente parece que esto no le importa, de aquí el bajo rendimiento y las dificultades de establecer interacciones cualitativas.
La insatisfacción imperante es el reflejo de no saber cambiar en nosotros esquemas y procedimientos obstructivos por aquellos que proporcionen posibilidades realizadoras que generen armonía interna y externa.
También está la vertiente indulgente donde nos dejamos ir en vicios o actividades perjudiciales, excusándose asiduamente con el famoso " no se puede ser perfecto " como si esto ya lo exculpara y diese el visto bueno para seguir satisfaciendo unos placeres maléficos por lo que reportan finalmente.
Evitar esfuerzos, prefiriendo la mediocridad perpetua antes que la calidad y la satisfacción de lo conseguido con tenacidad. Conformarse en subsistir en vez de intentar vivir, sin aspiraciones para superarse, haciendo del dia a dia un aburrimiento que solo conduce al mantenimiento físico sin objetivos ni sentido.
Los humanos, a excepción de una minoría, acostumbran a hacer lo indispensable, y una vez conseguido, el tiempo y recursos de que disponen lo malgastan en futilidades. La ausencia de anhelos para ir más allá de una rutina constante los limita a una parcela reducida.
Los defectos, las impurezas, las formas incorrectas, se repiten hasta el infinito, pero esto parece que importa poco teniendo en cuenta la pasividad y la minimización que se hace a pesar del estancamiento evidente. No considerar como negativos actos perjudiciales, es el mayor impedimento para transformarnos, manteniendo patrones inadecuados desde la infancia hasta la vejez. La perpetuación de hacerlo todo siempre igual es lo que eterniza los confictos individuales, proyectándolo en el colectivo en problemáticas que permanecen perennes durante décadas o siglos.
Estamos aquí para aprender y enmendar todo lo que se deba pulir. Si no nos corregimos es como ir suspendiendo el exámen contínuamente. A mucha gente parece que esto no le importa, de aquí el bajo rendimiento y las dificultades de establecer interacciones cualitativas.
La insatisfacción imperante es el reflejo de no saber cambiar en nosotros esquemas y procedimientos obstructivos por aquellos que proporcionen posibilidades realizadoras que generen armonía interna y externa.
sábado, 29 de noviembre de 2014
PELIGROS
El concepto de peligro es una advertencia que si no actuamos con precaución podemos sufrir consecuencias físicas o de otras características segun el caso.
Por descontado que no queremos hacernos daño, ni padecer situaciones molestas, y en cambio, muchos de los planteamientos y acciones, acaban comportando malestar, pérdidas y riesgos en más de un sentido.
El peligro no se limita únicamente al dolor corporal, a pasar privaciones, a afrontar crisis diversas. También está el peligro de malbaratar inutilmente la vida, donde seguro que la mayoría no lo catalogaría así debido al enfoque puramente de subsistencia en que estamos inmersos de manera preponderante.
Se haga más o menos la verdad es que siempre hacemos poco, pues la atención se desvia en actividades o entretenimientos que no ensanchan horizontes ni aportan referentes para mejorar el potencial. Condicionados por la necesidad de obtener recursos, el estrecho margen de maniobra restante se pierde habitualmente en futilidades. El peligro por tanto es haber dispuesto de tiempo, que son oportunidades, y no aprovecharlo constructivamente.
Estudiar, trabajar, tener dinero, solo son instrumentos intermediarios para saber como establecer conexiones con el entorno en diferentes niveles para llevar a cabo un propósito evolutivo.
Si solo nos quedamos en el medio, no iremos al fondo, y por oportunidades que se presenten no las sabremos ver ni darle el tratamiento preciso que facilite nuevos desarrollos.
El peligro de estar limitados, de quedarse en la superficie, son obstáculos que impiden avanzar individualmente y colectivamente. Estamos rodeados de peligros diversos, antes en consonancia al estilo imperante del momento, ahora por los desequilibrios planetarios derivados de gestiones desastrosas donde el supuesto beneficio puede conducir al maleficio.
El mayor peligro es la misma humanidad si prevalecen las formas ignorantes y egoistas, debiendo concienciarnos de qué queremos y a donde nos puede conducir. Vivimos en comunidad, y así hemos de enfocar los proyectos si deseamos crear un entorno próspero, justo y armónico, donde todos somos responsables, de las pequeñas y las grandes acciones. De nosotros depende generar más seguridad, reduciendo el peligro con el incremento de conciencia y adoptando posturas altruistas.
Por descontado que no queremos hacernos daño, ni padecer situaciones molestas, y en cambio, muchos de los planteamientos y acciones, acaban comportando malestar, pérdidas y riesgos en más de un sentido.
El peligro no se limita únicamente al dolor corporal, a pasar privaciones, a afrontar crisis diversas. También está el peligro de malbaratar inutilmente la vida, donde seguro que la mayoría no lo catalogaría así debido al enfoque puramente de subsistencia en que estamos inmersos de manera preponderante.
Se haga más o menos la verdad es que siempre hacemos poco, pues la atención se desvia en actividades o entretenimientos que no ensanchan horizontes ni aportan referentes para mejorar el potencial. Condicionados por la necesidad de obtener recursos, el estrecho margen de maniobra restante se pierde habitualmente en futilidades. El peligro por tanto es haber dispuesto de tiempo, que son oportunidades, y no aprovecharlo constructivamente.
Estudiar, trabajar, tener dinero, solo son instrumentos intermediarios para saber como establecer conexiones con el entorno en diferentes niveles para llevar a cabo un propósito evolutivo.
Si solo nos quedamos en el medio, no iremos al fondo, y por oportunidades que se presenten no las sabremos ver ni darle el tratamiento preciso que facilite nuevos desarrollos.
El peligro de estar limitados, de quedarse en la superficie, son obstáculos que impiden avanzar individualmente y colectivamente. Estamos rodeados de peligros diversos, antes en consonancia al estilo imperante del momento, ahora por los desequilibrios planetarios derivados de gestiones desastrosas donde el supuesto beneficio puede conducir al maleficio.
El mayor peligro es la misma humanidad si prevalecen las formas ignorantes y egoistas, debiendo concienciarnos de qué queremos y a donde nos puede conducir. Vivimos en comunidad, y así hemos de enfocar los proyectos si deseamos crear un entorno próspero, justo y armónico, donde todos somos responsables, de las pequeñas y las grandes acciones. De nosotros depende generar más seguridad, reduciendo el peligro con el incremento de conciencia y adoptando posturas altruistas.
sábado, 15 de noviembre de 2014
PRIMARIOS VERSUS CIVILIZADOS
El comportamiento humano se puede inclinar en dos direcciones : primario o civilizado. El primario como su nombre indica son aquellas manifestaciones rudimentarias que requieren un tratamiento para pulir las diversas formas de expresión. El civilizado es lo opuesto, son las maneras refinadas derivadas de la educación, la concienciación y el trato digno entre lo personal y colectivo buscando la armonia.
Las formas primarias son instintivas, las civilizadas son racionales. Quien es primario piensa en pequeño, en lo más inmediato, en capacidad reducida. Empujado por sus deseos egoistas, es incapaz de ver las consecuencias de ciertos planteamientos faltos de lógica y sensatez, desencadenando en acontecimientos perjudiciales para el propio ejecutor y el receptor.
Todos los conflictos a pequeña y gran escala son consecuencia de no saber encajar sujeto y objeto, haciéndose extensible a todo tipo de situaciones. La incapacidad de ver con claridad impide ver el desenlace que se puede producir a través de palabras o acciones, y así convencidos de estar en lo correcto cuando la realidad demuestra que es justo lo contrario, es como se genera el caos y las diversas disfunciones en muchos ámbitos.
Quien es primordialmente primario es facil de distinguir por como se muestra. Se focaliza en sus intereses, no tiene en cuenta a los demás, se ha de imponer aunque sea a la fuerza, amenazando. Valora lo referente a el y aquello que no le gusta lo menosprecia. Acostumbra a tratar de forma indigna y humillante cuando no piensan ni dicen ni hacen como el quiere, pues su opinión y sus maneras son las que han de prevalecer. Gente autoritaria sin estima por los que son diferentes ni tampoco para ellos mismos, pues todo el veneno que van lanzando a parte de ensuciar el ambiente sobretodo ensucia al propio emisor.
El civilizado en cambio, con un nivel de conciencia más amplio y más reflexivo, utilizando la lógica, pensando en el bien de conjunto, busca el encaje de las partes en el todo; lo que facilita la colaboración enttre los diversos interventores, por que lo importante es el resultado armónico final.
Lo primario tarde o temprano conduce al fracaso, al deterioro, a la pérdida, por que las maneras ignorantes desembocan fatalmente en consecuencias nefastas. Si queremos que el buen funcionamiento sea la norma en cualquier contexto, hemos de transmutar las expresiones instintivas por el discernimiento, lo que separa por lo que acerca, la brutalidad por la delicadeza.
Las formas primarias son instintivas, las civilizadas son racionales. Quien es primario piensa en pequeño, en lo más inmediato, en capacidad reducida. Empujado por sus deseos egoistas, es incapaz de ver las consecuencias de ciertos planteamientos faltos de lógica y sensatez, desencadenando en acontecimientos perjudiciales para el propio ejecutor y el receptor.
Todos los conflictos a pequeña y gran escala son consecuencia de no saber encajar sujeto y objeto, haciéndose extensible a todo tipo de situaciones. La incapacidad de ver con claridad impide ver el desenlace que se puede producir a través de palabras o acciones, y así convencidos de estar en lo correcto cuando la realidad demuestra que es justo lo contrario, es como se genera el caos y las diversas disfunciones en muchos ámbitos.
Quien es primordialmente primario es facil de distinguir por como se muestra. Se focaliza en sus intereses, no tiene en cuenta a los demás, se ha de imponer aunque sea a la fuerza, amenazando. Valora lo referente a el y aquello que no le gusta lo menosprecia. Acostumbra a tratar de forma indigna y humillante cuando no piensan ni dicen ni hacen como el quiere, pues su opinión y sus maneras son las que han de prevalecer. Gente autoritaria sin estima por los que son diferentes ni tampoco para ellos mismos, pues todo el veneno que van lanzando a parte de ensuciar el ambiente sobretodo ensucia al propio emisor.
El civilizado en cambio, con un nivel de conciencia más amplio y más reflexivo, utilizando la lógica, pensando en el bien de conjunto, busca el encaje de las partes en el todo; lo que facilita la colaboración enttre los diversos interventores, por que lo importante es el resultado armónico final.
Lo primario tarde o temprano conduce al fracaso, al deterioro, a la pérdida, por que las maneras ignorantes desembocan fatalmente en consecuencias nefastas. Si queremos que el buen funcionamiento sea la norma en cualquier contexto, hemos de transmutar las expresiones instintivas por el discernimiento, lo que separa por lo que acerca, la brutalidad por la delicadeza.
domingo, 26 de octubre de 2014
ATRACCIÓN PERDIDA
Actividades, diversiones o relaciones, son las vias que pueden despertar el interés en nosotros. El componente de disfrute es esencial para sentirnos atraidos. Sin un factor motivador la atracción no es posible.
La novedad, la temática, el goce que nos pueda causar, nos pueden acercar a experiencias y personas. Y las buenas sensaciones de un momento no garantizan la continuidad, ni en lo mismo ni con los implicados.
El principio es como la semilla que contiene el potencial a desarrollar. A medida lo inicial va adquiriendo forma según la aportación, las sensaciones y sintonía, el interés se mantendrá o se desvanecerá por los movimientos producidos durante el trayecto y su impacto.
El entusiasmo, el gusto del comienzo, radica en la impresión y lo que creemos vendrá a continuación. Esto sólo son muestras de una totalidad, y cuando lo que no se ajusta a nuestro carácter es mayor que las confluencias, la atracción dificilmente prevalecerá.
La base de lo que nos atrae puede ser consistente, y preservarla dependerá de factores diversos. Introducir nuevas maneras para no estancarnos, pues la monotonía disminuye el aliciente. Ensanchar la perspectiva experimentando alternativas, cosas similares con diferencias.
Lo atrayente de una época, por edad, por gustos, deja de serlo cuando vibramos com otros temas. Y en las relaciones exactamente igual, amistades o pareja, prominentes y afines, poco a poco o de golpe ya no sintonizamos, porque cada uno hace su camino, y si diverge el alejamiento es inevitable.
Alargar la atracción indefinidamente requiere elementos vivificantes regeneradores. El sol y la naturaleza nunca cansan de contemplarlos, porque aunque parezcan iguales es la vitalidad y lo que nos dan lo que preserva la apreciación.
Este ejemplo ha de servir para imitarlo en nuestras ocupaciones y relaciones. Aportar luz y calor, ser suministrador de bienes en grandes dosis para participar de la abundancia y nutrición.
Cuando las actividades pierden vivacidad y decae el entusiasmo, automáticamente la proximidad se convierte en distancia. Cuando las relaciones pierden el encanto que habíamos sentido y se instaura la frialdad y la indiferencia, se acaba la atracción.
Muchas atracciones se pierden substituyéndolas por otras, lo importante es tener siempre hogueras encendidas que nos hagan vibrar y expresar lo mejor de cada uno.
La novedad, la temática, el goce que nos pueda causar, nos pueden acercar a experiencias y personas. Y las buenas sensaciones de un momento no garantizan la continuidad, ni en lo mismo ni con los implicados.
El principio es como la semilla que contiene el potencial a desarrollar. A medida lo inicial va adquiriendo forma según la aportación, las sensaciones y sintonía, el interés se mantendrá o se desvanecerá por los movimientos producidos durante el trayecto y su impacto.
El entusiasmo, el gusto del comienzo, radica en la impresión y lo que creemos vendrá a continuación. Esto sólo son muestras de una totalidad, y cuando lo que no se ajusta a nuestro carácter es mayor que las confluencias, la atracción dificilmente prevalecerá.
La base de lo que nos atrae puede ser consistente, y preservarla dependerá de factores diversos. Introducir nuevas maneras para no estancarnos, pues la monotonía disminuye el aliciente. Ensanchar la perspectiva experimentando alternativas, cosas similares con diferencias.
Lo atrayente de una época, por edad, por gustos, deja de serlo cuando vibramos com otros temas. Y en las relaciones exactamente igual, amistades o pareja, prominentes y afines, poco a poco o de golpe ya no sintonizamos, porque cada uno hace su camino, y si diverge el alejamiento es inevitable.
Alargar la atracción indefinidamente requiere elementos vivificantes regeneradores. El sol y la naturaleza nunca cansan de contemplarlos, porque aunque parezcan iguales es la vitalidad y lo que nos dan lo que preserva la apreciación.
Este ejemplo ha de servir para imitarlo en nuestras ocupaciones y relaciones. Aportar luz y calor, ser suministrador de bienes en grandes dosis para participar de la abundancia y nutrición.
Cuando las actividades pierden vivacidad y decae el entusiasmo, automáticamente la proximidad se convierte en distancia. Cuando las relaciones pierden el encanto que habíamos sentido y se instaura la frialdad y la indiferencia, se acaba la atracción.
Muchas atracciones se pierden substituyéndolas por otras, lo importante es tener siempre hogueras encendidas que nos hagan vibrar y expresar lo mejor de cada uno.
sábado, 11 de octubre de 2014
EL QUÉ, PERO NO EL PORQUÉ
La tendencia imperante en nosotros es ir hablando del qué pero no del porqué. Observamos lo que nos rodea viendo la superficie sin adentrarnos en el fundamento, y con unos conocimientos limitados, accediendo solo a fragmentos, efectuamos todo tipo de comentarios y sacamos conclusiones convencidos de estar acertados cuando es mucho más lo ignorado que lo conocido.
Acostumbramos a dar vueltas y vueltas a los mismos temas sin extraer la claridad indispensable para substituir lo perjudicial por lo benéfico, incapaces de acceder al porqué de lo debatido, que va llenando de conversaciones estériles que no conducen a nada.
Es muy facil hablar de esto o aquello, criticar sin miramientos, emitir juicios sin conocer los implicados ni saber los desencadenantes de lo que juzgamos. Opinamos sobre fracciones desligandolas del conjunto, y de esta manera el error en el veredicto es habitual por la inconciencia global.
Preocupados por lo que incide directamente, los planteamientos de lo que hacemos y decimos giran alrededor de los propios intereses. Desde este pequeño microcosmos, con un enfoque egocentrico, ponerse en lugar de otros con culturas diferentes, necesidades, en maneras de hacer, es casi imposible para la mayoría.
Lo que hago, lo que digo, lo dado y recibido como objetivo, sin profundizar en el impulso que nos lleva a estas manifestaciones. El punto de partida y destino debería estar presente y claro en las pretensiones para saber si lo deseado nos conviene o es prescindible, si hemos de insistir en ciertos temas o bien evitarlos.
Opinando sobre hechos consumados, sobre suposiciones, desde nuestra óptica, nunca sacaremos conclusiones clarificadoras.
Si no sabemos el porqué el qué no nos aportará la solución, y la tendencia es centrarse en el qué sin averiguar el porqué, de aquí la obstrucción y la dificultad de resolver múltiples cuestiones por la incapacidad de llegar al núcleo.
Una vez descubierto el porqué hemos de buscar contínuamente la armonía para que el qué de cada situación reporte el mejor contexto posible.
Acostumbramos a dar vueltas y vueltas a los mismos temas sin extraer la claridad indispensable para substituir lo perjudicial por lo benéfico, incapaces de acceder al porqué de lo debatido, que va llenando de conversaciones estériles que no conducen a nada.
Es muy facil hablar de esto o aquello, criticar sin miramientos, emitir juicios sin conocer los implicados ni saber los desencadenantes de lo que juzgamos. Opinamos sobre fracciones desligandolas del conjunto, y de esta manera el error en el veredicto es habitual por la inconciencia global.
Preocupados por lo que incide directamente, los planteamientos de lo que hacemos y decimos giran alrededor de los propios intereses. Desde este pequeño microcosmos, con un enfoque egocentrico, ponerse en lugar de otros con culturas diferentes, necesidades, en maneras de hacer, es casi imposible para la mayoría.
Lo que hago, lo que digo, lo dado y recibido como objetivo, sin profundizar en el impulso que nos lleva a estas manifestaciones. El punto de partida y destino debería estar presente y claro en las pretensiones para saber si lo deseado nos conviene o es prescindible, si hemos de insistir en ciertos temas o bien evitarlos.
Opinando sobre hechos consumados, sobre suposiciones, desde nuestra óptica, nunca sacaremos conclusiones clarificadoras.
Si no sabemos el porqué el qué no nos aportará la solución, y la tendencia es centrarse en el qué sin averiguar el porqué, de aquí la obstrucción y la dificultad de resolver múltiples cuestiones por la incapacidad de llegar al núcleo.
Una vez descubierto el porqué hemos de buscar contínuamente la armonía para que el qué de cada situación reporte el mejor contexto posible.
sábado, 27 de septiembre de 2014
ROMPER LIMITACIONES
Disponemos de autonomia de movimientos, pero dentro de unos parámetros. Podemos acceder a unos recursos, pero solo en cantidades mesuradas respecto a la totalidad. Establecemos relaciones, pero solo en una proporción reducida. De una forma u otra hemos de concentrarnos en parcelas pequeñas que podamos abastecer, y dentro de estos límites hemos de ser hábiles en lograr el grado óptimo de libertad que permita actuar sin trabas.
Estamos condicionados por múltiples factores, donde tan solo una parte depende de la propia voluntad, y es aquí donde hemos de centrar la atención, para que los esfuerzos y las decisiones nos conduzcan a la resolución más adecuada.
Quien más quien menos se encuentra en situaciones de acoplamiento complicado con otras personas. Las diferencias de criterio dificultan a menudo entenderse, y lo que podria resolverse fácilmente puede alargarse indefinidamente.
Cuando se produce un bloqueo está obstruyendo el libre fluir, limitando movimientos que impiden instaurar un contexto más satisfactorio. Por desgracia, la indispensable y suficiente falta de entendimiento es el origen de los conflictos, que pueden ser transitorios o indefinidos.
La falta de visión o visión incorrecta, elabora unos planteamientos habitualmente centrados en el ego, y a partir de aquí todo lo imaginable y inimaginable se puede desencadenar. Crear problemas de la nada es frecuente cuando el grado de inconciencia es notorio y la desconsideración hacia otros está arraigada con fuerza. Se producen crisis absurdas sin sentido por la incapacidad de discernir con claridad, y en consecuencia las acciones introducen el caos.
Los miedos, la inmadurez, mantienen vínculos improductivos, no atreviendose a emanciparse, a romper las cadenas de unas relaciones que tal vez reporten un respaldo o seguridad económica, a costa de limitarse y poder experimentar otras variantes. Unos pequeños intereses privan de acceder a situaciones y condiciones donde expresarnos con más libertad y posibilidades más ámplias.
Egoismo, inconciencia, falta de lógica, confusión mental, covardia, son factores altamente entorpecedores para el emisor de tales manifestaciones y para aquellos que se ven afectados a través de contactos, obstaculizando enormemente las relaciones y las temáticas de fondo.
Romper estas limitaciones pide ir a los términos opuestos : mirar por otros, incrementar la conciencia, claridad de ideas y valentía. Si forman parte de nosotros, la proporción de libertad será directamente proporcional al buen uso de estas virtudes.
Estamos condicionados por múltiples factores, donde tan solo una parte depende de la propia voluntad, y es aquí donde hemos de centrar la atención, para que los esfuerzos y las decisiones nos conduzcan a la resolución más adecuada.
Quien más quien menos se encuentra en situaciones de acoplamiento complicado con otras personas. Las diferencias de criterio dificultan a menudo entenderse, y lo que podria resolverse fácilmente puede alargarse indefinidamente.
Cuando se produce un bloqueo está obstruyendo el libre fluir, limitando movimientos que impiden instaurar un contexto más satisfactorio. Por desgracia, la indispensable y suficiente falta de entendimiento es el origen de los conflictos, que pueden ser transitorios o indefinidos.
La falta de visión o visión incorrecta, elabora unos planteamientos habitualmente centrados en el ego, y a partir de aquí todo lo imaginable y inimaginable se puede desencadenar. Crear problemas de la nada es frecuente cuando el grado de inconciencia es notorio y la desconsideración hacia otros está arraigada con fuerza. Se producen crisis absurdas sin sentido por la incapacidad de discernir con claridad, y en consecuencia las acciones introducen el caos.
Los miedos, la inmadurez, mantienen vínculos improductivos, no atreviendose a emanciparse, a romper las cadenas de unas relaciones que tal vez reporten un respaldo o seguridad económica, a costa de limitarse y poder experimentar otras variantes. Unos pequeños intereses privan de acceder a situaciones y condiciones donde expresarnos con más libertad y posibilidades más ámplias.
Egoismo, inconciencia, falta de lógica, confusión mental, covardia, son factores altamente entorpecedores para el emisor de tales manifestaciones y para aquellos que se ven afectados a través de contactos, obstaculizando enormemente las relaciones y las temáticas de fondo.
Romper estas limitaciones pide ir a los términos opuestos : mirar por otros, incrementar la conciencia, claridad de ideas y valentía. Si forman parte de nosotros, la proporción de libertad será directamente proporcional al buen uso de estas virtudes.
domingo, 14 de septiembre de 2014
ENTRE DOS CAMINOS
Siempre estamos entre dos caminos, lo que sabemos y el desconocido, lo que se ha hecho y lo que se ha de hacer, el pasado y el futuro, lo que se acaba y lo que empieza, y así cada dia, procurando encontrar sentido, y en esta búsqueda el anhelo de conseguir bienestar.
El potencial humano por un motivo u otro se expresa habitualmente en un porcentaje muy reducido, de aquí los numerosos conflictos, insatisfacciones y la incapacidad de generar condiciones verdaderamente armónicas. Estamos aquí para desarrollarnos, donde la tarea consiste en ir substituyendo las capas de oscuridad que nos inclinan a cometer errores de todo tipo, por la claridad que ha de guiarnos hacia la corrección expresiva. Los diversos condicionantes que nos acompañan lo son en la medida de nuestra capacidad de luz, pues la misma situación no se afronta igual segun se vea. Uno la puede ver pesada, complicada, y otro una oportunidad para exteriorizar el potencial latente. El trabajo es justamente este, convertir la carga en ligereza, las molestias en bendiciones, los enemigos en amigos. Evidentemente no es facil, pero si no nos enfrentamos con bravura, la vida va pasando sin un objetivo definido que lleve a una finalidad edificante.
El trabajo a ejecutar es inmneso, malgastando mucho tiempo por el camino en ocupaciones insubstanciales, defendiendo posturas que no arreglan nada, con un bajo rendimiento en general por falta de preparación.
Querríamos estar en una espécie de plenitud constante en todos los ámbitos, pero no es posible por la propia incapacidad para crearlo, y lo seguirá siendo mientras no elevemos el nivel de conciencia y obremos de acuerdo a esta.
Mejorar, tener más, pero la cuestión es en qué y como, pues ganar por un lado a costa de hipotecar otro no es en realidad un beneficio. Avanzar en partes y en conjunto, es el objetivo, donde cada uno de acuerdo a su singularidad ha de encontrar las vias y los medios para introducir factores más satisfactorios si de verdad lo desea.
En este periplo entre dos caminos el universo nos pone a prueba, y nosotros tambien hemos de retarnos para que cada nuevo paso, cada experiencia, nos permita ir subiendo el nivel, pues si no es así se produce el estancamiento y después el retroceso, porque el ritmo vital empuja con fuerza a ir siempre hacia adelante.
El potencial humano por un motivo u otro se expresa habitualmente en un porcentaje muy reducido, de aquí los numerosos conflictos, insatisfacciones y la incapacidad de generar condiciones verdaderamente armónicas. Estamos aquí para desarrollarnos, donde la tarea consiste en ir substituyendo las capas de oscuridad que nos inclinan a cometer errores de todo tipo, por la claridad que ha de guiarnos hacia la corrección expresiva. Los diversos condicionantes que nos acompañan lo son en la medida de nuestra capacidad de luz, pues la misma situación no se afronta igual segun se vea. Uno la puede ver pesada, complicada, y otro una oportunidad para exteriorizar el potencial latente. El trabajo es justamente este, convertir la carga en ligereza, las molestias en bendiciones, los enemigos en amigos. Evidentemente no es facil, pero si no nos enfrentamos con bravura, la vida va pasando sin un objetivo definido que lleve a una finalidad edificante.
El trabajo a ejecutar es inmneso, malgastando mucho tiempo por el camino en ocupaciones insubstanciales, defendiendo posturas que no arreglan nada, con un bajo rendimiento en general por falta de preparación.
Querríamos estar en una espécie de plenitud constante en todos los ámbitos, pero no es posible por la propia incapacidad para crearlo, y lo seguirá siendo mientras no elevemos el nivel de conciencia y obremos de acuerdo a esta.
Mejorar, tener más, pero la cuestión es en qué y como, pues ganar por un lado a costa de hipotecar otro no es en realidad un beneficio. Avanzar en partes y en conjunto, es el objetivo, donde cada uno de acuerdo a su singularidad ha de encontrar las vias y los medios para introducir factores más satisfactorios si de verdad lo desea.
En este periplo entre dos caminos el universo nos pone a prueba, y nosotros tambien hemos de retarnos para que cada nuevo paso, cada experiencia, nos permita ir subiendo el nivel, pues si no es así se produce el estancamiento y después el retroceso, porque el ritmo vital empuja con fuerza a ir siempre hacia adelante.
viernes, 29 de agosto de 2014
LO QUE NO VEMOS NI SABEMOS
Es más lo que no vemos ni sabemos que lo visto y sabido, y a pesar de nuestra imprudencia con una porción de insensatez en determinadas ocasiones, nos hace juzgar y criticar personas y situaciones como si tuviéramos acceso a toda la información.
¡ Qué fácil es criticar ! A la más mínima ya damos nuestra opinión de alguien que desconocemos los motivos de lo que impulsa a decir ciertas palabras o hacer determinadas acciones. Somos tan atrevidos que tenemos criterios para cualquier tema, aunque no lo hayamos tratado nunca ni experimentado ni estudiado. Nos comentan cosas de alguien que no conocemos y tambien tenemos argumentos sobre si está acertado o equivocado.
Es curioso con la superficialidad con que se vive, con la pobre comunicación transmitida habitualmente, el atrevimiento de emitir veredictos a la ligera faltos de conocimientos y capacidad para dilucidar sobre muchas áreas.
Nos creemos preparados para disertar sobre esto o aquello, pero la realidad es que solo sabemos alguna cosa de algunas cosas. Es mucho más lo ignorado que lo conocido, y nosotros nos mostramos como si fuese al revés, confirmando así la ignorancia.
¿ Qué hay detrás de expresiones exaltadas, de muestras asiduas de frialdad, indiferencia, arrogancia, agresividad ? Descontento, impotencia, inadaptación, desconexión con la vida y el entorno, muchos motivos pueden impulsar a postures que desconocemos la causa que las ha originado.
Si no hacemos ni tan solo introspección sobre nosotros mismos, ni auto crítica ni reflexionamos sobre lo cometido ¿ como pretendemos ir juzgando contextos alejados aún más desconocidos ? Somos así de inconscientes, por eso las problemáticas de hace siglos continuan vigentes por que la actitud no se ha modificado.
Las experiencias han de servir para ser más prudentes, más precabidos, actuar con los mínimos conocimientos afrontando la inmensidad desconocida, porque lo que podemos ver o saber es una parte, debiendo estar atentos contínuamente para que estas nociones mínimas nos ayuden a decir las palabras apropiadas y realizar las acciones correctas.
¡ Qué fácil es criticar ! A la más mínima ya damos nuestra opinión de alguien que desconocemos los motivos de lo que impulsa a decir ciertas palabras o hacer determinadas acciones. Somos tan atrevidos que tenemos criterios para cualquier tema, aunque no lo hayamos tratado nunca ni experimentado ni estudiado. Nos comentan cosas de alguien que no conocemos y tambien tenemos argumentos sobre si está acertado o equivocado.
Es curioso con la superficialidad con que se vive, con la pobre comunicación transmitida habitualmente, el atrevimiento de emitir veredictos a la ligera faltos de conocimientos y capacidad para dilucidar sobre muchas áreas.
Nos creemos preparados para disertar sobre esto o aquello, pero la realidad es que solo sabemos alguna cosa de algunas cosas. Es mucho más lo ignorado que lo conocido, y nosotros nos mostramos como si fuese al revés, confirmando así la ignorancia.
¿ Qué hay detrás de expresiones exaltadas, de muestras asiduas de frialdad, indiferencia, arrogancia, agresividad ? Descontento, impotencia, inadaptación, desconexión con la vida y el entorno, muchos motivos pueden impulsar a postures que desconocemos la causa que las ha originado.
Si no hacemos ni tan solo introspección sobre nosotros mismos, ni auto crítica ni reflexionamos sobre lo cometido ¿ como pretendemos ir juzgando contextos alejados aún más desconocidos ? Somos así de inconscientes, por eso las problemáticas de hace siglos continuan vigentes por que la actitud no se ha modificado.
Las experiencias han de servir para ser más prudentes, más precabidos, actuar con los mínimos conocimientos afrontando la inmensidad desconocida, porque lo que podemos ver o saber es una parte, debiendo estar atentos contínuamente para que estas nociones mínimas nos ayuden a decir las palabras apropiadas y realizar las acciones correctas.
jueves, 14 de agosto de 2014
NECESIDAD - DESEO
La necesidad ha de estar impregnada de deseo, pues si queremos conseguir alguna cosa, ejecutar una acción, el impulso que ha de empujarlo ha de contener deseo, pues la indiferencia nos mantendrá estáticos si no hay un objetivo a perseguir.
La necesidad estricta es señal de carencia, de lo contrario ya no es necesaria. El deseo no precisa forzosamente una merma, pero puede ser un anhelo para mejorar o satisfacer en algun sentido. La necesidad es primordial, el deseo secundario, y a la vez se pueden fusionar ambos.
La necesidad es más a nivel básico. El deseo es una elección en función de parámetros diversos.
Según lo deseado nos dará pistas de la persona, tendencias y peculiaridades. La necesidad es una cuestión de recursos de acuerdo al medio ambiente y la situación específica individual. Lo que necesitamos nos empuja a movernos. Lo que no tenemos y queremos es lo que nos une a todos sin distinción a prepararnos, a efectuar intercambios y dotarnos de servicios para el funcionamiento personal y colectivo.
La necesidad es la clave para enlazarnos unos con otros, y a través de servicios cubrir los déficits de cada uno. Si ya dispusieramos de todo no haria falta esforzarse ni entrar en contacto con el prójimo, pero esto seria un absurdo teniendo en cuenta lo que nos rodea y como estamos diseñados.
Con lo que tenemos hemos de ir a la búsqueda de lo que no tenemos para que siga habiendo. Hay necesidades físicas y espirituales, necesidades internas y externas, las hemos de identificar y velar para obtener lo pretendido.
Tal vez las necesidades sean mínimas en determinados contextos, pero siempre hemos de desear el propio progreso que dote de sentido los conocimientos, experiencias y relaciones en el afan de perfección constante de nuestras expresiones.
¿ Qué necesito ? ¿ Me hace falta o es prescindible ? ¿ Qué deseo ? ¿ Es para satisfacer al ego, a la naturaleza inferior, o bien expandir horizontes para introducir más corrección ?
Hemos de tener claro lo que perseguimos, pues segun hacemos tendremos, y quizás una vez conseguido lo deseado no se ajuste a las necesidades auténticas.
Que haya lo que ahora no está, saborear lo que determinadas prestaciones me ofrecen, Introducir, conseguir, para que lo cercano o lejano nos facilite lo oportuno y conveniente en cada área, esta ha de ser la motivación.
La necesidad estricta es señal de carencia, de lo contrario ya no es necesaria. El deseo no precisa forzosamente una merma, pero puede ser un anhelo para mejorar o satisfacer en algun sentido. La necesidad es primordial, el deseo secundario, y a la vez se pueden fusionar ambos.
La necesidad es más a nivel básico. El deseo es una elección en función de parámetros diversos.
Según lo deseado nos dará pistas de la persona, tendencias y peculiaridades. La necesidad es una cuestión de recursos de acuerdo al medio ambiente y la situación específica individual. Lo que necesitamos nos empuja a movernos. Lo que no tenemos y queremos es lo que nos une a todos sin distinción a prepararnos, a efectuar intercambios y dotarnos de servicios para el funcionamiento personal y colectivo.
La necesidad es la clave para enlazarnos unos con otros, y a través de servicios cubrir los déficits de cada uno. Si ya dispusieramos de todo no haria falta esforzarse ni entrar en contacto con el prójimo, pero esto seria un absurdo teniendo en cuenta lo que nos rodea y como estamos diseñados.
Con lo que tenemos hemos de ir a la búsqueda de lo que no tenemos para que siga habiendo. Hay necesidades físicas y espirituales, necesidades internas y externas, las hemos de identificar y velar para obtener lo pretendido.
Tal vez las necesidades sean mínimas en determinados contextos, pero siempre hemos de desear el propio progreso que dote de sentido los conocimientos, experiencias y relaciones en el afan de perfección constante de nuestras expresiones.
¿ Qué necesito ? ¿ Me hace falta o es prescindible ? ¿ Qué deseo ? ¿ Es para satisfacer al ego, a la naturaleza inferior, o bien expandir horizontes para introducir más corrección ?
Hemos de tener claro lo que perseguimos, pues segun hacemos tendremos, y quizás una vez conseguido lo deseado no se ajuste a las necesidades auténticas.
Que haya lo que ahora no está, saborear lo que determinadas prestaciones me ofrecen, Introducir, conseguir, para que lo cercano o lejano nos facilite lo oportuno y conveniente en cada área, esta ha de ser la motivación.
martes, 29 de julio de 2014
CREATIVIDAD - PRODUCTIVIDAD - UTILIDAD
La utilidad ha de estar siempre presente para dar sentido a los esfuerzos con un provecho al final del proceso.
Todo lo que nos rodea hace su papel, porque si fuera inútil o sin sentido ya no estaria. Desde lo más evidente a lo más insignificante tiene una función y una incidencia.
La diversidad del universo es creatividad. El subministro constante de la naturaleza es productividad. El resultado de las múltiples aportaciones entre los diferentes reinos es la utilidad.
En el mundo de la acción tenemos unas necesidades a cubrir, y para adquirirlas hemos de ofrecer servicios como medio de intercambio. Esto supone producir, y en la productividad hemos de conseguir la utilidad a quien va dirigido el producto y lo obtenido como contraprestación.
Crear, producir, utilidad es como una cadena. De la idea se pasa al movimiento para densificarla en algo tangible, y una vez terminado ha de ser aplicativo porque és el objectivo tanto de la idea como de su elaboración.
El idealismo es el punto de partida, el practicismo el final del trayecto, pues si no es así la utilidad no puede estar presente, y esto va en contra del orden natural.
Hemos de ser útiles para nosotros mismos y en la aportación social, por tanto la productividad ha de encajar recursos y conocimientos para revertir en un provecho global para que la oferta y la demanda vayan nutriéndose en lo particular y colectivo.
La creatividad es producto de una parte conocida y una desconocida, y de aquí dar forma específica a ideas. Despues está la productividad que es una reproducción de moldes anteriores. Sea como sea hemos de generar unas situaciones y condiciones que nos proyecten hacia un contexto de mayor progreso y posibilidades realizadoras. Acoplar creatividad, productividad y utlidad, es la meta a perseguir en los planteamientos y ejecuciones diarias.
Todo lo que nos rodea hace su papel, porque si fuera inútil o sin sentido ya no estaria. Desde lo más evidente a lo más insignificante tiene una función y una incidencia.
La diversidad del universo es creatividad. El subministro constante de la naturaleza es productividad. El resultado de las múltiples aportaciones entre los diferentes reinos es la utilidad.
En el mundo de la acción tenemos unas necesidades a cubrir, y para adquirirlas hemos de ofrecer servicios como medio de intercambio. Esto supone producir, y en la productividad hemos de conseguir la utilidad a quien va dirigido el producto y lo obtenido como contraprestación.
Crear, producir, utilidad es como una cadena. De la idea se pasa al movimiento para densificarla en algo tangible, y una vez terminado ha de ser aplicativo porque és el objectivo tanto de la idea como de su elaboración.
El idealismo es el punto de partida, el practicismo el final del trayecto, pues si no es así la utilidad no puede estar presente, y esto va en contra del orden natural.
Hemos de ser útiles para nosotros mismos y en la aportación social, por tanto la productividad ha de encajar recursos y conocimientos para revertir en un provecho global para que la oferta y la demanda vayan nutriéndose en lo particular y colectivo.
La creatividad es producto de una parte conocida y una desconocida, y de aquí dar forma específica a ideas. Despues está la productividad que es una reproducción de moldes anteriores. Sea como sea hemos de generar unas situaciones y condiciones que nos proyecten hacia un contexto de mayor progreso y posibilidades realizadoras. Acoplar creatividad, productividad y utlidad, es la meta a perseguir en los planteamientos y ejecuciones diarias.
sábado, 19 de julio de 2014
INDULGENCIA - FIRMEZA
Quien persigue conseguir lo mejor no puede ser indulgente. Rebajar la exigencia reduce el potencial, obteniendo algun resultado, pero no la excelencia.
La mayoría se esfuerza por obligación a fin de conseguir alguna recompensa, sin inyectar en lo profundo de si mismos el anhelo de ser más, de aspirar a una versión cada vez mejor. Estudiar y trabajar son las herramientas para ejecutar acciones específicas y obtener un provecho, y en estas acciones es donde hemos de ser inconformistas para que los esfuerzos nos proyecten lo más alto posible.
Ser indulgente es consecuencia de una visión erronea, pues ceder a la pereza, dejar pasar faltas, escoger lo perjudicial en vez de lo benéfico, va en contra de crear las condiciones pertinentes.
La firmeza se constata con hechos, necesitando el soporte de un amplio discernimiento, ágil y extenso para que los movimientos reporten armonía en la ejecución de una tarea cuidada.
Firme y a la vez adaptable, tener claro los objetivos, atento a las improvisaciones, imprevistos y acontecimientos que puedan alterar lo previsto para ajustarnos a las circunstancias, sin perder el horizonte que nos impulsa.
La indulgencia justificada se ha de aplicar en casos concretos donde haya carencias, situaciones de emergencia, que alguna persona no disponga de plenas facultades mentales o físicas, en inferioridad de condiciones. Saber equilibrar el practicismo con misericordia para generar lo apropiado en cada caso y a cada momento.
Si queremos calidad hemos de ser exigentes, y si lo somos con otros primero nos lo hemos de aplicar en propia piel, de lo contrario no tendremos fuerza moral ni seremos creibles.
La firmeza es para mantener y crear nuevas opciones, una auto estima aplicada a todos los ámbitos que tengan que ver con nosotros. Cultivar la determinación y reforzarnos mentalmente para que las acciones acerquen a lo que deseamos lograr.
Nada se obtiene sin esfuerzo, y si alguna cosa viene sin esfuerzo tambien se desvanece rápidamente. En el mundo de la acción donde nos encontramos, lo queramos o no, nos guste o no, hemos de estar dinámicos, sabiendo que es preciso realizar para que lo movilizado vaya a nuestro favor para el bien de todos; por eso es tan importante forjar la firmeza, por las consecuencias de ahora y de mañana.
Y la misma medida se ha de aplicar respecto a otros, saber cuando decantarse en la exigencia o en la condescendencia.
La mayoría se esfuerza por obligación a fin de conseguir alguna recompensa, sin inyectar en lo profundo de si mismos el anhelo de ser más, de aspirar a una versión cada vez mejor. Estudiar y trabajar son las herramientas para ejecutar acciones específicas y obtener un provecho, y en estas acciones es donde hemos de ser inconformistas para que los esfuerzos nos proyecten lo más alto posible.
Ser indulgente es consecuencia de una visión erronea, pues ceder a la pereza, dejar pasar faltas, escoger lo perjudicial en vez de lo benéfico, va en contra de crear las condiciones pertinentes.
La firmeza se constata con hechos, necesitando el soporte de un amplio discernimiento, ágil y extenso para que los movimientos reporten armonía en la ejecución de una tarea cuidada.
Firme y a la vez adaptable, tener claro los objetivos, atento a las improvisaciones, imprevistos y acontecimientos que puedan alterar lo previsto para ajustarnos a las circunstancias, sin perder el horizonte que nos impulsa.
La indulgencia justificada se ha de aplicar en casos concretos donde haya carencias, situaciones de emergencia, que alguna persona no disponga de plenas facultades mentales o físicas, en inferioridad de condiciones. Saber equilibrar el practicismo con misericordia para generar lo apropiado en cada caso y a cada momento.
Si queremos calidad hemos de ser exigentes, y si lo somos con otros primero nos lo hemos de aplicar en propia piel, de lo contrario no tendremos fuerza moral ni seremos creibles.
La firmeza es para mantener y crear nuevas opciones, una auto estima aplicada a todos los ámbitos que tengan que ver con nosotros. Cultivar la determinación y reforzarnos mentalmente para que las acciones acerquen a lo que deseamos lograr.
Nada se obtiene sin esfuerzo, y si alguna cosa viene sin esfuerzo tambien se desvanece rápidamente. En el mundo de la acción donde nos encontramos, lo queramos o no, nos guste o no, hemos de estar dinámicos, sabiendo que es preciso realizar para que lo movilizado vaya a nuestro favor para el bien de todos; por eso es tan importante forjar la firmeza, por las consecuencias de ahora y de mañana.
Y la misma medida se ha de aplicar respecto a otros, saber cuando decantarse en la exigencia o en la condescendencia.
miércoles, 9 de julio de 2014
INVERSIONES
El dia nos da tiempo, y la distribución de este va forjando caminos en diversos ámbitos. La persecución de objetivos contiene una base adquirida en el pasado, que nos sirve de referencia y recurso, y una parte especulativa que no sabemos que resultados aportará hasta la puesta en escena y el desenlace.
¿ Qué hacemos del tiempo ? ¿ Lo llenamos de fines estrictamente materiales o bien pensamos dedicar una porción al desarrollo del ser ?
¿ Las inversiones estan pensadas para un provecho temporal o para que sean duraderas ?
En las inversiones hemos de poner conocimiento, saber como actuar, el motivo y el propósito. En muchos casos será preciso el talento a la búsqueda de dinero, así como dinero en forma de intermediario para transacciones.
Antes de movilizar lo pertinente hemos de clarificar si el enfoque es solo para satisfacer los propios deseos egoicos, o en el impulso de mejora individual.
Siempre pretendemos beneficios, pero esto requiere el encaje de factores diversos. Habrá inversiones perjudiciales y tambien benéficas. Inversiones destinadas a ganar y otras a perder. Lo que permite expandirnos, que comporta armonía, son inversiones a realizar. Lo que ofrece un incremento de bienes con un coste de nocividad en contraprestación, es conveniente evitarlo.
La inversión que ponga en peligro la integridad, la salud, relaciones o la libertad, va en contra del mismo principio inversor que es conseguir una ventaja.
La mayor parte de inversiones son a corto plazo, y las planificadas a años vista no sabemos realmente si al final del trayecto nos facilitará lo que deseamos o pensábamos conseguir.
Vivir es invertir en nosotros a través de intercambios constantes. Si logramos ganancias provechosas, las inversiones seran rentables. Si prevalecen las pérdidas, vamos a menos. Las experiencias pueden parecer negativas en ocasiones por lo que produce, pero si sirve para introducir mejores maneras y expectativas más favorables, la inversión habrá sido buena.
Cuando los planteamientos son honestos, procedemos con seriedad, tenemos en cuenta la influencia en terceros y nos movemos por objetivos nobles, las inversiones siempre son benéficas.
¿ Qué hacemos del tiempo ? ¿ Lo llenamos de fines estrictamente materiales o bien pensamos dedicar una porción al desarrollo del ser ?
¿ Las inversiones estan pensadas para un provecho temporal o para que sean duraderas ?
En las inversiones hemos de poner conocimiento, saber como actuar, el motivo y el propósito. En muchos casos será preciso el talento a la búsqueda de dinero, así como dinero en forma de intermediario para transacciones.
Antes de movilizar lo pertinente hemos de clarificar si el enfoque es solo para satisfacer los propios deseos egoicos, o en el impulso de mejora individual.
Siempre pretendemos beneficios, pero esto requiere el encaje de factores diversos. Habrá inversiones perjudiciales y tambien benéficas. Inversiones destinadas a ganar y otras a perder. Lo que permite expandirnos, que comporta armonía, son inversiones a realizar. Lo que ofrece un incremento de bienes con un coste de nocividad en contraprestación, es conveniente evitarlo.
La inversión que ponga en peligro la integridad, la salud, relaciones o la libertad, va en contra del mismo principio inversor que es conseguir una ventaja.
La mayor parte de inversiones son a corto plazo, y las planificadas a años vista no sabemos realmente si al final del trayecto nos facilitará lo que deseamos o pensábamos conseguir.
Vivir es invertir en nosotros a través de intercambios constantes. Si logramos ganancias provechosas, las inversiones seran rentables. Si prevalecen las pérdidas, vamos a menos. Las experiencias pueden parecer negativas en ocasiones por lo que produce, pero si sirve para introducir mejores maneras y expectativas más favorables, la inversión habrá sido buena.
Cuando los planteamientos son honestos, procedemos con seriedad, tenemos en cuenta la influencia en terceros y nos movemos por objetivos nobles, las inversiones siempre son benéficas.
domingo, 29 de junio de 2014
¿ A QUIEN QUEREMOS SATISFACER ?
Sin deseo de algun tipo no hay movimiento, y este deseo puede tener muchas ramificaciones y direcciones, se trata de saber discernir si lo deseado es necesario, útil, favorable o bien prescindible o incluso perjudicial.
Nos deberíamos preguntar : ¿ A quien quiero satisfacer ? ¿ Al ego o al alma ? ¿ A otras personas porque las quiero, o a mis intereses particulares ?
Contínuamente se presentan situaciones donde hemos escoger, a veces con rapidez, otras no, unas de abasto inmediato y otras a largo plazo. Se trata de valorar pros y contras, tener claro que queremos y procurar que el camino acabe conduciendo a un resultado provechoso.
Preveer las consecuencias debería estar presente antes de emprender cualquier propósito, sabiendo que queremos, por qué motivo, y estar preparados para tratar la situación que nos acerque a las pretensiones.
¿ Por qué hay tanta gente insatisfecha ? Cuando no por una cosa por otra o varias al mismo tiempo, la cuestión es que se anhela una vida de bienestar, abundancia y armonia, y millones y millones experimentan justo lo contrario.
¿ Qué estamos haciendo para atraer malestar, pobreza y discordia ? Falta de visión clara, planteamientos erróneos, pensar solo en uno mismo rompiendo la colaboración en equipo que proporciona la fuerza.
Queremos satisfacción y creamos insatisfacción porque no sabemos relacionarnos. No nos tratamos bien a nosotros, y por tanto tampoco lo hacemos con el prójimo, sin ser conscientes que el origen viene de lejos, está muy arraigado y somos incapaces de verlo y entenderlo.
La satisfacción es reconducirlo todo al centro logrando la estabilidad, y de aquí proyectarnos al exterior para que se genere una espécie de vasos comunicantes entre dentro y fuera, lo personal y colectivo.
Obnubilados en el yo, lo inmediato y mundano, no es posible conseguir verdadera satisfacción. Hemos de enfocarnos en algo más ámplio, más extenso, más allá de nuestros intereses exclusivos. Y a base de establecer conexiones, de tejer puentes de unidad, crearemos contínuamente situaciones de intercambios enriquecedores que darán sentido y la sensación de satisfacción nos acompañará indefinidamente.
Nos deberíamos preguntar : ¿ A quien quiero satisfacer ? ¿ Al ego o al alma ? ¿ A otras personas porque las quiero, o a mis intereses particulares ?
Contínuamente se presentan situaciones donde hemos escoger, a veces con rapidez, otras no, unas de abasto inmediato y otras a largo plazo. Se trata de valorar pros y contras, tener claro que queremos y procurar que el camino acabe conduciendo a un resultado provechoso.
Preveer las consecuencias debería estar presente antes de emprender cualquier propósito, sabiendo que queremos, por qué motivo, y estar preparados para tratar la situación que nos acerque a las pretensiones.
¿ Por qué hay tanta gente insatisfecha ? Cuando no por una cosa por otra o varias al mismo tiempo, la cuestión es que se anhela una vida de bienestar, abundancia y armonia, y millones y millones experimentan justo lo contrario.
¿ Qué estamos haciendo para atraer malestar, pobreza y discordia ? Falta de visión clara, planteamientos erróneos, pensar solo en uno mismo rompiendo la colaboración en equipo que proporciona la fuerza.
Queremos satisfacción y creamos insatisfacción porque no sabemos relacionarnos. No nos tratamos bien a nosotros, y por tanto tampoco lo hacemos con el prójimo, sin ser conscientes que el origen viene de lejos, está muy arraigado y somos incapaces de verlo y entenderlo.
La satisfacción es reconducirlo todo al centro logrando la estabilidad, y de aquí proyectarnos al exterior para que se genere una espécie de vasos comunicantes entre dentro y fuera, lo personal y colectivo.
Obnubilados en el yo, lo inmediato y mundano, no es posible conseguir verdadera satisfacción. Hemos de enfocarnos en algo más ámplio, más extenso, más allá de nuestros intereses exclusivos. Y a base de establecer conexiones, de tejer puentes de unidad, crearemos contínuamente situaciones de intercambios enriquecedores que darán sentido y la sensación de satisfacción nos acompañará indefinidamente.
jueves, 19 de junio de 2014
COSAS PENDIENTES
Siempre ha de haber alguna cosa pendiente en el trabajo de desarrollo personal, pues este es el objetivo de nuestra estancia terrenal. Estudiar, trabajar, relacionarse, son los medios para adquirir formación, preparándonos para actuar en el medio con la finalidad de aportar unas prestaciones que nos vayan propiciando los recursos precisos entre unos y otros.
Hemos venido a corregir carencias y expresiones torpes, a fin de crear el engranaje óptimo entre las diferentes individualidades y el colectivo. Procurarnos los bienes y medios de subsistencia es enfocarse en lo más básico, de lo que se trata a partir de aquí es saber que aptitudes tenemos y tambien que déficits, que función hemos de realizar y como hemos de adquirir el aprendizaje para afrontar el propósito vital.
Lo que es a nivel externo ha de ser a nivel interno. El estudio del circundante para movernos con autonomia, ha de tener su correspondencia dentro nuestro descubriendo los motivos que impulsan a ser y hacer de una determinada manera.
El trabajo que es la via de enlace para inserirnos socialmente, ha de enfocarse en la introspección que permita conectar con el núcleo de nuestras singularidades y como canalizarlos en la expresión.
Las relaciones es donde radica el detonante de todo. Cualquier movimiento implica la colaboración de componentes diversos, indicándonos que las relaciones estan presentes en todo. Nosotros, desde la inconciencia y la habitual visión egoica, no valoramos ni mucho menos el impacto de lo que decimos o dicen, de lo que hacemos o hacen, dejando una impronta mucho mayor de lo que podemos imaginar.
Desde el reino inanimado pasando por toda la cadena evolutiva, contínuamente vamos influenciando el entorno, y es aquí donde nuestro interés principal ha de verter nuestros esfuerzos para generar armonía mediante una concienciación creciente de nosotros y como hemos de transmitir lo apropiado en cada contexto y ocasión.
Conflictos, problemas, dificultades, son el exponente constante de que no hacemos las cosas correctamente, y mientras los obstáculos sigan sin resolverse, no podemos dedicar la atención a otros asuntos al estar atascados.
Los defectos. impurezas y imperfecciones, es lo que hemos de transformar para liberarnos de las obstrucciones y crear condiciones más favorables al discernir debidamente y actuar con responsabilidad.
Hemos venido a corregir carencias y expresiones torpes, a fin de crear el engranaje óptimo entre las diferentes individualidades y el colectivo. Procurarnos los bienes y medios de subsistencia es enfocarse en lo más básico, de lo que se trata a partir de aquí es saber que aptitudes tenemos y tambien que déficits, que función hemos de realizar y como hemos de adquirir el aprendizaje para afrontar el propósito vital.
Lo que es a nivel externo ha de ser a nivel interno. El estudio del circundante para movernos con autonomia, ha de tener su correspondencia dentro nuestro descubriendo los motivos que impulsan a ser y hacer de una determinada manera.
El trabajo que es la via de enlace para inserirnos socialmente, ha de enfocarse en la introspección que permita conectar con el núcleo de nuestras singularidades y como canalizarlos en la expresión.
Las relaciones es donde radica el detonante de todo. Cualquier movimiento implica la colaboración de componentes diversos, indicándonos que las relaciones estan presentes en todo. Nosotros, desde la inconciencia y la habitual visión egoica, no valoramos ni mucho menos el impacto de lo que decimos o dicen, de lo que hacemos o hacen, dejando una impronta mucho mayor de lo que podemos imaginar.
Desde el reino inanimado pasando por toda la cadena evolutiva, contínuamente vamos influenciando el entorno, y es aquí donde nuestro interés principal ha de verter nuestros esfuerzos para generar armonía mediante una concienciación creciente de nosotros y como hemos de transmitir lo apropiado en cada contexto y ocasión.
Conflictos, problemas, dificultades, son el exponente constante de que no hacemos las cosas correctamente, y mientras los obstáculos sigan sin resolverse, no podemos dedicar la atención a otros asuntos al estar atascados.
Los defectos. impurezas y imperfecciones, es lo que hemos de transformar para liberarnos de las obstrucciones y crear condiciones más favorables al discernir debidamente y actuar con responsabilidad.
lunes, 9 de junio de 2014
RAPIDEZ - LENTITUD
Rapidez como sinónimo de agilidad, eficacia, progreso. Lentitud expresando lo opuesto a rapidez.
La rapidez es buena cuando el resultado conseguido es favorable. La lentitud es buena a través de la observación, la reflexión y las pruebas oportunas para obtener al final del proceso una aportación satisfactoria.
La rapidez en si no es garantia de éxito si no se acompaña de los movimientos ajustados dentro de un contexto y las condiciones precisas.
La lentitud en si no es mala a no ser que desemboque en accidentes, pérdidas o estorbe a terceras personas.
La rapidez la hemos de aprovechar en lo externo, la lentitud en lo interno. Lentitud en elaborar planes para verlo con la máxima amplitud, y rapidez en la claridad que enlace pensamiento y acción.
Generalmente rapidez supone habilidad, dominio, seriedad, responsabilidad. La lentitud de ideas y movimientos es lo que obstruye la calidad de lo que hacemos o pretendemos.
Los inventos que van substituyendo utensilios anteriores, estan diseñados para ser más rápidos y con mejores prestaciones. Lentitud se asocia a lo ya usado, antiguo, que no puede rendir plenamente, y solo se valora cuando la maduración de un tema o de un producto, acaba reportando un beneficio.
La rapidez es para encarar lo inmediato, la lentitud para lo que ha de perdurar en el tiempo. Hay ocasiones que requieren ser rápido y otras lento, lo importante es saber encontrar el ritmo adecuado en cada caso.
La rapidez no ha de suponer precipitación, pues la prisa mal dirigida puede comportar problemas.
La lentitud no ha de ser una reflexión desmesurada por precaución ni un inmobilismo por miedo a no arriesgarse.
Como en tantos ámbitos encontrar el equilibrio es el reto, y esto dependerá de un conjunto de factores en nosotros donde hayamos instaurado la estabilidad entre lo interno y lo externo, entre nosotros y el resto, entre los valores primordiales y secundarios. Se trata de que tanto la rapidez como la lentitud nos resporten lo óptimo donde transcurra la acción.
La rapidez es buena cuando el resultado conseguido es favorable. La lentitud es buena a través de la observación, la reflexión y las pruebas oportunas para obtener al final del proceso una aportación satisfactoria.
La rapidez en si no es garantia de éxito si no se acompaña de los movimientos ajustados dentro de un contexto y las condiciones precisas.
La lentitud en si no es mala a no ser que desemboque en accidentes, pérdidas o estorbe a terceras personas.
La rapidez la hemos de aprovechar en lo externo, la lentitud en lo interno. Lentitud en elaborar planes para verlo con la máxima amplitud, y rapidez en la claridad que enlace pensamiento y acción.
Generalmente rapidez supone habilidad, dominio, seriedad, responsabilidad. La lentitud de ideas y movimientos es lo que obstruye la calidad de lo que hacemos o pretendemos.
Los inventos que van substituyendo utensilios anteriores, estan diseñados para ser más rápidos y con mejores prestaciones. Lentitud se asocia a lo ya usado, antiguo, que no puede rendir plenamente, y solo se valora cuando la maduración de un tema o de un producto, acaba reportando un beneficio.
La rapidez es para encarar lo inmediato, la lentitud para lo que ha de perdurar en el tiempo. Hay ocasiones que requieren ser rápido y otras lento, lo importante es saber encontrar el ritmo adecuado en cada caso.
La rapidez no ha de suponer precipitación, pues la prisa mal dirigida puede comportar problemas.
La lentitud no ha de ser una reflexión desmesurada por precaución ni un inmobilismo por miedo a no arriesgarse.
Como en tantos ámbitos encontrar el equilibrio es el reto, y esto dependerá de un conjunto de factores en nosotros donde hayamos instaurado la estabilidad entre lo interno y lo externo, entre nosotros y el resto, entre los valores primordiales y secundarios. Se trata de que tanto la rapidez como la lentitud nos resporten lo óptimo donde transcurra la acción.
jueves, 29 de mayo de 2014
LLENAR VACIO, LLENAR LLENO
¿ Cómo nos llenamos ? ¿ De cualquier cosa ? ¿ Somos selectivos ? ¿ Vemos las consecuencias de lo que creemos necesitar o nos puede satisfacer ? ¿ Estamos seguros del valor ? ¿ Lo hemos contrastado ?
Queremos vivir con satisfacción, con bienestar, con experiencias gratificantes, es natural. La cuestión es : ¿ el supuesto goce nos deja a continuación paz, serenidad, sensación de plenitud, o un estallido momentáneo de joya seguido de vacío ?
Cuando nos decantamos a satisfacer los deseos del ego, en facetas externas, sin un verdadero compartir, lo recibido llena fugazmente y el efecto desaparece en seguida. Si otras personas participan en los intercambios armónicos, cuando queremos aportar algun provecho al prójimo, cuando anhelamos ser útiles, entonces la sensación de bienestar no tiene precio y perdura en el tiempo.
El llenar vacío es aquel que al final no genera una ganancia ni las sensaciones agradables son las imaginadas.
El llenar lleno es cuando establecemos conexiones queriendo dar lo mejor de nosotros por el gusto de querer traspasar conocimientos, recursos o lo que sea pensasndo en otros como destinatarios.
Podemos llenarnos por dentro y/o por fuera. Los valores intangibles no ocupan espacio y siempre nos acompañan y podemos hacer uso medinte acciones o palabras. Aunque los vayamos acumulando, al ser infinitos las posibilidades tambien lo son.
Los valores tangibles que se ven, que tienen forma, peso, son limitados, sometidos a pérdidas, deterioros y substituidos por otros al cabo de un tiempo.
La mayoría solo piensa y se vuelca hacia bienes transitorios, se quieren llenar de cosas convencidos que esto les proporcionará bienestar. Lo externo a nosotros es fluctuante, y si anhelamos una estabilidad y una autonomia lo más extensa posible, lo que nos hemos de procurar son valores que nos llenen dentro para hacer uso fuera.
Hemos de tener bienes en ambas vertientes, para nutrir las diversas necesidades vitales, y la habilidad consiste en encontrar el equilibrio de lo que se ha de verter en cada una para no descuidar lo que es realmente importante, y esta es una tarea diaria de sospesar, afinar y decidir como llenarnos en una sensación de plenitud y no un llenar que conduzca al vacío.
Queremos vivir con satisfacción, con bienestar, con experiencias gratificantes, es natural. La cuestión es : ¿ el supuesto goce nos deja a continuación paz, serenidad, sensación de plenitud, o un estallido momentáneo de joya seguido de vacío ?
Cuando nos decantamos a satisfacer los deseos del ego, en facetas externas, sin un verdadero compartir, lo recibido llena fugazmente y el efecto desaparece en seguida. Si otras personas participan en los intercambios armónicos, cuando queremos aportar algun provecho al prójimo, cuando anhelamos ser útiles, entonces la sensación de bienestar no tiene precio y perdura en el tiempo.
El llenar vacío es aquel que al final no genera una ganancia ni las sensaciones agradables son las imaginadas.
El llenar lleno es cuando establecemos conexiones queriendo dar lo mejor de nosotros por el gusto de querer traspasar conocimientos, recursos o lo que sea pensasndo en otros como destinatarios.
Podemos llenarnos por dentro y/o por fuera. Los valores intangibles no ocupan espacio y siempre nos acompañan y podemos hacer uso medinte acciones o palabras. Aunque los vayamos acumulando, al ser infinitos las posibilidades tambien lo son.
Los valores tangibles que se ven, que tienen forma, peso, son limitados, sometidos a pérdidas, deterioros y substituidos por otros al cabo de un tiempo.
La mayoría solo piensa y se vuelca hacia bienes transitorios, se quieren llenar de cosas convencidos que esto les proporcionará bienestar. Lo externo a nosotros es fluctuante, y si anhelamos una estabilidad y una autonomia lo más extensa posible, lo que nos hemos de procurar son valores que nos llenen dentro para hacer uso fuera.
Hemos de tener bienes en ambas vertientes, para nutrir las diversas necesidades vitales, y la habilidad consiste en encontrar el equilibrio de lo que se ha de verter en cada una para no descuidar lo que es realmente importante, y esta es una tarea diaria de sospesar, afinar y decidir como llenarnos en una sensación de plenitud y no un llenar que conduzca al vacío.
lunes, 19 de mayo de 2014
BENDICIONES POTENCIALES
Entre lo hecho y lo que está pendiente, entre lo aprendido y lo que podemos aprender, hemos de saber generar nuevas oportunidades destinadas a la expansión contínua. Desconocemos el abasto de nuestro potencial porque siempre nos estamos limitando a unas pocas parcelas, actuando mecánicamente viviendo situaciones repetitivas con contadas novedades que rompan la inercia imperante.
Inmersos en las pretensiones diarias, no prestamos atención a diferentes señales que se van presentando en el camino, en forma de palabras, actitudes, conversaciones y otros.
De entre los diversos mensajes para entender, para percatarse de la función específica de ciertas relaciones, de errores necesarios para modificar patrones nocivos introduciendo formas más óptimas, si estamos absortos en lo más superficial no podremos captar el entramado oportuno que tenemos reservado para cada uno de nosotros con las respectivas condiciones a experimentar.
De la misma manera que las aportaciones individuales al conjunto son exclusivas con su sello particular distintivo, tambien lo es la visión, los valores y los objetivos perfilados a título personal. En la acción del dia a dia con todo lo que interviene es donde radican las bendiciones, pero primero las hemos de ver, y continuación ejecutar los movimientos apropiados para que se conviertan como tales.
Vamos tropezando por acciones incorrectas y falta de claridad, y si los planteamientos siguen igual, no será posible salir del circulo vicioso.
Conflictos, tensiones, crisis, se mantendran en un contexto atascado mientras no constatemos la raíz que lo genera, y en ver en lo invisible expresado en lo visible, es lo que contiene las bendiciones potenciales para erradicar pensamientos y conductas nocivas transformandolas.
El universo nos proporciona las configuraciones ajustadas a cada uno de acuerdo al bagaje del pasado, la evolución actual y la determinación de pretensiones. La comprensión de los hechos y la voluntad de mejorar, son decisivos para aprovechar las bendiciones que el camino nos va presentando, o de lo contrario se van diluyendo irremediablemente.
Inmersos en las pretensiones diarias, no prestamos atención a diferentes señales que se van presentando en el camino, en forma de palabras, actitudes, conversaciones y otros.
De entre los diversos mensajes para entender, para percatarse de la función específica de ciertas relaciones, de errores necesarios para modificar patrones nocivos introduciendo formas más óptimas, si estamos absortos en lo más superficial no podremos captar el entramado oportuno que tenemos reservado para cada uno de nosotros con las respectivas condiciones a experimentar.
De la misma manera que las aportaciones individuales al conjunto son exclusivas con su sello particular distintivo, tambien lo es la visión, los valores y los objetivos perfilados a título personal. En la acción del dia a dia con todo lo que interviene es donde radican las bendiciones, pero primero las hemos de ver, y continuación ejecutar los movimientos apropiados para que se conviertan como tales.
Vamos tropezando por acciones incorrectas y falta de claridad, y si los planteamientos siguen igual, no será posible salir del circulo vicioso.
Conflictos, tensiones, crisis, se mantendran en un contexto atascado mientras no constatemos la raíz que lo genera, y en ver en lo invisible expresado en lo visible, es lo que contiene las bendiciones potenciales para erradicar pensamientos y conductas nocivas transformandolas.
El universo nos proporciona las configuraciones ajustadas a cada uno de acuerdo al bagaje del pasado, la evolución actual y la determinación de pretensiones. La comprensión de los hechos y la voluntad de mejorar, son decisivos para aprovechar las bendiciones que el camino nos va presentando, o de lo contrario se van diluyendo irremediablemente.
viernes, 9 de mayo de 2014
MÁS EXIGENTE, MÁS RESPONSABLE
Cuando somos pequeños se nos exige poco y las responsabilidades empiezan en la escuela. La auto exigencia y responsabilidad supone hacerse cargo de uno mismo para que las acciones reporten resultados favorables.
¿ Para qué se nos da tiempo ? Para adquirir una conciencia creciente del propósito por el cual estamos aquí en este momento preciso. Cada uno tiene unas peculiaridades, unos retos a asumir, unas lecciones a aprender, determinados aspectos a corregir, y si solo estamos pendientes de las rutinas habituales no será posible descubrir si estamos haciendo realmente lo que corresponde.
Siempre hemos de aspirar a más, saber más, subir el listón en todo lo que se pueda. Si nos conformamos se acaba la fluidez y la opción a nuevas oportunidades, y entonces el factor tiempo es un simple deambular sin objetivos que empujen a superarnos, un hacer sin sentido para mantener el organismo funcionando.
Hemos de averiguar que talentos tenemos, que aptitudes se nos dan mejor, porque este es el fuego interno que nos ha de empujar a dotar la existencia con nuestro propio sello particular, lo que marca la diferencia entre unos y otros. Somos únicos, en el aspecto físico, en la voz, huellas, por tanto hemos de imprimir unas características distintivas, y para no ser únicamente un número irrelevante en la multitud, hemos de anhelar con fuerza dotar los propósitos de contenido.
Cuando escogemos voluntariamente ser más exigentes y más responsables, es una muestra de comprensión madura que nuestras posibilidades y condiciones dependen de nosotros, que no nos podemos apoyar en otros ni ir culpando o quejandonos de factores externos diversos.
Rodeados de protestas asiduas de todo tipo, manifestaciones a la más mínima, proyectamos en otros nuestras carencias y incapacidades convirtiéndonos en efecto de aquellos que se convierten en la causa.
Todo lo que pasa tiene una razón, y si se presentan situaciones catalogadas de " injustas ", lo que hemos de hacer es encontrar las vias y los medios para enderezarlo, pasar a la acción y ser los constructores de lo que queremos y no unos comparsas en manos de aprovechados. Por eso hemos de ser exigentes y responsabilizarnos, en lo estrictamente individual y en el ámbito social, para que las facultades y los esfuerzos reporten beneficios y bienestar.
¿ Para qué se nos da tiempo ? Para adquirir una conciencia creciente del propósito por el cual estamos aquí en este momento preciso. Cada uno tiene unas peculiaridades, unos retos a asumir, unas lecciones a aprender, determinados aspectos a corregir, y si solo estamos pendientes de las rutinas habituales no será posible descubrir si estamos haciendo realmente lo que corresponde.
Siempre hemos de aspirar a más, saber más, subir el listón en todo lo que se pueda. Si nos conformamos se acaba la fluidez y la opción a nuevas oportunidades, y entonces el factor tiempo es un simple deambular sin objetivos que empujen a superarnos, un hacer sin sentido para mantener el organismo funcionando.
Hemos de averiguar que talentos tenemos, que aptitudes se nos dan mejor, porque este es el fuego interno que nos ha de empujar a dotar la existencia con nuestro propio sello particular, lo que marca la diferencia entre unos y otros. Somos únicos, en el aspecto físico, en la voz, huellas, por tanto hemos de imprimir unas características distintivas, y para no ser únicamente un número irrelevante en la multitud, hemos de anhelar con fuerza dotar los propósitos de contenido.
Cuando escogemos voluntariamente ser más exigentes y más responsables, es una muestra de comprensión madura que nuestras posibilidades y condiciones dependen de nosotros, que no nos podemos apoyar en otros ni ir culpando o quejandonos de factores externos diversos.
Rodeados de protestas asiduas de todo tipo, manifestaciones a la más mínima, proyectamos en otros nuestras carencias y incapacidades convirtiéndonos en efecto de aquellos que se convierten en la causa.
Todo lo que pasa tiene una razón, y si se presentan situaciones catalogadas de " injustas ", lo que hemos de hacer es encontrar las vias y los medios para enderezarlo, pasar a la acción y ser los constructores de lo que queremos y no unos comparsas en manos de aprovechados. Por eso hemos de ser exigentes y responsabilizarnos, en lo estrictamente individual y en el ámbito social, para que las facultades y los esfuerzos reporten beneficios y bienestar.
martes, 29 de abril de 2014
SUCIEDAD - LIMPIEZA ( II )
Preservar la limpieza interna y externa exige una atención continua en todos los movimientos por su incidencia. Si no estamos concentrados, si somos indulgentes en ciertos deseos, con una baja voluntad, el peligro aumenta segun la situación y la influencia.
Hemos de buscar una y otra vez sintonizarnos con lo puro, introducirlo en nosotros para que impregne todos los ámbitos en forma de amplitud y bondad de pensamiento y sentimiento expresándolo en las acciones.
El ambiente, las relaciones, lo que recibimos del exterior nos influencia a veces notoriamente y otras con sutileza, y si no estamos centrados, acompañados de la fortaleza indispensable para no quedar afectados, estaremos en peligro de ser contaminados por la suciedad ajena. Una vez se introduce en nosotros la nocividad la hemos de afrontar inmediatamente, de lo contrario la bola se va engrandeciendo con las graves consecuencias que se pueden desencadenar en forma de enfermedades, crisis y problemas diversos.
El equilibrio permanente no es posible por que la vida es movimiento, y estamos sometidos a unos biorritmos cíclicos. El fin a perseguir es la estabilidad, donde podemos experimentar todo tipo de situaciones sin alterarnos gracias a la claridad, la paz interior y la certeza de que todo acontecimiento siempre tiene un motivo para aportar mensajes y oportunidades que solo aprovecharemos si lo sabemos descifrar disponiendo de un discernimiento correcto forjado en nosotros.
La limpiea siempre reporta ventajas, debiendo extenderse más allá de las limitaciones egoistas reduccionistas que nos permitirá ver las cosas con la extensión indispensable y movernos con eficacia.
Si pedimos con fervor ser guiados por entidades elevadas, poco a poco la luminosidad se incrementará en todos los rincones de nuestra vida dotándola de la pureza que nos proporcionará los movimientos precisos y acertados a cada instante. Esto tan solo es o será posible si préviamente hemos desarrollado suficientemente la conciencia, pues la inconciencia es quien nos hace caer en la suciedad al no ver las consecuencias del abandono o de la maldad.
Hemos de buscar una y otra vez sintonizarnos con lo puro, introducirlo en nosotros para que impregne todos los ámbitos en forma de amplitud y bondad de pensamiento y sentimiento expresándolo en las acciones.
El ambiente, las relaciones, lo que recibimos del exterior nos influencia a veces notoriamente y otras con sutileza, y si no estamos centrados, acompañados de la fortaleza indispensable para no quedar afectados, estaremos en peligro de ser contaminados por la suciedad ajena. Una vez se introduce en nosotros la nocividad la hemos de afrontar inmediatamente, de lo contrario la bola se va engrandeciendo con las graves consecuencias que se pueden desencadenar en forma de enfermedades, crisis y problemas diversos.
El equilibrio permanente no es posible por que la vida es movimiento, y estamos sometidos a unos biorritmos cíclicos. El fin a perseguir es la estabilidad, donde podemos experimentar todo tipo de situaciones sin alterarnos gracias a la claridad, la paz interior y la certeza de que todo acontecimiento siempre tiene un motivo para aportar mensajes y oportunidades que solo aprovecharemos si lo sabemos descifrar disponiendo de un discernimiento correcto forjado en nosotros.
La limpiea siempre reporta ventajas, debiendo extenderse más allá de las limitaciones egoistas reduccionistas que nos permitirá ver las cosas con la extensión indispensable y movernos con eficacia.
Si pedimos con fervor ser guiados por entidades elevadas, poco a poco la luminosidad se incrementará en todos los rincones de nuestra vida dotándola de la pureza que nos proporcionará los movimientos precisos y acertados a cada instante. Esto tan solo es o será posible si préviamente hemos desarrollado suficientemente la conciencia, pues la inconciencia es quien nos hace caer en la suciedad al no ver las consecuencias del abandono o de la maldad.
sábado, 19 de abril de 2014
SUCIEDAD - LIMPIEZA ( I )
La suciedad o limpieza es uno de los factores clarificadores para mostrar el estado actual de utensilios o personas y la intervención a efectuar destinada a extraer el mejor provecho.
Lo puro o impuro es la intención, lo que se pretende. La pureza es elevarse internamente para captar elementos más sutiles para transmitirlos a otros.
Cualquier contacto, cualquier intercambio, si se fundamenta en la satisfacción egoica comporta impurezas si no hay un objetivo espiritual. La purificación en ambos sentidos se puede producir al pensar en ayudar y preocuparse por el soporte que queeremos ofrecer a quien lo pueda necesitar.
Hemos de observar de donde provienen los planteamientos, si lo hacen desde el ego o desde el alma. Si son desde el ego en algun punto habrá suciedad. Si son desde el alma la limpieza es el impulso y el objetivo, y el resultado es una tranquilidad estable.
Limpieza es claridad, comprensión. Suciedad es oscuridad, la necesidad de cambios para instaurar lo apropiado. Limpieza es para conservar, la suciedad para transformar en limpio.
Los contrastes sirven de indicadores para saber hacia donde conviene decantarse, modificando actitudes corrigiendo lo oportuno si el caso lo requiere.
La limpieza comporta beneficios, la suciedad comporta pérdidas. Limpieza es lo que siempre se ha de buscar, potenciar y reforzar. La suciedad precisa atención para eliminarla en nosotros o en el exterior.
La limpieza corporal y de los utensilios de uso son importantes, pero se ha de acompañar de la limpieza interior. Lo que emerge de dentro ha de ser puro para mostrarlo igual.
Si internamente hay suciedad y conflictos, estos se evidenciaran en lo externo. La limpieza superficial será como tener cuidado solo del envoltorio, no del producto que es donde está el valor.
La pureza es la base, sin esta no hay comprensión, y sin comprensión las acciones conducen al error.
Desde la infancia que es el inicio, se ha de cultivar y aprender la postura a adoptar en cada circunstancia, de ello depende el éxito o fracaso.
La suciedad puede ser por dejadez, por uso frecuente, por incidencia de elementos externos. En lo estrictamente personal la introducción de formas inferiores dentro nuestro que perturben el ámbitro de los pensamientos o sentimientos, erróneos, generaran malestar en uno mismo y hasta donde se expanda la influencia. Acciones perjudiciales no sincronizadas debidamente, maneras de pensar o sentir contraproducentes por deseos mal dirigidos.
Ensucia lo que perturba la paz, lo que rompe la armonia, son manchas a tratar con los limpiadores adecuados para recuperar el estado idóneo.
Lo puro o impuro es la intención, lo que se pretende. La pureza es elevarse internamente para captar elementos más sutiles para transmitirlos a otros.
Cualquier contacto, cualquier intercambio, si se fundamenta en la satisfacción egoica comporta impurezas si no hay un objetivo espiritual. La purificación en ambos sentidos se puede producir al pensar en ayudar y preocuparse por el soporte que queeremos ofrecer a quien lo pueda necesitar.
Hemos de observar de donde provienen los planteamientos, si lo hacen desde el ego o desde el alma. Si son desde el ego en algun punto habrá suciedad. Si son desde el alma la limpieza es el impulso y el objetivo, y el resultado es una tranquilidad estable.
Limpieza es claridad, comprensión. Suciedad es oscuridad, la necesidad de cambios para instaurar lo apropiado. Limpieza es para conservar, la suciedad para transformar en limpio.
Los contrastes sirven de indicadores para saber hacia donde conviene decantarse, modificando actitudes corrigiendo lo oportuno si el caso lo requiere.
La limpieza comporta beneficios, la suciedad comporta pérdidas. Limpieza es lo que siempre se ha de buscar, potenciar y reforzar. La suciedad precisa atención para eliminarla en nosotros o en el exterior.
La limpieza corporal y de los utensilios de uso son importantes, pero se ha de acompañar de la limpieza interior. Lo que emerge de dentro ha de ser puro para mostrarlo igual.
Si internamente hay suciedad y conflictos, estos se evidenciaran en lo externo. La limpieza superficial será como tener cuidado solo del envoltorio, no del producto que es donde está el valor.
La pureza es la base, sin esta no hay comprensión, y sin comprensión las acciones conducen al error.
Desde la infancia que es el inicio, se ha de cultivar y aprender la postura a adoptar en cada circunstancia, de ello depende el éxito o fracaso.
La suciedad puede ser por dejadez, por uso frecuente, por incidencia de elementos externos. En lo estrictamente personal la introducción de formas inferiores dentro nuestro que perturben el ámbitro de los pensamientos o sentimientos, erróneos, generaran malestar en uno mismo y hasta donde se expanda la influencia. Acciones perjudiciales no sincronizadas debidamente, maneras de pensar o sentir contraproducentes por deseos mal dirigidos.
Ensucia lo que perturba la paz, lo que rompe la armonia, son manchas a tratar con los limpiadores adecuados para recuperar el estado idóneo.
miércoles, 9 de abril de 2014
CÓDIGO DE VALORES
¿ Qué tiene valor ? ¿ Cuales son los parámetros para medirlo y decidirlo ? Los valores son subjetivos porque estan en función de cada uno, su singularidad, posición, recursos y muchos factores diferentes.
Todo puede tener valor y todo tambien no tenerlo, y escoger el listado de las cosas importantes es estrictamente personal, pues no nos podemos poner dentro de nadie más que no seamos nosotros.
Acostumbramos a magnificar ideas, posesiones, situaciones que consideramos idóneas, y después constatamos que nada de todo lo supuesto en el ámbito externo es la piedra filosofal. Por descontado que necesitamos preservar los bienes básicos de subsistencia, donde a parte de esto se debería indagar cada caso para dilucidar el valor contenido en aspectos concretos.
Alguien con muchos conocimientos no es el mismo que un analfabeto. Alguien muy rico no es igual que el muy pobre. Alguien con muy buena salud no se puede comparar con un enfermo. La evolución individual, formación, contexto de acción, son decisivos en los respectivos códigos de valores, pues las características y las circunstancias determinan las convicciones de lo que es valioso.
Hay valores tangibles y valores intangibles. Los que vemos como objetos materiales ofreciendo unas prestaciones, y los no vistos en la densidad que son evidenciados a través de palabras y hechos.
Los valores transitorios tienen un valor relativo, a menudo cubren una parcela, hacen un servicio temporal, y una vez agotado el potencial se reparan si es posible o se substituyen por otros en buenas condiciones.
Los valores personales son las cualidades adquiridas que nos facilitan los intercambios y nos proporcionan oportunidades en diversos estamentos.
Los valores colectivos es la suma de aportaciones particulares para el bien común, donde la dependencia necesita crear condiciones para la nutrición global.
Los materiales de uso, las variadas relaciones con sus numerosas singularidades y lo que damos y recibimos en las interacciones, son valores que nos ayudan a vivir en la edificación diaria.
El valor ha de sumar por el resultado que comporta. Si el supuesto valor implica pérdidas, peligros o malestar, no lo será si a continuación no extraemos un beneficio gracias a una expansión de conciencia y la modificación de factores obstructivos.
Los únicos valores indestructibles son los espirituales, siempre vigentes, siempre favorables, siempre con nosotros para generar paz, armonía y bienestar sin distinciones de ningun tipo.
Todo puede tener valor y todo tambien no tenerlo, y escoger el listado de las cosas importantes es estrictamente personal, pues no nos podemos poner dentro de nadie más que no seamos nosotros.
Acostumbramos a magnificar ideas, posesiones, situaciones que consideramos idóneas, y después constatamos que nada de todo lo supuesto en el ámbito externo es la piedra filosofal. Por descontado que necesitamos preservar los bienes básicos de subsistencia, donde a parte de esto se debería indagar cada caso para dilucidar el valor contenido en aspectos concretos.
Alguien con muchos conocimientos no es el mismo que un analfabeto. Alguien muy rico no es igual que el muy pobre. Alguien con muy buena salud no se puede comparar con un enfermo. La evolución individual, formación, contexto de acción, son decisivos en los respectivos códigos de valores, pues las características y las circunstancias determinan las convicciones de lo que es valioso.
Hay valores tangibles y valores intangibles. Los que vemos como objetos materiales ofreciendo unas prestaciones, y los no vistos en la densidad que son evidenciados a través de palabras y hechos.
Los valores transitorios tienen un valor relativo, a menudo cubren una parcela, hacen un servicio temporal, y una vez agotado el potencial se reparan si es posible o se substituyen por otros en buenas condiciones.
Los valores personales son las cualidades adquiridas que nos facilitan los intercambios y nos proporcionan oportunidades en diversos estamentos.
Los valores colectivos es la suma de aportaciones particulares para el bien común, donde la dependencia necesita crear condiciones para la nutrición global.
Los materiales de uso, las variadas relaciones con sus numerosas singularidades y lo que damos y recibimos en las interacciones, son valores que nos ayudan a vivir en la edificación diaria.
El valor ha de sumar por el resultado que comporta. Si el supuesto valor implica pérdidas, peligros o malestar, no lo será si a continuación no extraemos un beneficio gracias a una expansión de conciencia y la modificación de factores obstructivos.
Los únicos valores indestructibles son los espirituales, siempre vigentes, siempre favorables, siempre con nosotros para generar paz, armonía y bienestar sin distinciones de ningun tipo.
sábado, 29 de marzo de 2014
ENTRE DOS EXTREMOS
En todo lo que llevamos a cabo hay una bipolaridad. Abrir / cerrar ; empezar / terminar ; subir / bajar ; ir / volver ; llenar / vaciar ; hacer / deshacer.
La trama ocurre en el medio entre un inicio y un final, que es donde perseguimos algun tipo de objetivo, lo que impulsa a movernos. Conseguir un provecho de la acción es el factor vitalizador. El deseo, la necesidad, el compromiso, es quien dinamiza todos los movimientos de la diversidad de frentes donde estamos inmersos.
De todo lo realizado solo quedan recuerdos sintéticos y una substancia que nutre en ocasiones al pensamiento, otras la parte afectiva y algunas el cuerpo físico.
El marcador lo hemos de poner contínuamente a cero a diario en las constantes situaciones duales que forman parte de una unidad.
Partimos de un punto y nos dirigimos a otro, el proceso no canvia nunca, yendo a la búsqueda de un propósito, ya que sin la pretensión de lograr alguna cosa no nos movilizariamos. Es preciso que haya alguna carencia, un anhelo, esenciales para el esfuerzo y superación.
La cuestión es : ¿ sabemos aprovechar el potencial de lo experimentado ? ¿ las constantes repeticiones cotidianas las hacemos con inercia vacías de contenido, sin saborearlas ni incrementando el potencial ?
Limitados por las obligaciones, se funciona de manera bastante automática. Lo que manipulamos, los recursos de que disponemos nos sirven de intermediarios en las variadas pretensiones y demandas a cubrir.
A menudo no tenemos conciencia de las riquezas que nos rodean, de lo que recibimos constantemente a través de terceros, y esta visión reducida nos hace pensar en pequeño, y en consecuencia lo recibido tambien lo es.
Los inicios y finales son constantes, estamos persiguiendo todo tipo de objetivos, pero focalizados en el resultado, en la tarea acabada, no nos sumergimos en el desarrollo del proceso que es el constructor del eterno presente.
En el medio sucede la historia, el desencadenante de lo que comporta pérdidas o ganancias, bienestar o malestar, donde nos jugamos las condiciones de futuros inmediatos.
Problemáticas, conflictos, muchos temas a resolver a nivel individual y colectivo. Hemos de observar la causa, descubrir el origen, y hacer lo posible para revertir las situaciones caóticas instaurando el orden.
De lo que hacemos y como lo hacemos entre dos extremos depende absolutamente todo, a favor o en contra, para bien o para mal.
La trama ocurre en el medio entre un inicio y un final, que es donde perseguimos algun tipo de objetivo, lo que impulsa a movernos. Conseguir un provecho de la acción es el factor vitalizador. El deseo, la necesidad, el compromiso, es quien dinamiza todos los movimientos de la diversidad de frentes donde estamos inmersos.
De todo lo realizado solo quedan recuerdos sintéticos y una substancia que nutre en ocasiones al pensamiento, otras la parte afectiva y algunas el cuerpo físico.
El marcador lo hemos de poner contínuamente a cero a diario en las constantes situaciones duales que forman parte de una unidad.
Partimos de un punto y nos dirigimos a otro, el proceso no canvia nunca, yendo a la búsqueda de un propósito, ya que sin la pretensión de lograr alguna cosa no nos movilizariamos. Es preciso que haya alguna carencia, un anhelo, esenciales para el esfuerzo y superación.
La cuestión es : ¿ sabemos aprovechar el potencial de lo experimentado ? ¿ las constantes repeticiones cotidianas las hacemos con inercia vacías de contenido, sin saborearlas ni incrementando el potencial ?
Limitados por las obligaciones, se funciona de manera bastante automática. Lo que manipulamos, los recursos de que disponemos nos sirven de intermediarios en las variadas pretensiones y demandas a cubrir.
A menudo no tenemos conciencia de las riquezas que nos rodean, de lo que recibimos constantemente a través de terceros, y esta visión reducida nos hace pensar en pequeño, y en consecuencia lo recibido tambien lo es.
Los inicios y finales son constantes, estamos persiguiendo todo tipo de objetivos, pero focalizados en el resultado, en la tarea acabada, no nos sumergimos en el desarrollo del proceso que es el constructor del eterno presente.
En el medio sucede la historia, el desencadenante de lo que comporta pérdidas o ganancias, bienestar o malestar, donde nos jugamos las condiciones de futuros inmediatos.
Problemáticas, conflictos, muchos temas a resolver a nivel individual y colectivo. Hemos de observar la causa, descubrir el origen, y hacer lo posible para revertir las situaciones caóticas instaurando el orden.
De lo que hacemos y como lo hacemos entre dos extremos depende absolutamente todo, a favor o en contra, para bien o para mal.
miércoles, 19 de marzo de 2014
TROPEZAR
El objetivo de lo realizado y de lo que queremos es proceder con acierto para obtener un desenlace favorable, pero no estamos en disposición de saberlo todo, ni tenemos la misma habilidad en diferentes facetas. Saber donde se encuentra lo correcto y donde lo incorrecto es un trabajo que siempre nos acompaña, pues aquí radica decantar la balanza a favor o en contra.
En un proceso pueden haber varias etapas, una previsible y una imprevisible. Una parte depende de nosotros, y la otra de factores externos no controlados. Para conseguir el propósito hemos de estar preparados, pero siempre hay un inicio donde se parte de cero, y los errores se producen por desconocimiento, falta de atención o movimientos no sincronizados.
El hecho de tropezar puede suponer consecuencias graves, leves o sin efecto, se trata de observar el detonante y tomar las medidas oportunas para corregir lo que se pueda de una situación pasada o de futuras con características similares.
Tanto a nivel individual como colectivo se van repitiendo pautas ancestrales inservibles. Comportamientos que han ocasionado malestar, fricciones, pérdidas, y por más reiterativo que haya sido se siguen manteniendo las mismas pautas. En vez de pararse, reflexionar, ver donde se produce el desajuste, empujados por los deseos egoistas y una visión limitada se perpetuan procedimientos inútiles. ¿ Estas personas quieren realmente bienestar ?
Con planteamientos interesados, pendientes del propio beneficio, los tropiezos no se podran subsanar, pues toda interacción implica la intervención de dos partes dando y recibiendo, y si hay un desequilibrio en este sentido la armonía y el trato justo no será posible.
La raíz de los errores tiene diversas vertientes. Errores conscientes reconociéndolos, o inconscientes por los motivos que sea. Errores de buena fe donde la situación nos supera, y de mala fe donde la persona cree ha de decir o hacer determinada acción por sus conceptos, ideas y valores, donde la negatividad y el perjuicio causado a terceros reflejan claramente la incorrección.
El paso del tiempo debería servir para ampliar la panorámica y actuar mucho mejor, pero la realidad nos muestra que no aprovechamos las experiencias.
Tropezar es una oportunidad, y extraer un beneficio el objetivo. Ver sin ver, oir sin escuchar, actuar sin preveer las consecuencias, aquí es donde está la clave de ir perpetuando errores y así continuará hasta no pasar al otro extremo de claridad.
En un proceso pueden haber varias etapas, una previsible y una imprevisible. Una parte depende de nosotros, y la otra de factores externos no controlados. Para conseguir el propósito hemos de estar preparados, pero siempre hay un inicio donde se parte de cero, y los errores se producen por desconocimiento, falta de atención o movimientos no sincronizados.
El hecho de tropezar puede suponer consecuencias graves, leves o sin efecto, se trata de observar el detonante y tomar las medidas oportunas para corregir lo que se pueda de una situación pasada o de futuras con características similares.
Tanto a nivel individual como colectivo se van repitiendo pautas ancestrales inservibles. Comportamientos que han ocasionado malestar, fricciones, pérdidas, y por más reiterativo que haya sido se siguen manteniendo las mismas pautas. En vez de pararse, reflexionar, ver donde se produce el desajuste, empujados por los deseos egoistas y una visión limitada se perpetuan procedimientos inútiles. ¿ Estas personas quieren realmente bienestar ?
Con planteamientos interesados, pendientes del propio beneficio, los tropiezos no se podran subsanar, pues toda interacción implica la intervención de dos partes dando y recibiendo, y si hay un desequilibrio en este sentido la armonía y el trato justo no será posible.
La raíz de los errores tiene diversas vertientes. Errores conscientes reconociéndolos, o inconscientes por los motivos que sea. Errores de buena fe donde la situación nos supera, y de mala fe donde la persona cree ha de decir o hacer determinada acción por sus conceptos, ideas y valores, donde la negatividad y el perjuicio causado a terceros reflejan claramente la incorrección.
El paso del tiempo debería servir para ampliar la panorámica y actuar mucho mejor, pero la realidad nos muestra que no aprovechamos las experiencias.
Tropezar es una oportunidad, y extraer un beneficio el objetivo. Ver sin ver, oir sin escuchar, actuar sin preveer las consecuencias, aquí es donde está la clave de ir perpetuando errores y así continuará hasta no pasar al otro extremo de claridad.
domingo, 9 de marzo de 2014
CONEXIÓN DESCONECTADA
La imagen social aparente es que tenemos muchos contactos. Mensajes arriba y abajo, diversas redes, donde todo en conjunto es paja.
¿ Cuantos de estos contactos aportan realmente una comunicación recíproca con substáncia ? ¿ Cuantas amistades son realmente sentidas ?
La cantidad de interacciones es indiscutible, pero esto no implica una calidad. Para que haya calidad se ha de ofrecer lo mejor de nosotros, y la superficialidad imperante no permite aflorar expresiones revitalizadoras en los intercambios.
La mayoría de relaciones estan impulsadas por el interés, y pensando solo en el propio beneficio no se pueden edificar vínculos sólidos. Lo transmitido es el reflejo del potencial actual, y si este es más bien bajo esto es lo que ofrecemos a los demás.
Por regla general se van tratando temas banales que no van a ningún lado para llenar el silencio. Cada dia lo constatamos, en el trabajo, con la familia, pareja y en general. No hay una verdadera apertura hacia el otro, ni de ideas ni de sentimientos.
Si las dos partes no se involucran no es posible una conexión. No es cuestión de hablar, sino descifrar el contenido de las palabras con su componente, tanto mental como emocional, y ejerciendo de oyentes, preocupados sinceramente por el otro, extraer de la conversación material útil para el emisor y el receptor. Este debería ser el objetivo.
La inercia nos hace inconscientes, a menudo irreflexivos, actuando de acuerdo a unas costumbres, por unas fechas y lo que representan, y vibrar con lo que hacemos exige atención, conocimiento y entusiasmo.
La baja intensidad mostrada habitualmente en lo ejecutado, es el principal obstáculo para tener experiencias cautivadoras. No queremos riesgos, ni tratar según que temas, el miedo nos tenaza dejando escapar oportunidades contínuamente.
Como se contacta indica el tipo de persona. Mucha gente dice de palabra que hará y después no hace. Que preparan un encuentro que nunca llega. Llamadas, cartas que no contestan. Indiferencia, frialdad, esta es la actitud adoptada por un grupo cada vez más numeroso.
Amistades que en realidad no lo son. Acercamiento solo por interés. Afectuosidad falsa.
¿ Cuantos de entre todos los conocidos son realmente sinceros en lo que manifiestan ? ¿ Con cuantas personas somos capaces de mostrarnos tal cual somos ? ¿ A cuantos queremos auténticamente y cuantos nos quieren ? ¿ A quien conocemos en esencia ? ¿ Este tipo de conexión desconectada es lo que queremos ?
Podemos establecer muchas y variadas conexiones, que en el fondo señalan la gran desconexión entre todos.
¿ Cuantos de estos contactos aportan realmente una comunicación recíproca con substáncia ? ¿ Cuantas amistades son realmente sentidas ?
La cantidad de interacciones es indiscutible, pero esto no implica una calidad. Para que haya calidad se ha de ofrecer lo mejor de nosotros, y la superficialidad imperante no permite aflorar expresiones revitalizadoras en los intercambios.
La mayoría de relaciones estan impulsadas por el interés, y pensando solo en el propio beneficio no se pueden edificar vínculos sólidos. Lo transmitido es el reflejo del potencial actual, y si este es más bien bajo esto es lo que ofrecemos a los demás.
Por regla general se van tratando temas banales que no van a ningún lado para llenar el silencio. Cada dia lo constatamos, en el trabajo, con la familia, pareja y en general. No hay una verdadera apertura hacia el otro, ni de ideas ni de sentimientos.
Si las dos partes no se involucran no es posible una conexión. No es cuestión de hablar, sino descifrar el contenido de las palabras con su componente, tanto mental como emocional, y ejerciendo de oyentes, preocupados sinceramente por el otro, extraer de la conversación material útil para el emisor y el receptor. Este debería ser el objetivo.
La inercia nos hace inconscientes, a menudo irreflexivos, actuando de acuerdo a unas costumbres, por unas fechas y lo que representan, y vibrar con lo que hacemos exige atención, conocimiento y entusiasmo.
La baja intensidad mostrada habitualmente en lo ejecutado, es el principal obstáculo para tener experiencias cautivadoras. No queremos riesgos, ni tratar según que temas, el miedo nos tenaza dejando escapar oportunidades contínuamente.
Como se contacta indica el tipo de persona. Mucha gente dice de palabra que hará y después no hace. Que preparan un encuentro que nunca llega. Llamadas, cartas que no contestan. Indiferencia, frialdad, esta es la actitud adoptada por un grupo cada vez más numeroso.
Amistades que en realidad no lo son. Acercamiento solo por interés. Afectuosidad falsa.
¿ Cuantos de entre todos los conocidos son realmente sinceros en lo que manifiestan ? ¿ Con cuantas personas somos capaces de mostrarnos tal cual somos ? ¿ A cuantos queremos auténticamente y cuantos nos quieren ? ¿ A quien conocemos en esencia ? ¿ Este tipo de conexión desconectada es lo que queremos ?
Podemos establecer muchas y variadas conexiones, que en el fondo señalan la gran desconexión entre todos.
viernes, 28 de febrero de 2014
AUTENTICIDAD
El camino no está hecho para muchos, y de estos solo unos cuantos son auténticos.
Consagrar la vida más allá de la subsistencia material al trabajo interior de crecimiento constante, pide bastante más que la comprensión intelectual teórica. Se requiere un inmenso deseo interno de librarse completamente a la instrucción y entrenamiento sin tregua que conduzca a la apertura de conciencia como referencia, y a la transformación posterior de formas prosaicas por formas refinadas.
Los condicionantes externos, las necesidades inmediatas, las diversas obligaciones, limitan la dedicación a observarse y saber con certeza que nos conviene a parte de acceder a los recursos materiales. La inercia es la tónica preponderante, donde hacer pausas largas para la introspección es una utopia atrapados como estamos en la persecución de dinero y los compromisos que esto comporta.
¿ Si tuvieramos una renta asegurada, cuantos de entre nosotros se meterian de lleno en el cultivo espiritual ?
La mayoría solo buscaria entretenimientos y placeres, pues dedicarse en cuerpo y alma al desarrollo integral del ser es una vocación que ha de estar fuertemente arraigada en lo más profundo de nosotros, de lo contrario faltará la intensidad, voluntad y continuidad ante los múltiples retos que se han de afrontar.
La vida mundana solo se dirige a tener en lo externo, en lo visible. La vida espiritual persigue el encaje a todos los niveles, y a parte de velar por la economía y los bienes esenciales, se ha de trabajar sobre uno mismo para que las manifestaciones de lo que pensamos, sentimos y hacemos, sean cada vez más efectivas para generar condiciones más favorables.
Enfocarse solo en la subsistencia es vivir en la temporalidad. Enfocarse en la trascendencia es proyectarse hacia la eternidad, adquiriendo ganancias indestructibles que sirven para seguir subiendo de nivel evolutivo.
Lo elemental es común en todos, donde la diferencia entre una vida de simple mantenimiento y una vida dotada de propósito, es lo que preparamos impulsándonos más allá del tiempo y espacio conocidos de nuestra dimensión para adentrarnos en sutilezas clarificadoras de la función que hemos venido a realizar aquí.
Consagrar la vida más allá de la subsistencia material al trabajo interior de crecimiento constante, pide bastante más que la comprensión intelectual teórica. Se requiere un inmenso deseo interno de librarse completamente a la instrucción y entrenamiento sin tregua que conduzca a la apertura de conciencia como referencia, y a la transformación posterior de formas prosaicas por formas refinadas.
Los condicionantes externos, las necesidades inmediatas, las diversas obligaciones, limitan la dedicación a observarse y saber con certeza que nos conviene a parte de acceder a los recursos materiales. La inercia es la tónica preponderante, donde hacer pausas largas para la introspección es una utopia atrapados como estamos en la persecución de dinero y los compromisos que esto comporta.
¿ Si tuvieramos una renta asegurada, cuantos de entre nosotros se meterian de lleno en el cultivo espiritual ?
La mayoría solo buscaria entretenimientos y placeres, pues dedicarse en cuerpo y alma al desarrollo integral del ser es una vocación que ha de estar fuertemente arraigada en lo más profundo de nosotros, de lo contrario faltará la intensidad, voluntad y continuidad ante los múltiples retos que se han de afrontar.
La vida mundana solo se dirige a tener en lo externo, en lo visible. La vida espiritual persigue el encaje a todos los niveles, y a parte de velar por la economía y los bienes esenciales, se ha de trabajar sobre uno mismo para que las manifestaciones de lo que pensamos, sentimos y hacemos, sean cada vez más efectivas para generar condiciones más favorables.
Enfocarse solo en la subsistencia es vivir en la temporalidad. Enfocarse en la trascendencia es proyectarse hacia la eternidad, adquiriendo ganancias indestructibles que sirven para seguir subiendo de nivel evolutivo.
Lo elemental es común en todos, donde la diferencia entre una vida de simple mantenimiento y una vida dotada de propósito, es lo que preparamos impulsándonos más allá del tiempo y espacio conocidos de nuestra dimensión para adentrarnos en sutilezas clarificadoras de la función que hemos venido a realizar aquí.
miércoles, 19 de febrero de 2014
NO PERDER ES GANAR
Todos nos encontramos aquí con un karma donde desconocemos el origen y su magnitud, pero lo que está claro es la necesidad de enmendarnos en diversos frentes.
Nadie se libra de recibir multitud de agravios que vienen de todos lados. A veces son los padres, otras los hermanos, la pareja, amistades, compañeros de trabajo. En un momento u otro recibimos garrotazos, y en ocasiones de varias personas en la misma época. Parece como si no fuera posible mantener la paz de forma estable, y cuando se acaba una batalla empieza otra.
La mayor parte de veces, si observamos el proceso, nos percataremos de la absurdidad de lo que ha provocado la discordia. La lógica desaparece dejando que se impongan unos determinados deseos personales desembocando en conflicto. Y esto se va repitiendo, ahora con uno ahora con otro, y mientras sigamos actuando de la misma manera nunca se resolveran las polémicas.
Muchos episodios vistos únicamente por lo que ha pasado, no tienen una base racional, y es aquí donde las deudas pendientes pueden esclarecer el detonante si desciframos el contenido de lo que se ha producido.
Agredimos y somos agredidos indefinidamente hasta que se desvela la conciencia de que las interacciones son un puente entre lo realizado anteriormente y sus consecuencias, y las posibilidades de ver y comprender con más amplitud cual es nuestra función aquí y ahora a través de las relaciones que se van cruzando en el camino.
Los otros los hemos de tener como un potencial que ayuda a expandirnos, como el revulsivo necesario para reflexionar y modificar aquellas posturas perjudiciales substituyéndolas por expresiones benéficas.
Aunque recibamos tratos punibles, indiferencia o ingratitud, nosotros hemos de actuar de manera de no acumular karma, mostrándonos atentos y correctos.
En el camino se diluiran relaciones, viviremos sensaciones desagradables, y procurando responder con el bien pagaremos deudas si es que lo eran, pues lo importante es no incrementar más cargas. Con esta actitud no perderemos en los acontecimientos que se produzcan, y no perdiendo ganaremos por la voluntad de instaurar la armonia con las progresivas mejoras que constataremos si preservamos en forjar el bien.
Nadie se libra de recibir multitud de agravios que vienen de todos lados. A veces son los padres, otras los hermanos, la pareja, amistades, compañeros de trabajo. En un momento u otro recibimos garrotazos, y en ocasiones de varias personas en la misma época. Parece como si no fuera posible mantener la paz de forma estable, y cuando se acaba una batalla empieza otra.
La mayor parte de veces, si observamos el proceso, nos percataremos de la absurdidad de lo que ha provocado la discordia. La lógica desaparece dejando que se impongan unos determinados deseos personales desembocando en conflicto. Y esto se va repitiendo, ahora con uno ahora con otro, y mientras sigamos actuando de la misma manera nunca se resolveran las polémicas.
Muchos episodios vistos únicamente por lo que ha pasado, no tienen una base racional, y es aquí donde las deudas pendientes pueden esclarecer el detonante si desciframos el contenido de lo que se ha producido.
Agredimos y somos agredidos indefinidamente hasta que se desvela la conciencia de que las interacciones son un puente entre lo realizado anteriormente y sus consecuencias, y las posibilidades de ver y comprender con más amplitud cual es nuestra función aquí y ahora a través de las relaciones que se van cruzando en el camino.
Los otros los hemos de tener como un potencial que ayuda a expandirnos, como el revulsivo necesario para reflexionar y modificar aquellas posturas perjudiciales substituyéndolas por expresiones benéficas.
Aunque recibamos tratos punibles, indiferencia o ingratitud, nosotros hemos de actuar de manera de no acumular karma, mostrándonos atentos y correctos.
En el camino se diluiran relaciones, viviremos sensaciones desagradables, y procurando responder con el bien pagaremos deudas si es que lo eran, pues lo importante es no incrementar más cargas. Con esta actitud no perderemos en los acontecimientos que se produzcan, y no perdiendo ganaremos por la voluntad de instaurar la armonia con las progresivas mejoras que constataremos si preservamos en forjar el bien.
domingo, 9 de febrero de 2014
SENCILLEZ - ALTIVEZ
¿ De qué depende mostrarse sencillo o altivo ? Del nivel de conciencia. A mayor conciencia más sencillez, a mayor inconciencia más altivez.
La persona sencilla se percata de su insignificancia ante la inmensidad, ante la dependencia constante para acceder a los recursos pretendidos, de su ignorancia, de la fragilidad a que está expuesto por acontecimientos no controlados, de la necesidad de otros como proveedores.
La persona altiva se cree importante por que ocupa un cargo relevante, por que dispone de dinero, por que llega a gente que le aclama, por que influenciado por el ego se piensa que es superior, mejor que otros por comparación en cuanto a tener. Pero estas imposturas erróneas producto de una ilusión, impiden ver con claridad el trasfondo.
Quien es más sencillo es más comprensivo, dialogante, abierto, flexible, considerado, ecuánime, sabe que los errores se cometen por motivos diversos pero no a propósito.
Quien es altivo es orgulloso, cerrado, rígido, solo vale su criterio, no reconoce los defectos, no se le puede advertir porque se considera impecable. Auto centrado en sus cosas, los demás son como una espécie de mal inevitable frente a su desmesurada valoración.
La persona sencilla es humilde, y convencida de no ser madie relevante, con su actitud es alguien.
La persona altiva se cree alguien, y justamente por lo que dice, por lo que hace, por el trato menospreciativo habitual, no es nadie.
La persona sencilla sin necesidad de unos conocimientos específicos se muestra con una sabiduría porque ha comprendido lo esencial.
La persona altiva, falta de visión, pendiente de su microcosmos, distorsiona la realidad, observándola a conveniencia viviendo en la falsedad de un supuesto valor que denota un complejo de inferioridad que intenta compensar sin conseguirlo.
Quien es sencillo lo pone facil para entenderse y resolver asuntos. Quien es altivo discute, se quiere salir con la suya tanto si como no, y lo que con buenas maneras se agilizaría con rapidez, la prepotencia expresiva eterniza los conflictos.
En definitiva todo es una cuestión de claridad o oscuridad, clave para cualquier planteamiento y los desencadenantes que vendran a continuación.
La persona sencilla se percata de su insignificancia ante la inmensidad, ante la dependencia constante para acceder a los recursos pretendidos, de su ignorancia, de la fragilidad a que está expuesto por acontecimientos no controlados, de la necesidad de otros como proveedores.
La persona altiva se cree importante por que ocupa un cargo relevante, por que dispone de dinero, por que llega a gente que le aclama, por que influenciado por el ego se piensa que es superior, mejor que otros por comparación en cuanto a tener. Pero estas imposturas erróneas producto de una ilusión, impiden ver con claridad el trasfondo.
Quien es más sencillo es más comprensivo, dialogante, abierto, flexible, considerado, ecuánime, sabe que los errores se cometen por motivos diversos pero no a propósito.
Quien es altivo es orgulloso, cerrado, rígido, solo vale su criterio, no reconoce los defectos, no se le puede advertir porque se considera impecable. Auto centrado en sus cosas, los demás son como una espécie de mal inevitable frente a su desmesurada valoración.
La persona sencilla es humilde, y convencida de no ser madie relevante, con su actitud es alguien.
La persona altiva se cree alguien, y justamente por lo que dice, por lo que hace, por el trato menospreciativo habitual, no es nadie.
La persona sencilla sin necesidad de unos conocimientos específicos se muestra con una sabiduría porque ha comprendido lo esencial.
La persona altiva, falta de visión, pendiente de su microcosmos, distorsiona la realidad, observándola a conveniencia viviendo en la falsedad de un supuesto valor que denota un complejo de inferioridad que intenta compensar sin conseguirlo.
Quien es sencillo lo pone facil para entenderse y resolver asuntos. Quien es altivo discute, se quiere salir con la suya tanto si como no, y lo que con buenas maneras se agilizaría con rapidez, la prepotencia expresiva eterniza los conflictos.
En definitiva todo es una cuestión de claridad o oscuridad, clave para cualquier planteamiento y los desencadenantes que vendran a continuación.
miércoles, 29 de enero de 2014
COHERENCIA
¿ Está realmente en consonancia lo que decimos con lo que hacemos ? ¿ Decimos una cosa y hacemos otra diferente ? ¿ Porquè se contradice lo dicho y lo hecho ? Los motivos pueden ser diversos : irreflexión, intereses en algún sentido, precipitación, falta de claridad, y sobretodo desequilibrio entre la parte interna y externa.
Es un hecho habitual constatar incoherencias, en las personas más cercanas, en el ámbito laboral, en personas que ocupan cargos relevantes, y esto genera una mala imagen, pérdida de credibilidad y desconfianza; ¿ pues como se puede confiar en alguien que dice blanco y despues muestra negro a la hora de actuar ?
¿ Piensan realmente el significado de las palabras ? ¿ La incidencia de éstas ? ¿ Las consecuencias del desencaje entre lo pronunciado y lo expresado ?
Aparentar, querer ser lo que no se es, generar una impresión falsa con un fin oculto, siempre hay un motivo de base que ha de clarificar la disonancia entre decir y hacer, y a menudo, en un ambiente frívolo, superficial, ni el mismo protagonista sabe realmente que le empuja a comportarse de esta manera.
La incoherencia es una desconexión, es como querere conectar un hilo, un aparato, en un lugar equivocado, y evidentemente no funciona. La coherencia es sintonizar los diversos elementos presentes acoplándolos correctamente para su propósito y buen uso.
Ir evidenciando incoherencias provoca desconfianza, falta de credibilidad, mala imagen, valoración a la baja, distancia, evitar tratos cercanos por el peligro de salir perjudicado. Es un mal negocio ser incoherente, la gente se aleja, y el implicado en cuestión en vez de extraer beneficios lo que recoge son pérdidas.
¿ Qué falla en el trayecto ? La falta de encaje refleja un desequilibrio entre lo que se quiere hacer creer a otros y la acción realizada, y los detonantes que impulsan a comportarse así son múltiples.
Cuando somos coherentes hay armonia, y esta se transmite al exterior. En las incoherencias hay confusión, dudas y sospechas sobre una parte turbia escondida pero evidente a través de las contradicciones.
Es un hecho habitual constatar incoherencias, en las personas más cercanas, en el ámbito laboral, en personas que ocupan cargos relevantes, y esto genera una mala imagen, pérdida de credibilidad y desconfianza; ¿ pues como se puede confiar en alguien que dice blanco y despues muestra negro a la hora de actuar ?
¿ Piensan realmente el significado de las palabras ? ¿ La incidencia de éstas ? ¿ Las consecuencias del desencaje entre lo pronunciado y lo expresado ?
Aparentar, querer ser lo que no se es, generar una impresión falsa con un fin oculto, siempre hay un motivo de base que ha de clarificar la disonancia entre decir y hacer, y a menudo, en un ambiente frívolo, superficial, ni el mismo protagonista sabe realmente que le empuja a comportarse de esta manera.
La incoherencia es una desconexión, es como querere conectar un hilo, un aparato, en un lugar equivocado, y evidentemente no funciona. La coherencia es sintonizar los diversos elementos presentes acoplándolos correctamente para su propósito y buen uso.
Ir evidenciando incoherencias provoca desconfianza, falta de credibilidad, mala imagen, valoración a la baja, distancia, evitar tratos cercanos por el peligro de salir perjudicado. Es un mal negocio ser incoherente, la gente se aleja, y el implicado en cuestión en vez de extraer beneficios lo que recoge son pérdidas.
¿ Qué falla en el trayecto ? La falta de encaje refleja un desequilibrio entre lo que se quiere hacer creer a otros y la acción realizada, y los detonantes que impulsan a comportarse así son múltiples.
Cuando somos coherentes hay armonia, y esta se transmite al exterior. En las incoherencias hay confusión, dudas y sospechas sobre una parte turbia escondida pero evidente a través de las contradicciones.
domingo, 19 de enero de 2014
REACCIONAR O RESISTIR ( II )
Si reaccionamos a los eventos externos por el comportamiento de otros o circunstancias, nos convertimos en efecto de lo que pasa. Si resistimos observando en perspectiva, preparando la mejor opción por lo que se ha generado, entonces estaremos fabricando la causa al planificar y decidir nosotros que queremos y que es más conveniente.
Reaccionar es quedar atrapado en algo desagradable creado por terceros o bien por alguna acción personal que no sale como querríamos. Resistir es aceptar unos hechos procurando extraer una ventaja.
Los motivos que nos empujan a reaccionar son diversos, sea por descontento, por esperar unas expectativas diferentes, por valorar según que con un resultado por debajo de lo deseado.
Resentimiento por expresiones o la conducta de alguien Orgullo de acuerdo a la auto importancia y el trato recibido por otros. Venganza si la sensación es haber sido agredidos, perjudicados, con afán de justicia para satisfacer emociones primarias.
Reaccionar es mostrar enojo, expesándonos con palabras o formas agrias porque se han encajado mal palabras o formas de otros que de alguna manera no consentimos. Reaccionar es una expresión del ego : que me dicen, que me hacen a mi, que se han pensado, que se han creído.
Resistir es señal de madurez, de tranquilidad, de mirar en perspectiva, de no ver a los demás como los malos, sino como medios proporcionadores de apertura, de oportunidades para introducir ajustes más cuidados.
En aquello que es inútil porque es imposible entenderse con el interlocutor, retirarse es lo más conveniente.
Esperar a rehacer deterioros solo vale la pena si hay voluntad en ambas partes, capacidad de escuchar, no querer imponer por fuerza los propios criterios, si no lo que sea equitativo pensando en el bien común.
Lo que es inviable, donde no hay entendimiento, ni confianza, que es perjudicial, se ha de dejar para dirigir la energia en relaciones y condiciones apropiadas.
Chillar, insultar, mostrarse ofendido, indica que se está enfadado porque no se produce lo que deseamos como nos gustaría, y de alguna manera es un poco infantil responder en estos términos.
Mantener la calma, el comportamiento educado, es quien marca la diferencia entre alguien que se hace cargo de la situación sin alterarse. Perder los papeles es verse superado por los acontecimientos, respondiendo instintivamente sin lógica ni con buen criterio.
Reaccionar es quedar atrapado en algo desagradable creado por terceros o bien por alguna acción personal que no sale como querríamos. Resistir es aceptar unos hechos procurando extraer una ventaja.
Los motivos que nos empujan a reaccionar son diversos, sea por descontento, por esperar unas expectativas diferentes, por valorar según que con un resultado por debajo de lo deseado.
Resentimiento por expresiones o la conducta de alguien Orgullo de acuerdo a la auto importancia y el trato recibido por otros. Venganza si la sensación es haber sido agredidos, perjudicados, con afán de justicia para satisfacer emociones primarias.
Reaccionar es mostrar enojo, expesándonos con palabras o formas agrias porque se han encajado mal palabras o formas de otros que de alguna manera no consentimos. Reaccionar es una expresión del ego : que me dicen, que me hacen a mi, que se han pensado, que se han creído.
Resistir es señal de madurez, de tranquilidad, de mirar en perspectiva, de no ver a los demás como los malos, sino como medios proporcionadores de apertura, de oportunidades para introducir ajustes más cuidados.
En aquello que es inútil porque es imposible entenderse con el interlocutor, retirarse es lo más conveniente.
Esperar a rehacer deterioros solo vale la pena si hay voluntad en ambas partes, capacidad de escuchar, no querer imponer por fuerza los propios criterios, si no lo que sea equitativo pensando en el bien común.
Lo que es inviable, donde no hay entendimiento, ni confianza, que es perjudicial, se ha de dejar para dirigir la energia en relaciones y condiciones apropiadas.
Chillar, insultar, mostrarse ofendido, indica que se está enfadado porque no se produce lo que deseamos como nos gustaría, y de alguna manera es un poco infantil responder en estos términos.
Mantener la calma, el comportamiento educado, es quien marca la diferencia entre alguien que se hace cargo de la situación sin alterarse. Perder los papeles es verse superado por los acontecimientos, respondiendo instintivamente sin lógica ni con buen criterio.
jueves, 9 de enero de 2014
REACCIONAR O RESISTIR ( I )
Asiduamente se van presentando situaciones tensas, donde no se trata de molestarnos cada vez por que nos desagraden. Cuando se rompe la armonia a raiz de un acontecimiento y sus consecuencias, cuando alguien perturba la tranquilidad con palabras o acciones inadecuadas, no nos hemos de dejar absorber por las circunstancias, ya que la respuesta emocional puede estar exenta de la claridad indispensable, y en vez de solventar empeorar lo existente.
Según el propio carácter, el particular código de valores, muchas cosas pueden ser desagradables, pero esto no radica en el interlocutor y sus emisiones, más bien es la impresión recibida y lo que remueve en nosotros. Se pueden cometer acciones realmente punibles, expresiones duras sintiéndonos atacados, pero detrás de los hechos hay un motivo para que se introduzca un contexto diferente, o bien mediante revulsivos sacamos unas conclusiones para modificar algunas pautas.
Los otros son intermediarios para potenciar nuestro desarrollo, y a pesar de experimentar fricciones y polémicas, éstas solo son envoltorios de unas posibilidades de ampliar la conciencia mejorando la actitud.
Los que parecen enemigos en realidad son amigos disfrazados, la diferencia es que nos fuerzan a movilizar el fondo de reserva guardado para emergencias, y gracias a ellos podemos superar obstáculos y fortalecernos si lo sabemos afrontar.con firmeza.
Demasiada tranquilidad no permite crecer, es necesario de tanto en tanto nuevos desafíos para acceder a niveles más altos. Y lo que al principio es pesado, que supone un handicap, si resistimos las molestias iniciales y esperamos a responder con el tono y momento oportuno, entonces lo que parecía negativo se convierte en positivo. Lo malo es que la mayoría en seguida se siente ofendida, replicando heridos sin dar tiempo suficiente a la lógica en la búsqueda de soluciones conciliadoras.
Si reaccionamos irreflexivamente el fuego se incrementa y el conflicto se alarga. Si resistimos sin vernos o sentirnos víctimas, podremos descifrar el mensaje de lo que se ha dicho o se ha hecho para encontrar vías esclarecedoras que conduzcan a la adopción de posturas más útiles respecto a nosotros y sobretodo la manera de tratar con dignidad y corrección al prójimo aunque ellos no hagan lo mismo con nosotros.
Según el propio carácter, el particular código de valores, muchas cosas pueden ser desagradables, pero esto no radica en el interlocutor y sus emisiones, más bien es la impresión recibida y lo que remueve en nosotros. Se pueden cometer acciones realmente punibles, expresiones duras sintiéndonos atacados, pero detrás de los hechos hay un motivo para que se introduzca un contexto diferente, o bien mediante revulsivos sacamos unas conclusiones para modificar algunas pautas.
Los otros son intermediarios para potenciar nuestro desarrollo, y a pesar de experimentar fricciones y polémicas, éstas solo son envoltorios de unas posibilidades de ampliar la conciencia mejorando la actitud.
Los que parecen enemigos en realidad son amigos disfrazados, la diferencia es que nos fuerzan a movilizar el fondo de reserva guardado para emergencias, y gracias a ellos podemos superar obstáculos y fortalecernos si lo sabemos afrontar.con firmeza.
Demasiada tranquilidad no permite crecer, es necesario de tanto en tanto nuevos desafíos para acceder a niveles más altos. Y lo que al principio es pesado, que supone un handicap, si resistimos las molestias iniciales y esperamos a responder con el tono y momento oportuno, entonces lo que parecía negativo se convierte en positivo. Lo malo es que la mayoría en seguida se siente ofendida, replicando heridos sin dar tiempo suficiente a la lógica en la búsqueda de soluciones conciliadoras.
Si reaccionamos irreflexivamente el fuego se incrementa y el conflicto se alarga. Si resistimos sin vernos o sentirnos víctimas, podremos descifrar el mensaje de lo que se ha dicho o se ha hecho para encontrar vías esclarecedoras que conduzcan a la adopción de posturas más útiles respecto a nosotros y sobretodo la manera de tratar con dignidad y corrección al prójimo aunque ellos no hagan lo mismo con nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)